Venezuela y los gestores del caos
Por Raúl Antonio Capote, especial para Resumen Latinoamericano
En el tablero geopolítico estadounidense Venezuela representa, por sus inmensas riquezas, una pieza fundamental.
De ahí que esa nación se encuentre, desde hace varios años, en el centro de las acciones desestabilizadoras de Washington.
Si seguimos paso a paso los últimos sucesos ocurridos en Venezuela, veremos que se cumple a cabalidad la agenda de guerra no convencional, diseñada por EE.UU. para mantener bajo su control al Continente.
El guión se repite una y otra vez, contra Nicaragua, Bolivia, Venezuela o Cuba.
Revisemos algunos puntos del manual de guerra no convencional contra América Latina, de los servicios especiales yanquis:
- Generación de diferentes formas de coerción económica, medidas que generan grandes episodios de espirales inflacionarias, falta de alimentos y bienes de consumo de todo tipo.
- Guerra mediática, en las redes sociales, ciberoperadores armados con ejércitos de bots, generalizan el envío de mensajes ofensivos, amenazas, rumores que afectan la credibilidad de las personas e instituciones.
- Factores externos, crean, contactan y organizan a grupos delincuenciales a los que arman y entrenan.
- Utilizan ha connotados pandilleros y a capos del narcotráfico para liderar acciones armadas. -Contrato de mercenarios y grupos paramilitares.
- Reclutamiento por las redes sociales de jóvenes sin afinidad política, menores de edad desvinculados de los estudios, con problemas de atención familiar, etc.
- La acciones para generar el caos son acompañadas por una gran ofensiva diplomática y de negación de la naturaleza democrática del gobierno, diciendo que tuvo su origen en un gran fraude electoral, que violan los derechos humanos y que son una dictadura.
Ahora el blanco es Venezuela y están intentando crear una causa de guerra para desatar una invasión que les permita lograr sus objetivos.
Los que mueven los hilos y las marionetas son los mismos de siempre.
Como telón de fondo de la contrarrevolución, está la oligarquía entreguista dispuesta a recoger las sobras del saqueo , esa que se presta para ponerle rostro a la “mala jugada”, pero no son más que eso, telón de fondo.
