Pérez Esquivel: La dictadura global de Trump
La amenaza permanente de Trump hacia Venezuela para apoderarse de su petróleo, bienes y recursos, se basa en la mentira y en el silencio cómplice de países europeos y organismos internacionales como la ONU, la OEA, el Parlamento Europeo y el Congreso de los Estados Unidos, poniendo así en peligro a toda
Latinoamérica. Un ataque a Venezuela es una agresión a todo el continente, a la soberanía y a la autodeterminación de los pueblos.
Trump, actuando como el “gran dictador”, desconoce el derecho internacional, los pactos, los protocolos y la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, a los que viola sistemáticamente. Mantiene por más de 60 años el bloqueo criminal a Cuba, amenaza a Colombia, México, Brasil y Nicaragua, e interfiere en procesos electorales, como en el fraude de las elecciones en Honduras.
Los Estados Unidos muestran su rostro más sangriento al imponer dictaduras militares en todo el continente, en una larga historia de intervenciones para mantener su poder hegemónico en el mundo. Hoy, ese poder está en disputa con otras potencias, y por ello busca asegurar sus intereses en la región latinoamericana.
El bloqueo a Cuba, los intentos de invasión y desestabilización, la prepotencia de sus ejércitos y las amenazas a todos los países de la región imponen esta dictadura global. Algunos gobiernos, dominados por el miedo y por la imposición de sanciones, aranceles y deuda externa, son instrumentos de los nuevos mecanismos de esclavitud. Estos pueblos sufren hambre, pobreza, desempleo y una concentración de la riqueza en pocas manos.
Pocas voces se alzan en defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, mientras se ocultan crímenes como la matanza de pescadores venezolanos, víctimas de las fuerzas armadas estadounidenses.
Basta ver el panorama mundial para preocuparse hacia dónde quieren arrastrar a la humanidad: con el aumento de conflictos armados y el desplazamiento y expulsión de migrantes. Europa ha perdido su voz y su capacidad de decidir; está colonizada y sometida por los Estados Unidos y la OTAN, que imponen políticas de confrontación en lugar de cooperación. Las consecuencias son alarmantes, como el regreso a los ensayos nucleares, lo que genera una mayor incertidumbre global.
Trump continúa imponiendo su política de dominación, desconociendo el derecho internacional y actuando con piratería, como con el secuestro de un barco petrolero venezolano. No se sabe dónde se encuentra la nave ni qué pasa con sus tripulantes secuestrados. Exigimos su liberación inmediata.
El pueblo de los Estados Unidos a lo largo del tiempo ha dado grandes ejemplos de resistencia: mostró su rebeldía durante la guerra de Vietnam, y los movimientos por los Derechos Civiles con Luther King y el movimiento hippie despertaron la conciencia colectiva. Las iglesias también asumieron un papel fundamental exigiendo el fin de la guerra y el respeto a los Derechos Humanos.
Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, 1980
Buenos Aires, diciembre 22 del 2025

