Internacionales

Las mentiras de Mr.Rubio (III)

Por Francisco Delgado Rodríguez.

Seguir abordando la estatura moral del secretario de estado estadounidense, Mr.Rubio, resulta en rigor una tarea ciertamente ingrata pero al unísono fácil, porque no es necesario escudriñar mucha información para llenar un expediente negativo del personaje. Su actual actuación y las tareas que debe cumplir se convierten en la gran mentira, que solapa otras intenciones.

Nada de esto sería de interés sino se pone en el contexto, en el momento en que desarrolla su misión de canciller imperial, con un jefe que no solo lo aborrece, sino que conoce las contradicciones, puede decirse que insalvables, que existen entre ambos. Ya se sabe, es de lo menos que Mr.Rubio quiere hablar pero las cosas son como son.

Hombre proveniente del llamado “estado profundo” y de inclinación “globalista” M.Rubio  reúne en sí mismo mucho de lo que Trump quiere erradicar, aunque sea solo como una pose para su base electoral. Mr.Rubio es un representante de esos “poderes ocultos”, que la base social de MAGA fue inducida a odiar, teorías conspirativas mediante, que Mr.Rubio ha criticado e intentado burlarse más de una vez.

Por ejemplo, fue Mr.Rubio uno de los cuestionadores entusiastas del ataque que las huestes trumpistas hicieron contra el Capitolio, el 6 de enero del  2021. Aunque en la ocasión Mr. Rubio evitó confrontar directamente con Trump sí reconoció la victoria de Biden, contribuyendo al clima de pugnas internas que el episodio provocó en las filas republicanas. Repitiendo la idea: Mr.Rubio en su calidad de miembro del “estado profundo” admitió públicamente la victoria de Biden; en otras palabras, es difícil imaginar que una afrenta de esa magnitud sea olvidada por el actual inquilino de la Casa Blanca. La vida pondrá en su lugar las cosas, ya veremos.

Siguiendo ese orden entra la agenda guerrerista, que Mr.Rubio representa cabalmente, vs la “pacifista” que Trump intenta exhibir. Desde promover invasiones a Cuba y Venezuela, pasando por sus criticas cuando Trump, en su anterior mandato, decidió sacar tropas estadounidenses de Siria; igualmente, la postura respecto al conflicto en Ucrania que, como ya vimos en otro artículo de esta serie, “Las mentiras de Mr.Rubio (2)” el “pacifismo” de Trump supuestamente tiene un conflicto con los intereses de uno de los principales aportadores de fondos a Mr.Rubio, el complejo militar industrial, que logró utilidades astronómicas con esa guerra.

En el terreno estrictamente electoral se recuerdan las primarias del Partido Republicano en el 2016, cuando Trump apareció sin contar con nadie, es decir, sin claro apoyo del poder partidario tradicional, Mr. Rubio fue lanzado como una especie de antídoto, figura joven que podría ser controlado fácilmente, y que le robaría votos, por derecha, desde su rancio conservadurismo, al “arribista” Trump.

Ya se sabe cómo esa historia terminó, fiel al mandato que le dieron, Mr.Rubio trató de ridiculizar a Trump, tildándolo de vulgar, de estafador profesional, a lo que este respondió con el epíteto de “pequeño Marco, de manos pequeñas”, calificativos que quedaron para siempre en los anales de la picaresca, que caracteriza los enfrentamientos electorales made in usa, y que sintetiza la consideración que desde entonces tiene de su actual canciller, como diciendo que mosca no mata águila, metáfora muy popular en Suramérica, donde la mosca es Mr. Rubio, claro.

Siendo presidente el “estafador profesional”, Mr. Rubio acompañado del criminal Bob Menéndez, ahora prisionero, armaron desde el Senado una torcida política contra la Revolución venezolana, buscando con ello hundir a la cubana, con el supuesto que así le cortarían a Cuba una de las fuentes más estable de portadores energéticos. 

Pues en el 2019 convencieron a Trump, para entonces algo inexperto en estos temas, en que la solución era inventar un gobierno paralelo; nació así el “presidente” Guaido, proyecto que derivó en uno de los ridículos más sonados en política internacional, con el que tiene que lidiar el afán hegemónico del Imperio. De Guaidó y compañía quedan solo cadáveres políticos, acosados por las revelaciones del escándalo USAID, en el que se demuestra que se robaron olímpicamente millones de usd, aportados por los contribuyentes estadunidenses, y lo peor para M.Rubio, es decir lo mejor, es que la Revolución bolivariana sigue ahí, más fortalecida que nunca.

