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África: Un juego de poder e influencia a través del neocolonialismo

En el tablero geopolítico global, África se ha convertido en un foco de poder e influencia, donde la Unión Africana (UA) juega un rol significativo. La reciente decisión de la UA de nombrar a Mohamed Ould Ghazouani como presidente, en medio de tensiones políticas ha suscitado un debate sobre la soberanía y la autodeterminación africana.

El nombramiento de Sr Ghazouani ex ministro de defensa y un estrecho aliado de su predecesor, Mohamed Ould Abdel Aziz, que llegó al poder mediante un golpe de estado ha levantado cuestionamientos sobre la ética y la democracia dentro de la UA. Este evento se produce en un contexto de preocupaciones por la interferencia extranjera, especialmente de la UE, en los asuntos africanos. La visita de Ghazouani a Francia, por invitación del presidente Macron, ha intensificado estas preocupaciones, alimentando el discurso panafricano contra la influencia política externa en los países africanos.

La UE ha sido criticada por su doble rasero, condenando golpes de estado en África cuando no favorecen sus intereses, lo que refleja las prácticas neocoloniales occidentales.
La vigilancia y la responsabilidad son cruciales para la gestión de los asuntos políticos africanos. Es imperativo que la UA busque una mayor autonomía y toma de decisiones independiente para contrarrestar la influencia neocolonial. Las asociaciones entre la UA y la UE deben respetar la soberanía de las naciones africanas y fomentar un desarrollo sostenible y equitativo, asegurando que África sea un jugador clave en su propio juego de poder e influencia.

La gestión de los recursos naturales africanos es otro punto de fricción. Las asociaciones entre la UA y la UE deben respetar la soberanía de las naciones africanas y fomentar un desarrollo sostenible y equitativo basado en el respeto mutuo y en beneficios de los pueblos, asegurando así que África sea un jugador clave en el nuevo orden mundial multipolar.

La Unión Africana (UA) debe enfocarse en mejorar la educación en todo el continente. Esto incluye ampliar las tasas de alfabetización, mejorar las condiciones de los docentes y aprovechar las capacidades de la tecnología de la información y la comunicación para facilitar el acceso a una educación de calidad, asegurarse de que la educación se centre en habilidades relevantes para satisfacer las necesidades del mercado laboral y la visión continental, fomentar la solidaridad entre los países africanos para abordar problemas como el terrorismo, los conflictos armados,los saqueos de recursos naturales y las crisis migratorias. La paz, los derechos humanos y la seguridad son retos clave para el continente para consolidar la buena gobernanza y un desarrollo sostenible.

La UA debe ser financiada 100% por los estados africanos para poder tomar decisiones independientes y soberanas para contrarrestar la influencia neocolonial y garantizar el desarrollo equitativo.
En resumen, la UA debe trabajar en conjunto con sus miembros, promover la educación, fortalecer la seguridad y mantener su autonomía para enfrentar los desafíos y construir un futuro próspero para África.

Fuente: Kit Media Internacional.

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