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Día Internacional de los Derechos Humanos: Denunciar, resistir y luchar

El Día Internacional de los Derechos Humanos, fue establecido por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948 en París, al proclamarse la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Una Declaración que en sus 30 Artículos expresaba el ideal común para todos los pueblos y naciones del mundo, basados en loa valores intrínsecos de la libertad, la dignidad, la justicia y la paz para la humanidad.

A 77 años de su promulgación vemos como cada uno de los Derechos establecidos en la Declaración se vulneran con absoluta impunidad por Estados Unidos e Israel.

Cómo celebrar este día en Gaza, sin comida, ni medicinas, con 95 médicos secuestrados por Israel que ha burlado el alto al fuego y los acuerdos de paz más de 590 veces desde el 11 de octubre.

Cómo celebrar el derecho a la libertad cuando el ministro de Seguridad interna de Israel Ben Gvir se coloca un pin de oro con una soga para ahorcar, mientras discute en el Parlamento el asesinato de los prisioneros políticos palestinos a los que inflige atroces torturas.

Cómo celebrar este día antes los 5000 niños amputados por las bombas de Netanyahu y Trump, los 170000 heridos y las familias sobrevivientes de más de 70000 asesinados.

De qué libertad podemos hablar cuando la entidad ocupante israelí mantiene cerradas las 7 entradas y salidas de Gaza que continua siendo la mayor cárcel del mundo y el mayor cementerio bajo los escombros a cielo abierto.

Este 8 de diciembre haciendo gala de su desprecio al Derecho Internacional y a pesar de ser miembro de la ONU, Israel asaltó y destrozó la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Jerusalén Oriental, reemplazó la bandera azul de la ONU por la bandera israelí.

De qué justicia hablamos cuando un genocida como Netanyahu sigue impune y se burla de la Corte Penal Internacional que ordenó su arresto por sus crímenes de guerra y lesa humanidad.

De qué respeto a la soberanía de los pueblos y las naciones cuando Israel sigue bombardeando el Líbano.

De qué fraternidad entre las naciones cuando Estados Unidos bloquea a Cuba por más de seis décadas para derrocar al Gobierno Revolucionario cubano y se burla del clamor del mundo expresado en la ONU desde 1992 para poner fin al Bloqueo Genocida.

Qué paz podemos celebrar cuando tenemos un despliegue de guerra por mar y aire de Estados Unidos, la potencia más poderosa del planeta amenazando a Venezuela, el Caribe y toda la región.

De qué democracia hablamos cuando se comete injerencia en las elecciones de un país soberano para impedir que triunfe la voluntad popular que jamás será favorable a los planes del imperialismo, como en Honduras.

Dónde quedó el 1er Artículo de la Declaración Universal cuando se persigue, encarcela, y deporta como si fueran criminales a los migrantes en Estados Unidos.

En honor a este Día se entrega el Premio Nobel de la Paz «a la persona que haya trabajado más y mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos alzados y la celebración y promoción de Acuerdos de Paz» así fue estipulado en el testamento de Alfred Nobel.

Este año para vergüenza de todos el Premio se otorgó a Maria Corina Machado, una mujer violenta, vinculada a sectores terroristas, que pidió por carta al genocida Netanyahu, asesino de los niños de Gaza, la intervención militar a Venezuela.

Una fascista apátrida que pretende burlar la voluntad soberana del pueblo venezolano para entregar los recursos enormes de Venezuela a Estados Unidos.

La gran ceremonia convertida en acto político de presión y hostilidad hacia Venezuela, su pueblo y gobierno digno, convierte el Día Internacional de los Derechos Humanos y el Premio Nobel en una puesta en escena burda y lamentable, a tono con la impunidad y el despotismo de quien pretende dirigir el destino de la humanidad.

Nada que celebrar en este Día. Todo por demandar, denunciar, resistir y luchar

Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos

10 de diciembre de 2025

Foto: ONU/Harandane Dicko

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