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Investigan a empresa española por espiar a Rafael Correa y Julian Assange

La Justicia española investiga a un exmilitar, dueño de la empresa de seguridad UC Global, SL, por espiar al expresidente ecuatoriano Rafael Correa durante reuniones que mantuvo en 2018 con exmandatarios de Argentina, Brasil y Uruguay. Los informes habrían sido entregados a la CIA, reveló el diario El País.

Quien está en el centro de la investigación es David Morales, exmilitar que había sido contratado por el Gobierno de Correa (2007-2017) para hacerse cargo de la seguridad en la Embajada de Ecuador en Londres, Reino Unido, donde estaba refugiado el fundador de Wikileaks, Julian Assange. La información sobre su actividad paralela fue hallada en un disco duro externo en el que guardaba las operaciones y proyectos en los que participaba la empresa.

Al analizarla por orden del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, se comprobó que personal de UC Global, SL, empresa ubicada en Jerez de la Frontera, Cádiz (España), había acompañado a Correa como escolta en el marco de un viaje que realizó entre el 18 y el 24 de marzo de 2018, en el que se entrevistó con los expresidentes de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, y de Uruguay José Mujica.

Según la investigación, el nombre de la CIA aparece en varios archivos guardados en los discos de Morales, quien fue detenido en 2019. También se comprobó que junto con los informes sobre ese viaje había otros en inglés referidos a reuniones privadas que Correa mantuvo en su domicilio de Bruselas, Bélgica, donde se instaló tras su salida del Gobierno.

Entre ellos figura uno titulado Brussels Meetings (Reuniones de Bruselas, en español) escrito el 17 de noviembre de 2017, en el que Morales describe los encuentros y conversaciones que tuvo el exmandatario ecuatoriano en su residencia. El informe detalla los números de serie de sus dispositivos electrónicos iPad y su computadora portátil.

El contrato con la compañía de servicios de seguridad fue cancelado luego de que uno de los escoltas le confesara a Correa que Morales les había pedido que redactaran informes sobre sus reuniones y actividades políticas y personales. Desde entonces, la información le comenzó a llegar al sucesor de Correa, Lenín Moreno, quien se convirtió en su adversario político. Esto fue confesado por el propio Morales a la gerente de UC Global, SL cuando se rompió el vínculo con Correa.

 

Assange también fue investigado

Al estar a cargo de la seguridad en la Embajada ecuatoriana en Londres, Morales les pidió a sus trabajadores que espiaran las reuniones de Assange con sus abogados. Esas grabaciones habrían sido enviadas a la CIA. Una vez detenido, los abogados del fundador de Wikileaks le preguntaron durante las audiencias por qué tenía guardados informes y correos electrónicos en inglés, a lo que respondió que su intención era “mejorar el inglés de sus trabajadores”.

Otra pista sobre el presunto vínculo de Morales con la agencia de inteligencia de EE.UU. es un correo electrónico que en diciembre de 2017 envió a sus trabajadores desde el hotel The Venetian de Las Vegas (EE.UU.), en el que revelaba que le habían dado instrucciones para programar el ‘streaming’ de los audios y vídeos que estaban grabando a Assange: “[Que] solo vean lo que nos interesa […], que no puedan visualizar quién tiene más conexiones o quién está conectado al sistema”.

 

Más víctimas
La investigación de la Justicia española también permitió saber que Morales manejó información de las hijas de Correa, Sofía y Anne, a quienes les instalaron dos virus troyanos de la empresa Tradesegur en sus teléfonos móviles cuando su padre aún era presidente. De esa manera, podían tener el control de los mensajes y conversaciones mientras las jóvenes estudiaban en Francia.

Por otra parte, en un ‘pendrive’ guardado en la caja fuerte de la sede de la empresa fueron encontradas imágenes sexuales de un miembro de la diplomacia ecuatoriana destinado a la Embajada en Londres. Según uno de los testigos protegidos que declaró en la querella iniciada por Assange, las fotos habían sido sacadas de un disco duro privado del damnificado que fue copiado por un trabajador de UC Global, SL. Morales entregó ese material al director del servicio secreto de Ecuador, Bolívar Garcés, cuando le comunicaron que el contrato iba a ser dado de baja.

Al analizar las conversaciones por WhatsApp con sus trabajadores se infiere que trató de usar ese material como chantaje para no perder el contrato. Por su parte, Morales declaró que esas fotos fueron un hallazgo casual durante un “análisis de seguridad” de la computadora del damnificado, quien aseguró que había borrado las imágenes del disco externo “muchísimos años” antes, por lo que sospecha que esos archivos eliminados lograron ser rescatados y usados para extorsionar a Garcés.

 

Tomado de RT en Español/ Foto de portada: Archivo Página/12.

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