Diputados bloquean ley de elecciones subnacionales en Bolivia
La Cámara de Diputados del Estado Plurinacional de Bolivia, vivió este martes su primera sesión conflictiva de la legislatura 2025-2026. ¿Se repite el boicot?
Allí los gritos, las acusaciones cruzadas, rompimientos políticos y un cuarto intermedio forzado que deja en suspenso la aprobación del proyecto de ley para convocar a las elecciones subnacionales de 2026.
La falta de acuerdos, protagonizada por el choque entre el oficialismo y la alianza opositora Libertad y Democracia (Libre), reactivó alertas sobre una posible ingobernabilidad parlamentaria a pocas horas de que venza el plazo crítico fijado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Libre bloquea el trámite y detona el primer bochorno legislativo
Libre, que asumió su rol como fuerza opositora, frenó la dispensación de trámite necesaria para acelerar el tratamiento de la ley, argumentando que la normativa debe habilitar la participación de organizaciones políticas nuevas y no solo de aquellas que ya tengan personería jurídica con 90 días de anticipación.
Ante la falta de dos tercios en la votación nominal, la sesión terminó en cuarto intermedio, luego de una serie de incidentes que incluyeron gritos, desorden y la irrupción de la diputada Lissa Claros frente a la testera.
La acción provocó críticas de todas las bancadas y abrió un proceso disciplinario anunciado por el PDC. Sin embargo, Libre mantuvo su postura.
“Queremos elecciones, pero no así”, afirmó el diputado Rafael Darío López, denunciando estigmatización y acusaciones de vínculos con sectores del Chapare.
Oficialismo y oposición se acusan de bloquear la democracia
Mientras Libre acusa apresuramiento y falta de garantías, el oficialismo del PDC sostiene que la alianza busca dilatar la convocatoria electoral con argumentos políticos.
“No podemos permitir que grupos que fracasaron entren por la ventana con atajos normativos”, dijo la diputada Helen Patiño. Desde Unidad, Andrés Lombardo defendió que la sesión avanzaba conforme a norma.
El debate se volvió escenario de tensiones que recordaron a legislaturas anteriores marcadas por escándalos, golpes y sesiones fallidas, un comportamiento que los nuevos diputados habían prometido dejar atrás.
No obstante, la tercera sesión evidenció el retorno del desorden, alimentando el temor de que la Asamblea se convierta nuevamente en un factor de inestabilidad política, tomando en cuenta las pugnas entre los diversos partidos que la componen. Y sumando además los mismos conflictos internos en el propio partido de gobierno.
Rupturas internas y nuevas candidaturas incrementan la incertidumbre
A la crisis se sumó la fractura anunciada por Edmand Lara, vicepresidente y líder de Nuevas Ideas con Libertad, quien confirmó que su organización competirá con candidatos propios en las subnacionales, distanciándose del PDC y Primero la Gente, del presidente Rodrigo Paz.
Lara también exigió incluir un “candado jurídico” en la ley para impedir prórrogas de mandato de las actuales autoridades subnacionales, advirtiendo que permitirlo sería “autoprórroga”.
Estos movimientos internos profundizan un escenario de fragmentación partidaria en el que cada bloque intenta modificar la ley según sus intereses, aumentando la dificultad para alcanzar acuerdos mínimos.
Un calendario electoral al borde del colapso
En medio de la disputa política, el Tribunal Supremo Electoral advirtió que la demora puede comprometer todo el proceso. “Los plazos son muy apretados”, señaló el secretario de Cámara del TSE, Fernando Arteaga, quien insistió en la necesidad de aprobar la ley “de inmediato”.
El TSE advirtió además que no aceptará añadidos ajenos al objetivo central de la norma, como la designación de vocales electorales, pues cualquier modificación adicional pondría en riesgo la convocatoria prevista para marzo y una eventual segunda vuelta en abril de 2026.
Con el cuarto intermedio declarado a las 22:00, la sesión se retomará este miércoles, aunque las bancadas siguen divididas y sin señales claras de consenso.
Un anticipo de ingobernabilidad
La falta de acuerdos, los incidentes disciplinarios, las fracturas internas y la incapacidad de la Asamblea para avanzar en un proyecto de urgencia nacional exponen una creciente tensión política que amenaza con traducirse en ingobernabilidad legislativa.
Con las elecciones subnacionales a meses de distancia y los plazos del TSE al borde del límite, la Asamblea Plurinacional enfrenta su primera prueba seria: demostrar si puede garantizar estabilidad institucional o si se encamina hacia un nuevo ciclo de parálisis, confrontación y crisis política.
Tomado de Alma Plus TV

