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Rusia y Ucrania sin paz a la vista

Por Diana Valido Cernuda.

Estados Unidos y la OTAN  le proponen a Kiev los mismos métodos para buscar resultados diferentes. Más armas, más dinero, y omitir la participación de Rusia en una cumbre que finalmente resultó un fiasco.

Luego de dos años de guerra entre Rusia y Ucrania y algunos intentos de negociaciones fallidos, sobre todo por la intervención tras bambalinas de Washington, la oportunidad de poner fin al conflicto estuvo sobre la mesa. 

Fue el presidente  ruso Vladimir Putin quien habló sobre una propuesta concreta para acabar la guerra. Sin embargo, Ucrania rechazó la iniciativa y en cambio decidió seguir adelante con una supuesta conferencia de paz promovida por sus patrocinadores internacionales. 

Una reunión que  lejos de buscar la paz estuvo destinada al fracaso desde el propio momento que decidió descartar la participación de Moscú que es una de las dos partes en conflicto

Mientras Estados Unidos está más interesado en prolongar esta guerra, a costa de aumentarle la cuota del apoyo financiero que los miembros de la OTAN  deben suministrar a Kiev y de paso hacer uso de los activos rusos congelados, la situación en el terreno no se muestra favorable para Ucrania. Ni el envío de más dinero o armas han modificado la ventaja ofensiva de Rusia.

¿En qué consiste esta propuesta de paz del Kremlin? ¿Qué gana Ucrania, o en particular Zelensky con no aceptarla? ¿A quién le conviene que continúe la guerra? En este reportaje nos acercamos a las posibles respuestas de estas interrogantes.

La propuesta de  Moscú para terminar la guerra

“Rusia hoy hace otra propuesta de paz concreta y real, pero si en Kiev y las capitales occidentales la rechazan como antes, en última instancia es su asunto, su responsabilidad política y moral de que continúe el derramamiento de sangre”. 

Estas  fueron las declaraciones del presidente ruso el pasado 14 de junio,  un día antes de celebrarse la  llamada cumbre de Paz en Suiza. Las condiciones a las cuales se refirió el mandatario guardan  bastante similitud con las planteadas al inicio de la operación militar especial en 2022.

“Nuestra posición inamovible es la siguiente: la neutralidad, la no alineación,  la desnuclearización de Ucrania  así como su desmilitarización y desnasificación”, afirmó el mandatario ruso.
 
Como parte de su propuesta, Putin expresó que las Fuerzas Armadas ucranianas deben retirarse completamente del territorio de la República Popular de Donetsk, de la República Popular de Lugansk, así como de las provincias rusas de Jersón y Zaporozhie.

“Deben reconocerse las nuevas realidades territoriales: el estatus de Crimea, Sebastopol, las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, las provincias de Zaporozhie y Jersón como sujetos de la Federación Rusa”, enfatizó Putin.

 

Esos territorios que  el gobierno  de  Kiev y las potencias occidentales definen como anexados ilegalmente por Moscú realizaron referéndums populares en septiembre de 2022 para unirse al territorio ruso con la presencia de  observadores y prensa internacional.

Incluso antes, en mayo de 2014, las entonces regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk  también celebraron referéndums de autodeterminación en medio de una operación militar de Kiev. 
 
Sin embargo, era de esperar que el gobierno ucraniano no reconociera en 2014  a las repúblicas de Donetsk y Luganks como tampoco reconoció en 2022 los referéndums de adhesión. En cambio, los batallones neonazis del ejército ucraniano habían estado atacando el  Donbass en los últimos ocho años antes de la operación militar de Rusia, ante el silencio de los gobiernos occidentales  que ahora se preocupan por la supuesta  anexión. 

La esencia de la propuesta de Putin no es congelar el conflicto, sino ponerle fin definitivamente, pero la respuesta de Ucrania y sobre todo de los que deciden el futuro de Kiev  no se hizo esperar.

La cumbre de Suiza y los grandes ausentes

El mismo día que el mandatario ruso anunció su propuesta  fue rechazada por el presidente de Ucrania Volodímir Zelensky quien se refirió al tema en una entrevista a Sky TG24. “¿Qué puedo decir? Estos mensajes son ultimátums, no son diferentes de otros ultimátums que ha hecho antes”, afirmó. “Quiere que le demos una parte de nuestros territorios ocupados, pero también quiere los no ocupados. 

