Gaza sin libros ni aulas: la ofensiva israelí contra la cultura
Durante dos años, las agresiones israelíes intentaron silenciar la vida cultural palestina en la Franja de Gaza. Escritores, artistas y activistas fueron asesinados o forzados al exilio, y el patrimonio material quedó casi completamente arrasado.
Para una población marcada por el desplazamiento, la ocupación y la represión constante desde hace décadas, el arte se convierte en un canal de preservación de la memoria colectiva y expresión de experiencias individuales.
La ofensiva israelí provocó la destrucción total o parcial de todas las universidades y escuelas en el enclave, así como de 11 bibliotecas, entre ellas la Biblioteca Pública, que atesoraba 10 mil libros en árabe, inglés y francés.
Al menos ocho editoriales e imprentas sufrieron la destrucción, junto con varias librerías, como la Samir Mansour, devastada por un ataque aéreo.
También resultaron afectados la Gran Mezquita Omari, del siglo VII, mosaicos bizantinos de mil quinientos años de antigüedad, y el Museo Cultural Al-Qarara, entre otros espacios de gran valor histórico.
El costo humano de los continuos ataques de tropas israelíes desde el 7 de octubre de 2023 es de más de 67 mil palestinos fallecidos —hombres, mujeres y niños— y más de 170 mil heridos.
Al momento de redactar este trabajo, al menos medio millón de personas enfrentan “condiciones de hambre catastróficas”, según la Organización de Naciones Unidas.
Las instituciones palestinas, israelíes e internacionales de derechos humanos, tras investigar los hechos en profundidad, concluyeron que las acciones y políticas israelíes constituyen un genocidio, una acusación que actualmente revisa la Corte Internacional de Justicia.
Normas jurídicas pertinentes
La Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado es el tratado internacional más relevante que regula la salvaguarda del patrimonio.
Establece la obligación de los Estados de proteger los bienes culturales tanto en su propio territorio como en los lugares ocupados, prohíbe su uso con fines militares y exige la adopción de medidas para prevenir daños o destrucción.
La normativa introduce además el concepto de “bienes culturales protegidos”, que incluye monumentos, obras de arte, bibliotecas y archivos.
El gobierno israelí ratificó la convención en 1957. Palestina se adhirió en 2012.
Cifras de la destrucción
Resulta difícil obtener una imagen precisa de la magnitud de la destrucción material en Gaza, debido a que el gobierno israelí bloquea el acceso de expertos.
En mayo de 2025, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) publicó una evaluación preliminar de daños, realizada mediante monitoreo remoto ante la imposibilidad de inspeccionar directamente los sitios afectados.
El organismo constató daños en 110 lugares desde el 7 de octubre de 2023, incluidos 13 recintos religiosos, 77 edificios de valor histórico o artístico, tres depósitos de bienes culturales, nueve monumentos, un museo y siete yacimientos arqueológicos.
Si bien este reporte no abarca la totalidad de espacios dañados o arrasados, refleja algunas de las instituciones culturales y educacionales más significativas.
Fuente: Al Mayadeen
Foto: AFP

