La variante Delta del SARS-CoV-2 estremece a África
Por Patricia María Guerra Soriano / Colaboración especial para Resumen Latinoamericano
África ocupa titulares en diferentes medios de comunicación en el mundo. Ahora se vuelve a hablar sobre la COVID-19 en sus regiones y cómo los nuevos linajes genéticos del SARS-CoV-2 expanden muertes e incertidumbres.
La variante Delta, identificada inicialmente en la India, predomina en Sudáfrica y se ha extendido por otras 16 naciones africanas con un aumento exponencial de contagios; incluso, está presente en tres de los cinco países que, en estos momentos, informan la mayor cantidad de casos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El doctor Matshidiso Moeti, director regional para el continente por la OMS, aseguró que la velocidad y la escala de la tercera ola “no se parecen a nada que hayamos visto antes”. Durante la semana anterior se registraron casi 202 mil nuevos casos, fue notable cómo las infecciones se duplicaron cada tres semanas y los decesos aumentaron en un 15 por ciento en 38 países del área.
La variante Delta también fue detectada en el 97 por ciento de las muestras secuenciadas en Uganda y en el 79 por ciento de las muestras recogidas en la República Democrática del Congo.
Naciones Unidas destaca en un reporte que este linaje parece impulsar la enfermedad entre los adultos jóvenes, pues, por ejemplo, en Uganda, se le atribuyen el 66 por ciento de los estadíos graves desarrollados por personas menores de 45 años.
Para Moeti, “la propagación desenfrenada de variantes más contagiosas lleva la amenaza a África a un nivel completamente nuevo. Más transmisión significa enfermedades más graves y más muertes, por lo que todos deben actuar ahora e impulsar las medidas de prevención en función de evitar que una emergencia se convierta en una tragedia”.
Otras dos variantes, Alfa y Beta, considerablemente más transmisibles que el virus original, han sido detectadas en 32 y 27 países respectivamente. Mientras la primera se ha registrado en la mayoría de los países del norte, oeste, centro de África; la segunda se extiende más al sur.
Por otra parte, de acuerdo con estimaciones de la ONU, ante el incremento del número de casos y hospitalizaciones, la demanda de oxígeno es de un 50 por ciento mayor que en “el pico” de la primera ola hace un año.
El doctor Moeti también insistió en la disminución del envío de vacunas al continente, pues solo 15 millones de personas están completamente vacunadas, lo cual representa apenas el 1, 2 por ciento de la población africana.
“Mientras los desafíos de suministro continúan-sentenció Moeti- compartir las dosis puede ayudar a cerrar la brecha. Estamos agradecidos por las promesas hechas por nuestros socios internacionales, pero necesitamos una acción urgente sobre las asignaciones. África no debe dejarse languidecer en medio de su peor ola de contagios hasta el momento”.
Foto de portada: un.news