Los polos opuestos no siempre se atraen
Por Flor de Paz* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
Un estudio publicado en la revista Nature Human Behaviour asegura que, en las relaciones de pareja, los polos opuestos no se atraen. De acuerdo con los autores —quienes realizaron un exhaustivo análisis en la Universidad de California, en Boulder, sobre más de 130 rasgos y millones de parejas a lo largo de más de un siglo— las mayores recurrencias se hallan en cuestiones como la opinión política, religiosa, el nivel de educación o intelectual, el consumo de alcohol o tabaco.
El reporte asegura que en casi el 90 por ciento de dichos rasgos las parejas se mostraron notablemente similares y sólo el tres por ciento se clasificó como sustancialmente diferente. Asimismo, se hallaron conexiones más elevadas entre fumadores empedernidos, bebedores habituales y abstemios.
Tanya Horwitz, doctoranda del Departamento de Psicología y Neurociencia y del Instituto de Genética del Comportamiento (IBG), primera autora de la investigación, lo resume así: “las aves del mismo plumaje tienen más probabilidades de juntarse”.
Puede parecer algo meramente anecdótico —añade—, pero estos hallazgos podrían tener importantes implicaciones para el campo de la investigación genética, al arrojar luz sobre fuerzas invisibles que pueden influir en las relaciones humanas.
En palabras de Matt Keller, autor principal y director del IBG, muchos modelos genéticos suponen que el apareamiento humano es aleatorio.
Pero, “este estudio demuestra que dicha suposición es probablemente errónea”.
Los investigadores realizaron “revisiones sistemáticas y meta análisis de efectos aleatorios de las correlaciones entre parejas humanas entre hombres y mujeres en 22 rasgos comúnmente estudiados por psicólogos, economistas, sociólogos, antropólogos, epidemiólogos y genetistas”, publica Nature Human Behaviour.
Las parejas no coincidían en todo a la hora de conectar, precisa Horwitz en una nota de businessinsider.es. “Importaban menos los rasgos de índole física como la altura o el peso; los de personalidad, como la extroversión, mostraron correlaciones mucho más bajas.
“La gente tiene todas esas teorías de que a los extrovertidos les gustan los introvertidos o que a los extrovertidos les gustan otros extrovertidos, pero la realidad es que es como lanzar una moneda al aire: los extrovertidos tienen las mismas probabilidades de acabar con extrovertidos que con introvertidos”.
(*) Periodista cubana especializada en temas científicos y Directora de Cubaperiodistas.
Foto de portada: La Vanguardia.