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Entre ciclones y falacias la guerra que se nos hace

Por Raúl Capote* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Cuba está en guerra desde el 1ro de enero de 1959, desde que se firmó La Primera Ley de Reforma Agraria, el 17 de mayo de 1959, en La Plata, Sierra Maestra, incluso desde mucho antes.

Una guerra contra el Imperio más poderoso de la historia, contra su poderoso aparato subversivo, contra sus servicios especiales.

No es cosa de juego, aunque después de tantos años de resistencia alguna gente se acostumbre, se canse o se adormezca, aunque otros seducidos por la propaganda terminen aplaudiendo al verdugo.

Más de 3000 muertos le ha costado al pueblo cubano esta guerra multifactorial, biológica, económica, financiera, comercial, cultural, informativa que no deja espacio libre, ni brecha que no ataque.

Este país del 3er mundo tuvo que reconstruir su economía sumamente dependiente de los EEUU en los 60, sin piezas de repuesto, ni inversiones, todo eso en medio de el enfrentamiento a cientos de bandas de alzados armados por la CIA y más de 300 organizaciones urbanas contrarrevolucionarias.

Reconstruir esa base económica fue una verdadera promesa, Cuba llegó en los 80 a ser una de las primeras economías del Continente, con servicios de salud y educación inigualables.

Cuando se derrumbó el socialismo en el Este de Europa, tuvo que volver a reconstruir y redirigir su economía, en medio de la agresión imperialista que recrudeció el bloqueo con nuevas leyes, Torricelli y Helms- Burton.

No hemos tenido un segundo de descanso en esta batalla por la libertad, por defender el camino elegido por la inmensa mayoría.

No es cualquier enemigo al que hemos enfrentado, claro que nos reclutan gente, saben hacer bien su trabajo, han vencido a muchos en el mundo, han derribado gobiernos y proyectos políticos, con quién no han podido es con el pueblo cubano.

Cuando llegue el día del juicio a los traidores, sabremos los detalles de una investigación que tuvo que ser bien profunda por sus implicaciones, la Revolución lo hace con valentía como siempre, desarticuló y desenmascaró la actividad del enemigo, los volvimos a vencer.

Que hicieron daño, si lo hicieron y mucho, pero tendrá que enfrentar la justicia, nuestra ley.
Solo recordar, el país que acusa a Cuba, con sus cipayos, mercenarios tiene un presidente acusado de múltiples delitos.

Donald Trump fue declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales, por su participación en el plan para evitar que la estrella de cine para adultos, Stormy Daniels, hiciera públicas las acusaciones de un amorío con el expresidente poco antes de las elecciones de 2016.

Y ahí está, sin ser molestado en un país donde la impunidad reina y el dinero decide quien puede ser juzgado y quien no.

No es el caso de Cuba, ahora libramos una gran batalla, mientras escribo veo las imágenes en la TV de Trump con sus «donativos» a Puerto Rico cuando el huracán María y recuerdo el desamparo de los afectados por el Katrina en EEUU.

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

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