Día del maestro cubano: Forjadores de Almas y Patria
“A todos nosotros, sin excepción, nos corresponde el papel de enseñar; a todos nosotros, sin excepción, nos corresponde el papel de maestros. La tarea más importante de todos nosotros es preparar el porvenir; nosotros somos, en esta hora de la patria, el puñado de semillas que se siembra en el surco de la Revolución para hacer el porvenir”.
Fidel Castro, 22 de agosto de 1961
Un tesoro conserva esta Patria Revolucionaria, la inmensa obra humana del maestro y la maestra cubana.
Forjadores de Almas y el amor a la Patria.
Impulsores del talento que encumbra el nombre de Cuba en infinitos escenarios.
Los educadores cubanos, fuente de inspiración en la creatividad e innovación de nuestros profesionales, guardianes de la cubanía y la tradición.
Por el mérito inconmensurable de su obra fueron condecorados casi medio centenar de destacados profesionales de la Enseñanza Superior fueron distinguidos este sábado en el Palacio de la Revolución, como reconocimiento a su valiosa trayectoria en la formación de los más jóvenes y por su contribución incesante al desarrollo y el perfeccionamiento del Sistema Educacional en Cuba.
En el Acto Nacional de Condecoraciones, que estuvo encabezado por el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, fueron distinguidos con la Orden “Frank País” de primer y segundo grado, la Medalla “José Tey” y la Distinción “Por la Educación Cubana”, educadores de gran prestigio, pertenecientes a las universidades y entidades de Ciencia, Tecnología e Innovación, con una trayectoria relevante en el desarrollo de la obra educacional cubana.
En nombre de todos los homenajeados, la profesora de la Universidad de Matanzas, Doctora en Ciencias Yamilé Quintero Cabrera, se refirió a la participación protagónica del sector en la construcción y defensa de la Revolución, así como a los retos que demanda el momento actual.
“Los educadores que hoy hemos sido condecorados en este acto sentimos el inmenso orgullo de haber contribuido a la formación de varias generaciones, aceptamos este reconocimiento con humildad y gratitud hacia los que nos formaron y antecedieron en este empeño, pero también con el compromiso de seguir aportando a la educación cubana”.
“Gracias a la labor de ustedes y de los miles que se encuentran en las aulas, laboratorios, municipios, fábricas y surcos, al trabajo de generaciones que nos precedieron con su ejemplo, la calidad y de la educación cubana se reconoce en todos los rincones del planeta”.
Destacó de manera especial, Walter Baluja García, ministro de Educación Superior, ratificó el compromiso de los profesionales del sector con la formación integral en las universidades, consecuente con las necesidades del país y los principios que defiende el Sistema Educacional cubano.
“Tantos educadores en todo el país dedican su vida a esta sensible y sacrificada labor de educar, de formar nuevas generaciones y hacerlo en medio de un contexto tan complejo”, lo cual consideró como “sencillamente admirable e inspirador”.
“La Educación Superior cubana no se detendrá por muchas que sean las dificultades. Tiene un ejército unido, comprometido, al servicio de la Revolución, que se inspira en el heroísmo de nuestro pueblo y en el ejemplo de quienes como ustedes dedican su vida a la más amorosa e imprescindible de las profesiones: forjar el futuro de la Patria”, subrayó.
A la ceremonia de condecoraciones asistieron, además, Susely Morfa González, jefa del Departamento de Atención al Sector Social del Comité Central del Partido; el viceprimer ministro Eduardo Martínez Díaz; los titulares de los diferentes organismos formadores del país, así como otros dirigentes del Partido y el Gobierno.
“Que podamos decirles al pueblo y al mundo, que como un esfuerzo más de nuestra Revolución, como un esfuerzo más de nuestro pueblo, no quedará un solo niño sin escuela y esto significa el desarrollo de la inteligencia de todos nuestros niños. Eso significa que no quedará un solo talento que no se abra a la luz. Eso significa que no quedará una sola inteligencia sin su oportunidad, ni quedará un solo maestro sin su vocación. Significa la concreción de los intereses, de todos los intereses de la nación, del maestro y del niño con un poco de sacrificio hoy, con una compensación futura en lo económico, pero sobre todo algo que no se logra con todo el oro del mundo, la satisfacción de haber servido a su patria en esta hora”.
Fidel Castro, 27 de agosto de 1959
Corresponsalía de Resumen Latinoamericano en Cuba con información de Presidencia de Cuba y Centro Fidel Castro / Fotos: Estudio Revolución.