En opinión del director del Instituto Español de Geopolítica Juan Antonio  Aguilar, director del Instituto Español de Geopolítica,  lo que diga el régimen de Kiev no tiene ningún valor porque al final no deciden nada. 

“Tendrán que decir lo que quiera la OTAN que se diga, y ¿qué quiere la OTAN? Lo que quiere Estados Unidos que se  diga. La cadena es esa. Desde abril de 2022 con el acuerdo fallido de Estambul, Ucrania ha pasado a ser un teatro de operaciones que está dominado por otros”, afirmó el experto en entrevista para el programa El Zoom de RT.

De todas formas, Zelensky no estaba interesado en ninguna propuesta proveniente de Moscú porque tenía sus expectativas depositadas en la cumbre de paz  que se celebró al día siguiente en Suiza. Un evento que contó con la participación de delegaciones de 90 países, de las cuales cerca de 60 estuvieron encabezadas por presidentes y jefes de Estado. 

La cumbre más allá de la atención mediática recibida, cerró sin grandes resultados a la vista y estuvo marcada por la ausencia de Moscú y China.

“Ayer Putin presentó una propuesta pero debemos decir la verdad, no está pidiendo negociaciones. Está pidiendo la rendición” declaró la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris quien asistió en representación de  Joe Biden. “Estados Unidos está con Ucrania, no por caridad, sino porque es de nuestro interés estratégico”, agregó  Kamala. 

Previamente, desde Washington, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin,  ya había ratificado la posición  de su país al responder que Putin no estaba “en posición de dictar a Ucrania lo que debe hacer para lograr la paz”. 

 

Era de esperar esa reacción del principal patrocinador de Ucrania que se ha encargado de prolongar el conflicto, mientras las muertes las ponen otros dos países. El profesor titular de la Universidad de la Habana Oscar Villar Barroso en entrevista exclusiva para este reportaje caracterizó la cita en Suiza como una cumbre de guerra  “Es absurdo pretender hacer una reunión de este tipo y que una de las partes involucradas  en el conflicto no estén presentes”, expresó Barroso.

“Esta cumbre fue orquestada por los Estados Unidos para ejercer presión sobre sus lacayos europeos, llevarlos a que más de 20 de ellos ahora estén dispuestos a dedicar el 2% de su PIB a la guerra  y no a buscar la paz en los absoluto. Cuando uno busca la paz lo que trata es de acercar a las partes en conflicto y no es lo que ha sucedido”, afirmó  Barroso.
 
Las propias conclusiones de evento mostraron que estuvo muy lejos de abordar en profundidad una posible salida al conflicto y reflejó por sobre todas las cosas, que el llamado sur global coincide en la necesidad de terminar la guerra pero difiere con los aliados de Estados Unidos en la manera de hacerlo.

Unos 12 países no firmaron la declaración final. Entre ellos Brasil, India y Sudáfrica, importantes potencias emergentes que forman parte de los BRICS.  El resto de las naciones que no firmaron el documento final fueron México, Armenia, Baréin, Indonesia, Eslovaquia, Libia, Arabia Saudita, Tailandia y Emiratos Árabes Unidos. Tampoco lo hicieron Ruanda, Jordania e Irak pero por alguna extraña razón aparecieron en la pantalla oficial del evento que informaba sobre los firmantes.
 
De acuerdo con los datos ofrecidos por la cumbre, 80 estados suscribieron  la declaración final, pero en esa cifra los organizadores incluyeron países, organizaciones e incluso estructuras internas de esas organizaciones. Por ejemplo, en la lista aparecen varios países de la Unión Europea por separado, luego aparece la Unión Europea  como firmante individual al igual que la Comisión Europea y el Parlamento Europeo. Tal parece que querían magnificar el apoyo para la opinión mediática. 

Los aspectos fundamentales que quedaron plasmados en dicha declaración  giraron en torno a tres temas, del total de diez puntos planteados inicialmente en el plan de Zelensky:  Control ucraniano sobre la planta nuclear de  Zaporozhie,  la garantía de seguridad de la navegación comercial y el intercambio de prisioneros de guerra.
 
Ante la reiterada mención  por parte de varios participantes como Alemania y Arabia Saudita de que debía incluirse a Moscú en cualquier negociación de paz,  Zelensky expresó que se celebraría una segunda cumbre donde estaría invitada  Rusia pero el documento final no hace mención alguna a una conferencia de seguimiento. 

