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Las tropelías de Trump ¿quién las juzgará?

Por Hedelberto López Blanch* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Las arbitrariedades y acciones delictivas del convicto presidente Donald Trump son largas e interminables como aparecen reflejadas en varios artículos de investigadores y medios de prensa.

Una de las últimas acciones que demuestran la innata prepotencia de Trump fue la de indultar al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, preso en Estados Unidos por narcotraficante que cumplía una sentencia de 45 años de cárcel, mientras por otra parte amenaza con bombardear a Venezuela con falsas acusaciones de ser un Estado narco.

El año pasado, Hernández fue condenado por tribunales de New York por exportar más de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos. Ahora Trump lo considera un «angelito» que solo aceptó millones de dólares por proteger envíos de drogas y que todo «fue un montaje del expresidente Joe Biden».

El New York Times describió en un amplio artículo que Juan Orlando «se jactó de que iban a meter las drogas en las narices de los gringos, y aceptó sobornos de millones de dólares del Chapo Guzmán para permitir que los cargamentos de cocaína pasaran por Honduras».

Durante el juicio federal, agrega el diario, los testimonios y las pruebas demostraron cómo el expresidente mantuvo a Honduras como bastión del comercio mundial de estupefacientes. Orquestó una vasta conspiración de tráfico que, según los fiscales, hizo ganar millones a los cárteles, al tiempo que conservaba a Honduras como uno de los países más pobres, violentos y corruptos de Centroamérica.

¿Qué les parece? y ahora el convicto presidente Trump afirma que el «muchachito» no es culpable.

La decisión del mandatario estadounidense se produce en un contexto de agresión injustificada contra Venezuela y su presidente constitucional, Nicolás Maduro. Numerosos barcos de guerra están frente a las costas de la nación bolivariana en el Caribe desde hace casi dos meses y que han lanzado ataques contra lanchas acusadas sin pruebas de traficar drogas en las que han sido asesinadas 83 personas.

Pero veamos un pequeño resumen realizado por especialistas de varios medios de comunicación acerca de las incontables fechorías y arbitrariedades cometidas por un presidente que dirige al poderoso imperio aunque en una pirámide de decadencia.

Resulta que aunque Trump lo ha negado, voló siete veces en el avión de Jeffrey Epstein, un acaudalado financiero, abusador sexual que se relacionó con muchas personas famosas y adineradas y que extrañamente se ahorcó en una cárcel estadounidense.

Trump, en 97 ocasiones se ha acogido a la Quinta Enmienda para no declarar ante diferentes acusaciones. Ha sido condenado 34 veces por delitos graves y se le ha acusado de 91 cargos criminales.

En su expediente aparecen 26 acusaciones de agresiones sexuales; en seis oportunidades se ha declarado en bancarrota para no pagar deudas y se le atribuyen cinco exenciones del servicio militar.

Asimismo, acumula dos juicios políticos (impeachments) durante su período presidencial anterior; dos empresas condenadas; una universidad falsa clausurada y una falsa organización de caridad, cerrada.
El magnate presidente tuvo que pagar 25 millones de dólares en un acuerdo por fraude; cinco millones de dólares por un veredicto de abuso sexual; 12 millones de dólares por una sentencia por mal uso de una organización de caridad falsa; 93 millones de dólares en sentencia por abuso sexual y 400 millones de dólares en otra sentencia por fraude.

¿Qué les parece? Un extenso y enjundioso inventario de fechorías cometidas por el presidente Donald Trump que quiere dirigir al mundo entero al estilo de las películas del oeste norteamericano. Y si llegara al término de su mandato podríamos preguntarnos: ¿quién lo juzgará? Usted lector, tiene la palabra.

(*) Periodista cubano. Escribe para el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones. Es el autor de “La Emigración cubana en Estados Unidos”, “Historias Secretas de Médicos Cubanos en África” y “Miami, dinero sucio”, entre otros.

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