La amistad Barcelona–Cuba sigue viva
Corresponsalía de Resumen Latinoamericano, Cuba
El hermanamiento Nou Barris–El Cerro envía un nuevo contenedor solidario a La Habana
Este sábado 11 de octubre, en Barcelona, el hermanamiento Nou Barris–El Cerro realizó la carga de un contenedor de 40 pies con destino a Cuba. En la actividad participaron unas cincuenta personas, en su mayoría jóvenes vinculados al PSUC-PCE y a la JSUC, su organización juvenil. También la organización solidaria Eterno Baraguá.
El envío contiene fundamentalmente material sanitario, con un valor que sus organizadores califican de incalculable. Parte de la carga será destinada al sistema de salud pública cubano, otra al Poder Popular del municipio del Cerro y una tercera a los Comités de Defensa de la Revolución.
El trabajo colectivo se desarrolló durante toda la jornada. Los participantes clasificaron, embalaron y cargaron cada caja con orden y entusiasmo. Las manos jóvenes marcaron el ritmo, mostrando que dentro de las organizaciones políticas de izquierda hay una generación consciente y activa que asume su papel en la solidaridad internacionalista.







El hermanamiento Nou Barris–El Cerro cumple ya 31 años de labor continua. Surgió del vínculo entre un barrio obrero de Barcelona y una comunidad popular de La Habana, con el propósito de sostener un puente solidario entre ambos pueblos. A lo largo de estas tres décadas, sus integrantes han impulsado envíos, brigadas y proyectos sociales en Cuba.
Durante el acto estuvo presente una representación consular de Cuba en la ciudad, que expresó palabras de agradecimiento por la constancia y el trabajo realizado durante estos años.
Entre los asistentes destacaron figuras históricas del hermanamiento. Maruja, una de sus fundadoras, expresó: “Estoy muy orgullosa de tener esta juventud en nuestras filas, es nuestro relevo. Una juventud con valores, una juventud que defiende la Revolución y que grita con sus actos ‘Yo soy Fidel’”.




Fina, también integrante veterana, destacó la respuesta del grupo: “Es gratificante hacer una convocatoria de trabajo y que vengan tantos compañeros, gente solidaria con Cuba y su Revolución”.
La participación juvenil dio un aire de continuidad y fuerza al esfuerzo colectivo. Muchos de ellos integran las nuevas estructuras políticas de izquierda en Cataluña y mantienen una relación estrecha con el hermanamiento, del que aprenden una manera concreta de hacer política solidaria.
El trabajo transcurrió en un ambiente de compañerismo y compromiso. No hubo formalidades, solo voluntad y esfuerzo compartido. Cada caja fue una muestra de cooperación y de vínculo humano entre las dos orillas del Atlántico.
El contenedor ya está en camino hacia Cuba. En él viajan suministros, herramientas médicas y también la historia de una relación construida a base de confianza, trabajo y afecto.

