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Más “bondades” y otras realidades del sueño americano (II)

Por José Luis Méndez Méndez / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Más del 95% de la población de la ciudad de Hialeah, es de origen cubano. Un eslogan parece ser la llave que abre la urbe: “Hialeah, es más Cuba, es calor humano. Eso es lo que le falta a este país”, aseguran dos dependientas del “Tu café”, un negocio abierto en esa ciudad floridana desde finales de los años sesenta del siglo pasado.

Además de los devaneos administrativos, que excusan su mal proceder para enfrentar la indigencia alegando inusitadas subidas de los alquileres, que provocan el éxodo a las calles, hay otros resortes que se aplican, como la represión policial a los indigentes. Una denuncia de maltrato a indigentes, es investigada por el Departamento de Policía de Hialeah, dos policial enfrentan cargos por secuestro y agresión a una persona en situación de calle.

Los oficiales de policía Lorenzo Rodríguez y Rafael Quinos de 22 y 27 años respectivamente están acusados de excesos en la persona de José Ortega Gutiérrez, de 55 años, residente en las calles de Hialeah. Según la denuncia, los uniformados extrajeron al indigente merodeando el negocio Los Tres Conejitos y lo llevaron a un descampado distante donde lo arrestaron y esposaron en una zona aislada y oscura, donde además fue golpeado y lanzado al suelo con inusitada violencia verbal y corporal.

Los golpes contundentes le hicieron perder la conciencia y al despertar estaba solo, abandonado y sangraba por la frente. Los agresores eran veteranos a pesar de la corta edad, del Departamento policial, Rodríguez con 4 años de servicio y Quinos con 5 años en el cuerpo. La víctima fue encontrada por otro oficial de policía.

El hecho ominoso, destapó otras inmoralidades del cuerpo armado. Un sujeto, ahora involucrado en el caso, identificado como Ali Amin Saleh, de 45 años, fue detenido acusado de manipulación de testigos. Según obra en el expediente investigativo, Ali se acercó a la víctima doce días después del hecho haciéndose pasar por “detective privado” y le conminó a que firmaran una declaración jurada, que ya había sido notarizada, donde reconocía no haber sido golpeado por los dos oficiales y a cambio se le ofreció 1,350 dólares, extraña cifra.

A sabiendas de su condición de indigente y por lo tanto necesitado y sin recursos, el agredido firmó la declaración y tomo el dinero por su  estado de necesidad, pero de nada valió el ardid, ya que el GPS del auto patrulla utilizado en el ilícito, mostró que se habían apartado considerablemente de su ruta de trabajo y la ubicación los colocaba en el lugar de la agresión. Para realizar el ataque los oficiales apagaron sus cámaras corporales.

El nuevo jefe de la policía de la localidad George Fuente, deploró el acto insistió en cambiar “la cultural del terror, por el liderazgo de servir con ejemplo”, al parecer es una práctica del cuerpo el empleo desmesurado de la violencia para hacerse sentir.

La mencionada Iglesia Rescate en Hialeah se ha convertido en refugio, es la primera vez en alojar en sus instalaciones a personas en indigencia. El  aula para niños dentro del recinto ha sido acondicionada como un refugio temporal desde hace mes y medio como Los tres hombres que han recibido el beneficio tienen permitido permanecer en las instalaciones de 6 p.m. a 8 a.m., además de que deben comportarse ejemplarmente y demostrar que están trabajando y esforzándose por conseguir un lugar dónde vivir. Se ha dispuesto de un baño portátil y un camión ducha para ofrecerles a los indigentes que viven en las calles de Hialeah su aseo semanal.

Sin embargo, para no invertir, la Alcaldía, considera que aún la ciudad no ha llegado al punto de necesitar refugios para albergar a las personas sin hogar, aunque dueños de establecimientos comerciales se han quejado porque numerosos de estos indigentes duermen frente a comercios, los sin voz ni techo, se ven con mayor frecuencia en los alrededores de ferreterías. Se estima que el fenómeno hay que corregirlo desde lo humano, pero también desde lo sanitario porque podría convertirse esos albergues en zonas de violencia.

Hay casos emblemáticos, indigentes que han formado parte del folclor y la cultura de la ciudad por décadas, tal es el caso de Arturo Báez, cubano de 59 años, visiblemente afectado con quemaduras por la exposición del sol y llagas en la piel por picaduras de mosquito, quien dice haber vivido en la calle  de Hialeah por más de 40 años.

Era el mayor de tres hermanos y no había suficiente comida para todos. Llegó con su familia a Estados Unidos: sus hermanas, mamá y abuela. “Estoy en las calles de Hialeah desde que nos mudamos a este país en 1982”, se lamentó. El hombre relató que el mayor riesgo de vivir en la calle es que: “te quieren quitar el dinerito. El demonio se quiere aprovechar de uno, pero sí estoy cansado. No tengo ni dónde apoyar la cabeza. Si te sientes mal no hay a quién llamar. Estoy solo contra los demonios”.

La deslumbrante urbe de Hialeah, es parte del Condado Miami-Dade, de la Florida, pero este estado es el tercero con más indigentes en todo Estados Unidos, sin contar con que en la ciudad, son tantos, que se desconoce su cantidad.
El estado de Florida, 27, 487, sin contar el monto en la mencionada ciudad; California, 161,582 y Nueva York, con 91, 271, con mayor número de personas en estado de indigencia, según el Consejo Interinstitucional sobre personas indigentes de Estados Unidos (USICH), única agencia federal cuya misión está enfocada en prevenir y terminar con la falta de vivienda en el país.

Los cinco condados de Florida con mayor número de indigentes son: Miami-Dade, con 3,224 personas; Broward, con 2,561; Pinellas, con 2,307; Orange, con 1,162, y Duval, con 1,137, según datos de 2021 del Departamento de Salud de la Florida.

Recientemente, la Secretaria de Vivienda y Urbanismo (HUD) de Estados Unidos visitó Miami, para analizar la realidad de las personas en situación de calle. Expresó: “Creo que pasamos por alto la falta de vivienda en este país”. “En la nación más grande del mundo, casi 500,000 personas duermen en las calles… todas las noches. Es una farsa”, subrayó.

En Hialeah, no solo pulula la indigencia en sus calles, también tiene otras realidades, desconocidas e imposibles de creer, para aquellos que piensan o quieren creer que es imposible, por ejemplo que un establecimiento de la cadena Sedano en esa ciudad no haya pasado la inspección por haberse encontrado moho en la comida y excrementos de ratón, también por cucarachas muertas, comida sucia y otros problemas.

El sueño americano es cada vez más pesadilla para muchos y su sol no sale para todos, tiene no solo manchas, también “bondades” y realidades.

(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: AP.

 

 

 

 

 

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