En el Parlamento Europeo, ataque frontal de la derecha a la Revolución Cubana
Por Geraldina Colotti.
La “propuesta de resolución del acuerdo de cooperación y diálogo político UE-Cuba”, elevada al Parlamento Europeo, ha despertado una ola de indignación. Un texto que da cuerpo a los peores fantasmas de la pasada “guerra fría”, replanteados en salsa “democrática” y aderezado con la habitual retórica sobre los “derechos humanos”. Fue presentado por un grupo de diputados de derecha y extrema derecha reunidos en el ECR (Conservadores y Reformistas Europeos). Con ese texto dieron voz a las peores falsedades y calumnias contra la revolución cubana, asumiendo de lleno la propaganda de la más rancia oposición, cubana y venezolana, a sueldo de Estados Unidos.
Ninguna persona lógica, aunque mal intencionada, que haya pisado siquiera una vez el suelo de Cuba, podría suscribir, ni remotamente, la serie de grotescas acusaciones, que pintan a la isla como un lugar infernal, donde se desaparece a la gente o se tortura. Viéndolas, sin embargo, estas calumnias, todas anilladas, y presentadas “a la luz de la reciente visita del alto representante de la UE a la isla”, se tiene la dimensión del ataque frontal decidido contra la revolución cubana, la proporción del chantaje y el objetivo: la desaparición pura y simple del sistema de gobierno revolucionario, elegido en 1959 por el poder popular, y confirmado desde entonces. La cancelación, también, de quienes, como Venezuela, se refieren al socialismo y por ello están investidos de semejantes atrocidades.
Tres puntos son centrales en este sentido, y vale la pena destacarlos:
“Considerando que el sistema comunista impuesto paulatinamente a Cuba excluye cualquier perspectiva de cambio democrático, pues el artículo 5 de la Constitución cubana establece que el “Partido Comunista de Cuba, único, marciano, fidelista, marxista y leninista” es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y el Estado, mientras que los artículos 4 y 229 definen el sistema político actual como irreversible; que el artículo 3 de la Constitución cubana establece que un sistema basado en un solo partido político se declara “irrevocable”; que el artículo 224 prohíbe a las generaciones actuales alterar la futura irreversibilidad del socialismo, así como el actual sistema político y social; que el sistema político actual de Cuba es incompatible con las solicitudes de la UE de celebrar acuerdos de cooperación; Considerando que el respeto de los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales es fundamental para la UE y es uno de sus principales objetivos en sus relaciones con otros países”; la resolución “condena, deplora, desaprueba” e insta a la UE a “suspender de inmediato el diálogo político y el acuerdo de cooperación entre la UE y Cuba”.
El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (PDPC) entre la Unión Europea y Cuba, firmado en diciembre de 2016 y en aplicación provisional desde el 1 de noviembre de 2017, contiene una serie de guanteletes, que ahora se reactivan. Cuando se presentó en Italia, pues, estaba en pleno el ataque a la revolución bolivariana, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, tuvo que rechazar más de un torpedo lanzado al respecto por una prensa totalmente alineada con quienes siguen animando los ataques sobre el socialismo a nivel europeo.
Un ataque frontal que, hoy con más arrogancia, pretende arrinconar los ideales del socialismo, criminalizando sus herramientas y pervirtiendo sus resultados. Un ataque que requiere una respuesta frontal, firme y unificada de los movimientos populares y de las fuerzas alternativas, en defensa de la libertad de los pueblos para decidir su propio destino, sacando de una vez al fascismo de la historia.
Tomado de Resumen Latinoamericano – Argentina.