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Los casos Dúrov en Francia y Vinatier en Rusia encienden tensiones diplomáticas

Pável Dúrov, el fundador de la aplicación de mensajería Telegram, se enfrenta a 12 cargos criminales en Francia, según informó la Fiscalía de París.

Entre los cargos más graves imputados a Dúrov se incluyen: «La creación de una plataforma en línea para posibilitar transacciones ilegales en un grupo organizado».

«La negativa a presentar, a petición de las autoridades, la información o documentos necesarios para realizar intercepciones permitidas por la ley».

Además, se le acusa de ofrecer herramientas para acceder ilegalmente a sistemas informáticos, tráfico de drogas, asociación delictiva, fraude organizado y blanqueo de dinero. La Fiscalía también señaló que «la detención policial fue prorrogada el 25 de agosto de 2024 por un juez de instrucción y puede durar hasta 96 horas (hasta el 28 de agosto)».

Según el comunicado, Dúrov fue detenido «en el marco de una investigación judicial abierta el 8 de julio de 2024, tras una investigación preliminar iniciada por el departamento de ciberdelincuencia de la Fiscalía de París».

La investigación continúa a cargo del Centro de lucha contra las criminalidades digitales (C3N) y la Oficina Nacional Antifraude (ONAF), por petición de los jueces de instrucción.

¿Presión geopolítica?

La reciente detención de Pavel Durov ha despertado controversia sobre los verdaderos motivos. Daouda Sawadogo, director de publicación del diario burkinés Éclair Info, opinó que la detención podría tener motivaciones geopolíticas más allá de las acusaciones oficiales. «Es un pretexto para detener a un ciudadano ruso en territorio francés y sabemos que estos días las cosas no van bien entre Rusia y la OTAN», afirmó el periodista.

El director burkinés plantea que las autoridades francesas podrían estar buscando «obligar al responsable de Telegram a proporcionarle cierta información confidencial», o incluso llegar al punto de «ceder el control de su plataforma a la OTAN». Sawadogo establece un paralelismo con otras plataformas de redes sociales, señalando que «WhatsApp, al igual que Facebook, está actualmente bajo control occidental».

Tensiones diplomáticas entre Rusia y Francia se intensifican

El periódico francés Le Figaro publicó un artículo sobre Laurent Vinatier, un francés empleado de una ONG suiza, detenido en Rusia a principios de junio, mientras (el medio francés) guarda silencio sobre la reciente detención de Pavel Dúrov, fundador de Telegram, en Francia.

Vinatier trabajaba para el Centro para el Diálogo Humanitario, una ONG dedicada a la mediación en conflictos. Según Le Figaro, citando al Tribunal de la ciudad de Moscú, su juicio está programado para el 3 de septiembre, enfrentándose a una posible sentencia de hasta cinco años de prisión.

El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) acusa a Vinatier de recopilar información militar que podría comprometer la seguridad nacional rusa. Además, se le imputa eludir las obligaciones previstas por la legislación rusa sobre agentes extranjeros.

El currículum de Vinatier revela una trayectoria académica que incluye la docencia en una prestigiosa universidad rusa. Sin embargo, un detalle en su biografía ha llamado la atención: en 2001, Vinatier realizó prácticas en la OTAN y en el International Crisis Group en Bruselas, donde se especializó en el Cáucaso y Asia Central. Durante este período, elaboró informes para Chris Donnelly, consejero especial para Asuntos de Europa Central y Oriental.

Donnelly, un coronel vinculado a la inteligencia británica MI-6, ha sido implicado en operaciones controvertidas, incluyendo presuntamente la preparación de un atentado en el puente de Crimea en octubre de 2022.

Fuente: teleSUR

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