Como comedia esta vez, ahora Mr.Rubio lo vuelve a hacer, y mete a su jefe en otra versión de la telenovela “acaben con Maduro” impulsando la eliminación de las licencias de combustible que habían otorgado a Chevron Corporation. Prisionero de su propia irresponsabilidad, comienza a trillar el mismo camino de desconocer y sancionar a Venezuela. Mr.Rubio parece que desconoce aquella frase que le atribuyen a Albert Einstein cuando expresó: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes.»

Siguiendo este modus operandi o locura al decir de Albert, Mr.Rubio con su habitual retórica anti cubana, encabeza también la cruzada de ocasión contra la familia cubana. Al cierre de este artículo ya acumula 7 medidas, excepto una, el resto resultan un reciclaje de lo ya dispuesto por su jefe en su primer gobierno.

Resumidamente estas medidas son la reincorporación de Cuba en la lista de países promotores del terrorismo; la imposición de la llamada lista restringida según la cual Mr.Rubio y compañía decretan que ningún estadounidense puede hacer tratos con cualquiera de las instituciones enlistadas; aplicación del Capítulo III de la Ley Helms Burton; suspensión de las remesas; suspensión de programas de migración segura, diseñados durante la administración Biden como el parole o los procesos de reunificación familiar; la suspensión de visas de intercambio, que afecta a las de carácter científico, académico o la participación de atletas en eventos deportivos internacionales, con sede en territorio de EEUU y por último, hasta ahora, suspensión de otorgamiento de visas a personas vinculadas a programas de cooperación, que como novedad incluye a responsables de terceros países.

Mr.Rubio se comporta particularmente siniestro otra vez. De ubicar a Cuba en la lista de promotores del terrorismo se ha hablado mucho, es un absurdo que confirma la ilegitimidad de la espuria lista; igual podría decirse de la aplicación del Capítulo III de la susodicha ley canalla o la confesión de la lista restringida, que dicen Mr.Rubio y otros arreglaron entre copas, hojeando un directorio de hoteles y otras instalaciones de Cuba. De naturaleza abiertamente extraterritorial, como lo es el bloqueo en general, en todos estos casos buscan interrumpir cualquier flujo de recursos financieros a Cuba y disuadir a eventuales inversionistas extranjeros que actúen en la Isla. Podría decirse lo mismo, de la suspensión de visados de intercambio, el clásico caso de dispararse en su propio pie, porque perjudica también a intereses estadounidense.

Francamente cruel es ir contra la cooperación cubana con el sur “global” e incluso con el norte rico, bajo el disparatado argumento que ello supone tráfico de personas. Si en algo ha mentido Mr.Rubio es en ese absurdo, dado que los cooperantes cubanos van voluntariamente y a sabiendas que parte de los recursos que esa cooperación genera tributa al sistema de salud cubano. No digamos los millones de pacientes que desde el mismo 1959 han sido beneficiados por la cooperación médica cubana. Enajenación con esteroides, es el mejor concepto que puede aplicarse a esta acción.

Pero que nadie se preocupe demasiado por las enormes diferencias entre presidente y secretario de estado. Mr. Rubio se desdoblará, por ahora, al fin y al cabo las relaciones entre ambos personajes es pura conveniencia, nada genuinamente autentico. Tal vez Mr.Rubio  sigue la recomendación de aquel cómico estadounidense, Grucho Marx cuando dijo: «Those are my principles, and if you don’t like them… well, I have others.», en inglés para que Mr.Rubio lo entienda mejor, es decir : «Estos son mis principios, y si no te gustan… bueno, tengo otros.» Ya se sabe, para Mr.Rubio sus principios no lo son en rigor o son intercambiables, como cualquier otra ropa interior que suela usar.

La contradicciones se irán acumulando y en cualquier momento se visibilizaran los “sudores”, que a veces provoca la cobardía en Mr.Rubio, algo que en su momento destacó, en tono de burla, el mismísimo Trump cuando dijo: “Nunca he visto sudar a un ser humano como suda este hombre, parecía que acababa de saltar a una piscina con la ropa puesta!.

Por acá quedamos pendientes de nuevos encontronazos.

Foto de portada: CNN.

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