De hecho, la presidenta suiza Viola Amherd, representante del  país anfitrión, reconoció que no había acuerdo sobre cómo y cuándo debería participar Rusia.

 

La falta de legitimidad de Zelensky

El gobierno de Ucrania ha complejizado por si solo las vias para resolver el conflicto.  Así lo explicó el experto español Juan Antonio Aguilar en entrevista para el programa  El Zoom de RT.

“No se puede iniciar ninguna negociación mientras la propia legislación ucraniana no cambie porque hay un decreto firmado por Zelensky  que prohíbe toda negociación con Rusia. En segundo lugar ¿qué negociación se puede llevar adelante, qué acuerdo se puede tomar si lo va a firmar una persona que no tiene legitimidad política para ello, porque Zelensky está fuera de su tiempo como presidente.”

El presidente ruso, por su parte,  no descarta mantener conversaciones con Ucrania, pero eso no significa hablar con el actual mandatario ucraniano. “Volodímir Zelensky no es la persona con la que se puede registrar un acuerdo por escrito, porque este registro es ilegítimo”,  expresó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, según la agencia de noticias rusa Tass. 

 

Putin se refirió al tema, durante la rueda de prensa que el líder  ofreció tras sus visitas de Estado a Corea del Norte y Vietnam “El régimen de Kiev no quiere dejar el poder y no quiere celebrar elecciones normales de acuerdo con la Constitución de Ucrania. En otras palabras, van a retrasar eternamente el alto el fuego, y les interesa que se mantengan nuestras tropas en estos territorios porque no les interesa celebrar elecciones.”

Sostener la guerra de Ucrania con dinero robado a Rusia

Mientras la cumbre  de Suiza no llegó a ningún acuerdo concreto y la propuesta de Putin cayó en saco roto para Ucrania y sus patrocinadores, los interesados en que la guerra continúe han realizado una ardua investigación para buscar más financiamiento sin seguir afectando sus propias fuentes. 

La solución la encontraron  en los activos rusos congelados, pero no le han llamado robo, lo consideran “un préstamo”.
 
Dos días antes de la cita en Suiza, los líderes de las potencias mundiales del G7 reunidos en Italia acordaron utilizar activos rusos congelados para financiar un préstamo de 50 mil millones de dólares  a Ucrania.
 
La mayor parte de los activos del Banco Central de Rusia se encuentran en Bélgica. Según el derecho internacional, los países no pueden confiscar esos activos a Moscú y dárselos a Ucrania.
 
La pregunta es cómo  Estados Unidos y sus aliados sacarían provecho de un dinero que no les pertenece. De acuerdo con un reporte de BBC, los recursos rusos congelados están generando muchos intereses -unos 3 mil millones de dólares al año-,  una cifra que el G7 considera que puede usar a su conveniencia.

El plan, según informó el G7, es pedir un préstamo en los mercados internacionales, dar unos 50 mil millones de dólares a Ucrania y utilizar los 3 mil  millones de dólares de intereses de los activos rusos para, a su vez ,pagar los intereses del préstamo cada año.

“Los intereses de un dinero robado, como los activos rusos también es dinero robado y en algún momento esos activos rusos y sus intereses lo tendrán que pagar alguien, lo tendrán que devolver. En este caso, Europa”, explica el experto español de Geopolítica Juan Antonio Aguilar. “Estados Unidos le dice a Europa yo te dejo el préstamo porque si en algún momento hay que pagarlo lo harás tú, en el fondo es una estafa.” 

Moscú, por su parte, dejó claro que responderá si hacen uso de sus activos  y tendrá graves consecuencias para todos los implicados.

Estados Unidos y la OTAN  le proponen a Ucrania los mismos métodos para buscar resultados diferentes. Más armas, más dinero, y omitir la participación de Rusia en una cumbre que finalmente resultó un fiasco.

Sin embargo, las bases para volver a una negociación se encuentran en las iniciativas diplomáticas anteriores. “Estamos a favor del diálogo con Ucrania, pero no sobre la base de algunas fórmulas efímeras, sino sobre la base de los acuerdos, que se lograron durante las difíciles negociaciones de un mes y medio en Estambul y Minsk”, expresó Putin recientemente.
 
Las propuestas que anunció Rusia en junio tienen fecha de caducidad pero el gobierno de Zelensky sigue esperando una intervención mayor de sus socios que hasta ahora han conseguido más beneficios empujando “desde afuera”.

 

Fuente: Al Mayadeen

Foto: BBC

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