Expertos informaron sobre evolución de arbovirus en Cuba
Especialistas del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) informaron en el programa televisivo Mesa Redonda, sobre la evolución de los arbovirus en Cuba, con énfasis en el impacto del chikungunya y la necesidad de fortalecer la vigilancia epidemiológica.
María Eugenia Toledo Romaní, doctora en Ciencias e investigadora del IPK, declaró que el chikungunya puede provocar la muerte y precisó que en Cuba no es posible establecer pronósticos de largo plazo, al tratarse de la primera epidemia.
La experta explicó que, a diferencia del dengue, con comportamiento endemoepidémico, el chikungunya solo permite pronósticos de corto plazo, y recordó que entre 2020 y 2024 más de 119 países reportaron brotes, incluidos casos recientes en Francia y la isla La Reunión.
Señaló que la población cubana presenta alta susceptibilidad por no haber enfrentado emergencias previas, con tasas de ataque entre 30 y 70 por ciento, además de una estructura demográfica envejecida y movilidad interna e internacional que favorecen la transmisión.
Toledo Romaní indicó que las estrategias de control, como la fumigación, no alcanzan efectividad total y enfrentan condicionantes socioeconómicos y ambientales, y añadió que el aumento de casos desde la semana 40 coincidió con el reinicio del curso escolar y la concentración de personas en áreas infestadas.
María Guadalupe Guzmán Tirado, jefa del Centro de Diagnóstico del IPK, explicó que en Cuba circulan 17 virus respiratorios y detalló la articulación de la Red de Laboratorios de Microbiología bajo la rectoría del Ministerio de Salud Pública, con el IPK como Laboratorio Nacional de Referencia.
Guzmán Tirado recordó que el IPK cuenta con 23 laboratorios acreditados por la OMS/OPS y ha atendido epidemias desde el dengue en 1977 hasta la detección del chikungunya en 2025, consolidando su papel estratégico en la vigilancia y control de enfermedades transmisibles.
Yamirka Montesinos Felipe, jefa del grupo nacional de terapia intensiva pediátrica, declaró que los neonatos y lactantes menores de un año son los más afectados por formas graves de chikungunya, con lesiones vesículo-ampollares y disfunción intestinal que requieren atención especializada.
La especialista señaló que se ingresan todos los menores de dos años y aquellos mayores con signos de alarma, comorbilidades o vulnerabilidad social, y recomendó a los padres acudir al médico ante fiebre y mantener medidas de prevención como el uso de mosquiteros.
Daniel González Rubio, médico infectólogo del IPK, explicó que la enfermedad transita por fases aguda, post aguda y crónica, con manifestaciones articulares que pueden incapacitar a los pacientes. Advirtió sobre el impacto en la población envejecida y la necesidad de atención diferenciada.
Los expertos coincidieron en la importancia de la alerta temprana, el diagnóstico oportuno y la vigilancia sistemática para enfrentar la epidemia, así como en la participación activa de la población en la higiene ambiental y las acciones de prevención.
Tomado de ACN / Foto de portada: netnoticias.mx

