XI Foro de Alimentación Escolar abre debate clave en Honduras
Durante tres días, San Pedro Sula se convierte en el epicentro latinoamericano de un tema que conecta nutrición, educación, inclusión social y desarrollo local: la alimentación escolar. El XI Foro Regional para América Latina y el Caribe, organizado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), reúne a más de 24 países en un espacio de alto nivel que trasciende el intercambio técnico: es una apuesta política por el derecho a una vida digna desde la infancia.
La presencia de líderes como Xiomara Castro, junto a ministros, especialistas, representantes del Banco Mundial, CAF, BCIE y organizaciones de base, demuestra la importancia creciente de estos programas como eje de políticas públicas integrales.
Alimentar es educar, incluir y construir soberanía
En América Latina y el Caribe, más de 80 millones de niños y niñas reciben comidas en la escuela. Lejos de ser una acción asistencial, este derecho garantiza mejoras comprobadas en el rendimiento escolar, la permanencia educativa y la salud infantil.
Honduras, por ejemplo, alimenta a diario a más de 1,2 millones de estudiantes en 21 mil centros escolares. Según el ministro de Educación, Daniel Sponda, esto ha contribuido al aumento de la matrícula durante el actual gobierno progresista. La política no es neutral: es resultado de una decisión estratégica de la presidenta Castro de priorizar la nutrición infantil como política de Estado.
⏳ La espera terminó: ¡mañana comienza el XI Foro Regional de Alimentación Escolar! 🍽️
Un espacio clave para reflexionar, construir alianzas y avanzar hacia programas más sostenibles en nuestra región 📍🇭🇳#SanPedroSula2025 #ForoAlimentacionEscolar
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De la cocina a la comunidad: un modelo con impacto múltiple
Lo que sucede en el comedor escolar tiene efecto directo en el campo. Al menos 15 países compran alimentos locales para sus programas escolares, lo que:
- Reduce la huella de carbono (hasta 55 toneladas métricas menos por cada mil compradas).
- Genera ingresos adicionales de hasta 1.865 dólares anuales para agricultores locales.
- Fortalece mercados de cercanía y protege la biodiversidad.
En países como El Salvador, Perú o Venezuela, se incorporan productos autóctonos como el sorgo, la papa nativa o la Nutrichicha, una bebida fortificada que cubre hasta el 50 % del requerimiento calórico diario. No es solo innovación: es soberanía alimentaria aplicada.
Más que una comida: identidad, justicia y desarrollo
La alimentación escolar también refuerza la identidad cultural. En Guatemala, por ejemplo, el pinol a base de maíz es parte del menú escolar. En Brasil, las compras públicas priorizan ingredientes locales y saludables, integrando la producción campesina al sistema educativo.
Najla Veloso, de FAO-Brasil, lo resume con contundencia: “La escuela puede garantizar alimentos sanos y educar para elecciones alimentarias conscientes”. Pero el desafío es lograr cobertura total: 170 millones de estudiantes están matriculados en la región, pero solo entre el 20 % y 25 % accede hoy a este derecho.
Una comida escolar es mucho más que alimento. 🍽️
Es protección social, educación y futuro.
Cuando el almuerzo viene del campo local, se nutre toda la comunidad. 🌽📚#AlimentaciónEscolar #ProtecciónSocial #CompraLocalhttps://t.co/pQ0cgEUTBf pic.twitter.com/3Ljsr6DBYY— WFP Español (@WFP_es) July 2, 2025
Honduras, un ejemplo en ascenso
Que Honduras haya sido seleccionada como sede de este foro no es casualidad. Para la representante del PMA, Stephanie Hochstetter, se trata de un “reconocimiento al compromiso político” con el bienestar infantil. En el evento también se reconocen a cinco escuelas hondureñas como modelos de gestión en el programa de merienda escolar.
Con participación de referentes como Karine Santos (Brasil), Bertrand Sinal (Haití) y Andrea Rousset (CAF), el foro discute sostenibilidad, alianzas interinstitucionales y cooperación regional. En palabras de Hochstetter, “la intención es que estos programas crezcan como fuente de resiliencia comunitaria”.
Alimentación escolar como política de Estado
En la última década, Bolivia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá y Paraguay han aprobado leyes para institucionalizar estos programas. Y países como Chile, El Salvador y República Dominicana trabajan en proyectos normativos. La meta es ambiciosa pero urgente: que cada niño en cada escuela pública de la región reciba comida sana todos los días del año escolar.
Pero también hay desafíos. América Latina y el Caribe es la región con el costo de una dieta saludable más alto del mundo, y las brechas de inversión entre países son alarmantes. Mientras algunos gobiernos destinan 300 dólares anuales por estudiante, otros apenas alcanzan los 10.
De San Pedro Sula a Brasil: una ruta hacia el futuro
Este foro es un paso hacia la 2.ª Cumbre Global sobre Alimentación Escolar, prevista para fin de año en Brasil. El objetivo: consolidar un bloque regional que apueste por políticas sostenibles, inclusivas y con base en la producción local.
Para Venezuela, por ejemplo, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) no es solo asistencia: es una estructura comunitaria, soberana y pedagógica, con un enfoque 4S: sana, sabrosa, segura y soberana.
El mensaje que deja este foro es claro: la alimentación escolar es mucho más que nutrición, es una herramienta para transformar realidades, cerrar brechas de desigualdad y construir futuro con justicia social.
Y desde San Pedro Sula, América Latina reafirma que alimentar a un niño en la escuela es alimentar la esperanza de toda una región.
Tomado de Alma Plus TV / Foto: Programa Mundial de Alimentos
