La embajadora de Estados Unidos insta a los “soberanistas” libaneses a movilizarse contra Hezbolá
Una fuente de seguridad libanesa de alto rango ha revelado que la embajadora estadounidense Lisa Johnson continúa con su agenda para “preparar al Líbano para una era post-Hezbolá”. Los esfuerzos actuales de EEUU se centran en unir a las facciones internas para enfrentarse rápidamente a la resistencia. Los informes sobre el terreno indican un aumento de las tensiones, sobre todo en las zonas con grandes poblaciones desplazadas. El partido Fuerzas Libanesas se está movilizando en barrios concretos, promoviendo el lema “proteger nuestras zonas del caos de los desplazados, para que no se conviertan en ocupantes”.
La fuente señala que Johnson ha dejado claro que la guerra israelí en curso debe aprovecharse para eliminar completamente a Hezbolá, no sólo sus capacidades militares. En conversaciones con políticos libaneses, habría dicho: “Israel no puede conseguirlo todo mediante la guerra; es hora de que ustedes pongan de su parte y lancen un levantamiento interno bajo el lema ‘Basta'”. La embajadora aseguró a su grupo de “defensores de la soberanía”: “¿Por qué dudáis? Hezbolá ha sido derrotada, su liderazgo destrozado, y estamos con ustedes, junto con todo el mundo libre. Nuestro objetivo no es sólo limitar la influencia de Hezbolá, sino también cortar sus líneas de apoyo, y estamos trabajando activamente para derrocar al régimen de Irán”.
Además, la fuente menciona que Johnson ha animado a sus aliados libaneses a celebrar reuniones para abogar por la elección del Comandante del Ejército, General Joseph Aoun, como Presidente de la República. Según se informa, ella dijo: “Él nombrará a un comandante fuerte para el Ejército libanés, y nosotros apoyaremos al Ejército en la contención de todos los partidarios de Hezbolá. Contará con el respaldo de los Estados árabes y de Occidente. Pero el momento de actuar es ahora”.
Los aliados árabes y libaneses de “Israel” buscan el colapso del Líbano
Ibrahim Al-Amin explora cómo la guerra hasta ahora revela las ambiciones abiertas y encubiertas de Occidente, “Israel” y algunos Estados árabes, que conducirían al colapso de Líbano. Sostiene que estas fuerzas, alentadas por lo que les parece un debilitamiento de Hezbolá, pretenden ahora desestabilizar Líbano. Su estrategia, sugiere, es incitar a una guerra civil, sin dejar ninguna zona o comunidad indemne al genocidio que iniciaron en Gaza.
Incapaces de debilitar directamente a Hezbolá, Israel y sus partidarios recurren ahora a aliados locales en busca de apoyo. “Israel” sabe que sus décadas de alianzas con diversas facciones libanesas han tenido poco éxito, pero persiste debido a la presión estadounidense y árabe.
La operación terrestre de “Israel” no marcha bien, y la capacidad de resistencia de Hezbolá preocupa tanto a Estados Unidos como a los aliados árabes, que temen que Líbano no se derrumbe como esperaban. A diferencia de la guerra de julio de 2006, el objetivo y las repercusiones de esta guerra están claros, lo que explica la prisa de Estados Unidos, junto con sus aliados árabes y libaneses, por lograr resultados en Líbano.
Las facciones libanesas alineadas con Occidente confían cada vez más en que pueden desempeñar un papel en la eliminación de Hezbolá, un paso fundamental en la remodelación del sistema político, que llevará al Líbano a unirse al proyecto de normalización global con “Israel”. Ahora pretenden revisar la estructura de gobierno del Líbano, tal y como se esbozó en el Acuerdo de Taif, por considerarla anticuada e incompatible con sus intereses actuales.
El peligro reside en la disposición de estos grupos a asumir riesgos peligrosos, aunque ello signifique desencadenar una guerra civil devastadora. Este camino, advierte Al-Amin, podría conducir a la partición de Líbano bajo supervisión extranjera, dejando a la nación fracturada y susceptible de control externo.
Fuente: alakhbar
Foto: El Diario/ Getty
