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La entrada a los BRICS para Cuba es “lo más correcto y adecuado” frente a la guerra económica

Por Danay Galletti Hernández.

La decisión de incorporar a Cuba como país socio de los BRICS llega una semana después del apagón energético nacional que evidenció las consecuencias negativas del bloqueo estadounidense sobre la mayor de las Antillas y la agudización de las sanciones de Washington en los últimos años.

En este sentido, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien no pudo asistir a la recién concluida cumbre del grupo por la crisis energética nacional y el paso del huracán Oscar, expresó en X que el bloque representa “una gran esperanza para los países del Sur, en el arduo camino hacia un orden internacional más justo, democrático, equitativo y sostenible”.

También, el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez Parrilla, reconoció el interés y compromiso del territorio antillano en el trabajo, junto a sus miembros, por la “defensa del multilateralismo, paz, derecho Internacional y construcción de una agenda de desarrollo y cooperación que responda a las prioridades del sur”.

Para el doctor en Ciencias Históricas Oscar Julián Villar Barroso, la incorporación de 13 países a los BRICS resulta un incremento notable, pues entre miembros (10) y socios, el bloque incluye a 23 estados, “la proporción poblacional, territorial, dispersión por el mundo, así como, las potencialidades económicas de los mismos, le conceden un especial significado”.

El académico subrayó a Sputnik que Cuba experimenta desde 2019 el recrudecimiento de las políticas estadounidenses, pues durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021), se aplicaron 243 nuevas medidas restrictivas, “ello hizo más insostenible la situación para nosotros”.

Algunas de estas sanciones, incluso, fueron asumidas durante la pandemia por COVID-19, lo cual confiere un carácter de “crueldad a esas disposiciones”, por tanto, el ingreso a los BRICS representa para la isla “tener la posibilidad de evadir, como ya ocurrió durante la etapa soviética, las políticas de bloqueo”.
 
Una alternativa de ganar-ganar

Para el también máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales “más que un bloqueo, Estados Unidos asume una guerra total en contra del pueblo cubano, pues utiliza toda su influencia y poderío económico, comunicacional, financiero y la presión sobre otros países con el objetivo de sancionarnos”.

El académico mencionó la reciente desconexión masiva del sistema eléctrico nacional, provocada por la falta de combustible, la parálisis de plantas de generación y los problemas tecnológicos para el restablecimiento frente a las averías y el estado precario de las termoeléctricas, según anunciaron las propias autoridades.

En ese contexto, la mayor de las Antillas difundió que las decisiones extremas aplicadas por la Casa Blanca, diseñadas fundamentalmente para impedir los suministros de hidrocarburos, y de partes y piezas para el mantenimiento técnico y la inversión impactan también en suministradores, transportistas y aseguradores: solo en 2024, EEUU penalizó 53 embarcaciones y 27 compañías.
 
“Frente a esa política criminal, la entrada de Cuba al grupo es lo más correcto y adecuado que podría asumir el país […] Debemos adoptar las acciones necesarias para evadir la guerra económica y salir adelante en la construcción de una sociedad con todos y para el bien de todos”, insistió.
 
A los BRICS, añadió, pertenecen países también penalizados por Washington y Occidente que pueden colaborar con La Habana en temas de inversión y comercio, “no es un mecanismo de integración cualquiera, es un modelo de asociación atípico que se sustenta sobre la base del nuevo regionalismo o regionalismo abierto”.

Por ello, “no es casual que en el seno de ese bloque no se realice ningún tipo de amenazas, presiones o cuestionamientos políticos; en este escenario la nación caribeña puede desenvolverse de manera natural, pues el principio del grupo es ganar-ganar y permite que, mediante la cooperación los Estados puedan evadir las sanciones unilaterales”.

Agregó, que si bien confluyen en ese espacio territorios muy distintos, existe armonía y respeto a las asimetrías, es un mecanismo “multirracial y multicultural que aboga por un orden mundial justo, democrático y que sea multipolar y multicéntrico; los BRICS, decía Vladímir Putin, no es que sea antioccidental, es que no es occidental”.

Cuba posee una “reserva científica considerable”

Sin dudas, la pertenencia a los BRICS “nos puede ayudar a resolver muchísimos de nuestros problemas”, pero Cuba tiene para ofrecer al grupo “un know how de consideración”, si tenemos en cuenta que es el país con más graduados universitarios por habitante; además, posee una “reserva científica considerable y un potencial de desarrollo extraordinario”.
 
“Son conocidos los resultados en la industria farmacéutica, ingeniería genética y biotecnología. Tenemos numerosos adelantos en el campo de la investigación, pero nos detenemos en la fabricación a gran escala de los productos. No obstante, podemos ofrecer nuestros medicamentos exclusivos, entre ellos, el Heberprot P, la vacuna pentavalente y los interferones que pudieran, incluso, elaborarse en algunos de estos países, y constituir una importante fuente de ingresos”, explicó.
 
Además de la cultura, educación, ciencia e innovación, el experto subrayó las cuantiosas muestras de solidaridad de la mayor de las Antillas con territorios de otras regiones del orbe “nuestra vocación internacionalista permite organizar y colocar en cualquier escenario del planeta a personal médico y profesionales de otras ramas, y esto también puede ser útil”.

Otra de las áreas, de acuerdo con el académico, es el turismo, ya que la ubicación privilegiada y los enormes atributos naturales e históricos de la isla la posicionan como receptora ideal de posibles visitantes de las naciones de los BRICS y la rúbrica de convenios similares al que ya existe con la empresa rusa Gazprom.

“Es una buena noticia para nosotros y una muy mala para el imperialismo, pues nuestra entrada como socio al grupo nos permite interactuar con naciones que, en cierta medida, experimentan una situación parecida a la nuestra: castigadas, perseguidas y vilipendiadas y podríamos impulsar actividades hoy impedidas por la guerra económica”, indicó.

Discurso más asertivo ante desafíos actuales
Según aseguró a Sputnik Yaleska Muñoz Berroterán, politóloga y profesora universitaria nicaragüense, las alianzas propuestas dentro del grupo, además de eludir medidas unilaterales de Washington, resultan una plataforma estratégica al involucrar actores significativos dentro del sistema económico como China y Rusia.
 
“Promueven, asimismo, la creación y consolidación de soluciones propias que satisfagan las demandas y necesidades de las naciones del sur. El grupo no es un adversario de Occidente, más bien se presenta como una alternativa para esos territorios, al establecer acciones de cooperación bajo una lógica y perspectiva de inclusión, desarrollo sostenible y participación colectiva, a partir de sus contextos individuales”, aseveró.
 
La conformación del Nuevo Banco de Desarrollo promueve proyectos de infraestructura, viviendas, créditos y financiamiento en las monedas locales, ello, a juicio de la entrevistada, “rompe con esa lógica y esquema tradicionalista de una hegemonía del dólar y la dinámica de dolarización económica propuesta por entidades como el Banco Mundial y el FMI”.

El discurso de los BRICS, en su consideración, es mucho más asertivo respecto a los desafíos del escenario global contemporáneo y ofrece un modelo de relaciones diferente, centrado en el cooperativismo mutuo que rompe con el paradigma extractivista del sistema capitalista occidental.

Tomado de Sputnik / Foto de portada: AP.

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