“La Guardería” llega a La Habana
Por Syara Salado Massip y Victor Villalba / Resumen Latinoamericano – Cuba
“Mucho tiempo después leí el cuento de Cortázar La autopista del Sur, no tuvo la intención ni nada Cortázar, pero cuando yo leí ese cuento para mí fue lo más representativo de lo que yo sentí: avanzar indefectiblemente hacia adelante sola…Vos mirabas atrás y no quedaba nadie de la Guardería, aquello no fue elegido, nadie quedó, nadie decidió quedar en ese embotellamiento, pero fue la cotidianidad, fue los afectos, fue la protección, fue la sobrevivencia durante un tiempo. Cuando arranca, ¿Quién te dice que adelante es mejor?”
Así comienza su relato Amor Perdía, una de las hijas e hijos de Montoneros, organización militante que luchaba contra la dictadura que gobernó en la época más oscura y triste de la historia Argentina. Fueron más de 30 niñas y niños cuyas edades oscilaban entre los 6 meses y los 10 años; sus padres decidieron enviarlos a Cuba para protegerlos mientras ellos regresaban a la Argentina para intentar poner fin a la dictadura militar, en lo que la organización política llamó La Contraofensiva. Para aquellos jóvenes padres fue una de las decisiones más difíciles, pero cuando se trata de los hijos la vida es lo primero. Entre cartas, fotos y recuerdos fueron acogidos en una casa grande y blanca, con un hermosos jardín rodeado de palmeras, en la tierra de Fidel y del Che.
El 23 de mayo, el hermoso patio de la Cinemateca de Cuba se transformó en una sala de proyección al aire libre, estrenando el documental argentino de Virginia Croatto La Guardería, autora también del libro.
En la presentación Adela Segarra, quien fuera militante de Montoneros, expresó “…Nosotros los sobreviviente teníamos esa culpa de sobrevivir pero también teníamos la convicción de seguir luchando y Cuba nos ofreció un espacio de cuidados de nuestros hijos…en esos años para nosotros combatir era una obligación, seguir combatiendo era una obligación, pero pensar que había un lugar para dejar nuestros hijos, dónde la identidad de ellos se pudiera preservar, dónde nuestra identidad revolucionaria se pudiera mantener era fundamental y creo que Cuba nos ofrecía la garantía de esa identidad y el cuidado amoroso de todos los que nos acompañaron en esos años.”
El documental recrea, entre anécdotas narradas por los “chicos” de La Guardería, los miedos, incertidumbres, sensaciones, recuerdos, alegrías, tristezas, risas y lágrimas, que experimentaron todos y cada uno de ellos desde la experiencia vivida. En sus recuerdos la realidad y la fantasía se mezclan, creando conceptos indestructibles que los acompañarán toda la vida: lo colectivo, el grupo, el hogar, la familia, la justicia y la igualdad.
A pesar del trasfondo que los unió, la ausencia de los padres y la lejanía, fueron felices en esa etapa de sus vidas, asistieron a la escuela, jugaron libremente en los parques, cantaron las canciones que sabían y aprendieron otras, se guardaron secretos, se crearon códigos, se unieron para siempre y formaron un grupo, una familia extendida en la que algunos de aquellos niños y niñas no volvieron a ver a sus padres porque fueron secuestrados, cayeron en combate.
Sobre esta obra testimonial presentada para el pueblo cubano-, Luis Ilarregui, Embajador de Argentina en Cuba expresó:
“Semana de Mayo. Conjuntamente con la Cinemateca de La Habana y en el patio de la entidad proyectamos el film de Virginia Croatto, La Guardería. Ligada estrechamente a la vida de Adela y sus hijas e hijo, emociona del principio al fin. Destacable es que esos niños que vivieron la solidaridad de Cuba acogiéndolos, hoy son hombres y mujeres comprometidos con el devenir de nuestros Pueblos”.
La Guardería es una de las más hermosas expresiones de amor y vida. A aquellos niños y niñas, a la memoria de sus madres y padres, a los compañeros que con tanto amor los cuidaron, a las que los amaron y educaron como hijas e hijos, y a la autora de este precioso documental, nuestra gratitud por enseñarnos esta lección de vida, hermandad y esperanza.
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