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Presentan en Cuba “El renacer de las cigarras” al cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado en Argentina

Por Laura V. Mor / Fotos: Yaimi Ravelo / Resumen Latinoamericano-Cuba /Video: Casa de las Américas

La Habana, 22 de marzo de 2024.- El próximo domingo se cumplen 48 años del último golpe cívico-militar en Argentina y desde Cuba, Hedelberto López Blanch presentó en la Casa de las Américas, “El renacer de las cigarras”, un tributo y homenaje a los 30 mil desaparecidos que dejó como saldo el terrorismo de Estado en el país del Sur latinoamericano. Participaron en el panel Graciela Ramírez Cruz , Directora de la corresponsalía de Resumen Latinoamericano en Cuba y Fernando Luis Rojas director del Fondo Editorial de Casa de las Américas.

Un libro duro y desgarrador del periodista, escritor e investigador cubano, que rescata las historias sufridas por mujeres argentinas en pos de que futuras generaciones conozcan en profundidad el horror desatado décadas atrás, pero que tiene sus consecuencias hasta nuestros días.

En varias naciones de Latinoamérica se llevaron a cabo similares golpes de Estado al ocurrido en Argentina, englobados en la “Operación Cóndor”, un plan sistemático ideado y apoyado por el Gobierno de Estados Unidos en un contexto de Guerra Fría.

En el caso de Argentina, fueron cinco golpes militares los padecidos durante el siglo XX, siendo el llamado “Proceso de Reorganización Nacional” (PRN) instaurado por el General Jorge Rafael Videla el 24 de marzo de 1976 contra el Gobierno de María Estela Martínez de Perón, el más sanguinario y perverso.

Esta dictadura cívico-militar perpetró un plan sistemático de desapariciones forzadas, que incluyó el secuestro y apropiación bajo otras identidades de 500 bebés, niños y niñas que al día de hoy, organizaciones de Derechos Humanos como Abuelas de Plaza de Mayo continúan buscando.

Según el Informe Nacional sobre la Desaparición de Personas, el 33% de los detenidos-desaparecidos eran mujeres (menores de 30 años en su mayoría) y el 10% de ellas estaban embarazadas al momento de la detención ilegal.

Muchas de esas mujeres pasaron por Centros Clandestinos de Desaparición, Tortura y Exterminio que (aunque unos pocos ya funcionaban en 1975) comenzaron a proliferarse tras el inicio de la dictadura cívico-militar.

El renacer de las cigarras” llega a Cuba –luego de presentarse en Argentina en octubre del año pasado- bajo la edición de Acercándonos, como forma de rescatar esas historias y que lo ocurrido se mantenga presente en la memoria histórica colectiva.

Este libro recoge 16 testimonios y “destaca estas luchas de mujeres que sufrieron y renacieron”, según lo describió Ana María Careaga, una de las protagonistas del libro, a través de un mensaje enviado por video.

Con relatos narrados en primera persona por sus protagonistas, se hace palpable la deshumanización y el sadismo que fue característico de las dictaduras cívico-militares con una misma lógica objetivo: disciplinamiento social y eliminación de cualquier vestigio de movimientos progresistas o de corrientes ideológicas de izquierda en la región para dar lugar a la instauración del neoliberalismo económico que pusiera fin al modelo industrializador que se intentaba desarrollar en América Latina, hecho poco conveniente para las grandes potencias, entre ellas Estados Unidos.

Un golpe que se diseñó, como todos los golpes, en Washington”, como dijo durante la presentación en Casa de las Américas, Graciela Ramírez, una de las mujeres que da testimonio de su historia en el libro.

Son “narraciones te llenan el alma de espinas”, como las calificó Hedelberto López Blanch al contar cómo se fue gestando un libro que “hace falta que lo conozca la juventud, no solo la cubana, también la latinoamericana”. En un momento histórico donde el neofascismo intenta posicionarse políticamente en nuestro continente, como dijo Adela Segarra –otra de las mujeres testimoniantes-, “volver a encontrarnos en el abrazo solidario es fundamental en estos tiempos de ofensiva de la derecha”.

Somos profundamente afortunadas porque podemos contar la historia, otras no pudieron”, afirmó Graciela, haciendo eco de las palabras de Ana María Careaga, y dando muestra de que efectivamente a las mujeres argentinas, aunque intentaron, no las han vencido.

En esta búsqueda por aumentar la visibilización de la historia de nuestros pueblos frente al negacionismo histórico que se acrecienta en las esferas de poder, la Casa de las Américas lucirá un mosaico con el pañuelo blanco, símbolo que identifica a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina y en el mundo.

En esta tierra de Martí, de Fidel y del Che, de Vilma y Celia, de Raúl y Díaz-Canel los necios del mundo nos sentimos como en casa y por eso buscamos en Cuba un lugar para nuestros pañuelos blancos”, escribió Adriana Doncel en la carta que acompañó el mosaico que hizo llegar desde Argentina.

Si de algo pueden servir nuestras historias es para alertar a las nuevas generaciones sobre el fascismo, el huevo de la serpiente que estamos viendo en Argentina, el genocidio y la deshumanización atroz en Palestina, alertar también a las nuevas generaciones que en Cuba desconocen el horror del fascismo”, como lo conocen estas 16 mujeres que han logrado sobrevivir, y renacer como la cigarra.

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