Analizan problemáticas demográficas de 2022 que influyen en el presente año
La población disminuyó en 13 provincias y el municipio especial, Isla de la Juventud, y solo crecieron de forma total en Artemisa y La Habana, reveló la doctora Matilde Molina Cintra, subdirectora del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana (Cedem), durante un análisis llevado a cabo en Camagüey para chequear las políticas de atención a la dinámica demográfica y el trabajo de los grupos y observatorios de ese particular.
Entre las causas de la disminución se encuentran el «muy bajo índice de fecundidad, con bajos niveles de mortalidad y un saldo migratorio externo negativo», precisó la especialista en una nota publicada en el periódico local Adelante.
«No importa cuántos seamos si somos capaces de mantener el uso óptimo de los recursos laborales y una base productiva adecuada en la sociedad», refirió la subdirectora del Cedem en la cita, donde se presentó el informe de las problemáticas identificadas en 2022 que influyen en el comportamiento de las variables en el presente año.
Según la especialista se experimentó «un decrecimiento natural, es decir, fallecen más personas de las que nacen, expresado en 124 municipios, de los 168, en 12 provincias y la Isla de la Juventud y un saldo migratorio interno negativo en 117 localidades».
También se refirió al aumento de la población de 60 años o más, que en 2019 representó un 20,8 % de los cubanos, y al cierre de 2022, se tradujo en un 22,3 %.
Consecuente con ese indicador, la investigadora abordó el detrimento de las personas en edad laboral, aunque manifestó: «tenemos hoy todavía una reserva laboral antes de los 60 años, que viene del boom demográfico ocurrido en los ‘60, ‘70 y ‘75 y esa es la población que debemos potenciar».
Sobre los diferentes números de Camagüey, el doctor Rafael Araujo González explicó que es una de las regiones que posee un índice de envejecimiento superior al del país y con los mayores niveles en Guáimaro y Florida.
Otros datos preocupantes se relacionan con la fecundidad, determinada en gran medida por las adolescentes. El enclave posee una tasa de un 21,4 %, lo que significa que cada cinco mujeres que dan a luz, una es adolescente y en la zona rural, una cada cuatro. Concluyó que en Camagüey paren más féminas de entre 15 a 19 que de 30 a 34, cifras disfuncionales para el territorio.
Enfatizaron los investigadores en el impacto adverso de los alumbramientos en edades tempranas, para las jóvenes madres, la familia y la sociedad que abren brechas de pobreza y de género. Además, aconsejaron diseñar una labor cohesionada entre todas las instituciones asociadas con las futuras madres, efectuar trabajo educativo, preventivo y un análisis más profundo de la situación de ese sector sensible.
A inicios de este año, ante los miembros del Consejo de Ministros, Juan Carlos Alonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información, comentó que en el país la población continúa decreciendo naturalmente -ocurren más defunciones que nacimientos- aunque la cuantía es significativamente menor que en 2021.
Como parte de la aplicación de la Política para la Atención a la Dinámica Demográfica en el año 2022, varias acciones se implementarán para perfeccionarla.
Al respecto, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, llamó la atención sobre la necesidad de dar una mirada particular a las comunidades rurales, donde es muy elevado el nivel de envejecimiento y existen problemas muy grandes, que para resolverlos el Consejo de Ministros abordó en una de sus reuniones el programa de la Revalorización de la ruralidad en Cuba, indica el reporte publicado en la web de la Presidencia cubana.
También llamó a realizar acciones que permitan acercar los diferentes servicios a la población de estas localidades, analizó la atención priorizada que se debe brindar a los jóvenes y al cuidado de los ancianos, y llamó a implementar acciones de manera diferenciada en las comunidades más complejas.
Tomado de Granma/ Foto de portada: Endrys Correa Vaillant