Reunión Trump-Netanyahu: elogios, amenazas y cero soluciones a Gaza

La reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, concluyó este lunes en Mar-a-Lago, Florida, sin anunciar medidas concretas para dar soluciones concretas a la crisis humanitaria en la Franja de Gaza o el plan de paz vulnerado por Tel Aviv.

La cumbre se desarrolló en medio de un alto el fuego que, según datos de la Oficina Gubernamental de Información de la Franja de Gaza hasta el 24 de diciembre, ha sido violado en 875 ocasiones por Israel durante sus primeros 73 días de vigencia.

El saldo humano de esta violencia continua es de al menos 411 palestinos fallecidos, 1.112 heridos y 45 detenciones ilegales durante el período de supuesta calma.

Estos datos contradicen la afirmación hecha por Trump durante la reunión, en la que aseguró que «Israel ha cumplido el plan al 100%» para Gaza.

Estancamiento en la Fase 2 y condicionamientos

Frente a esta realidad, la reunión no logró destrabar la segunda fase del plan de paz, esencial para una reconstrucción estable, Netanyahu volvió a condicionar cualquier avance a la entrega del cuerpo del soldado israelí Ran Gvili, fallecido en octubre de 2023. Trump, por su parte, atribuyó el estancamiento a la negativa del movimiento de resistencia palestina Hamas al desarme.

La declaración de israel contrasta con los hechos reportados el 15 de diciembre, cuando el movimiento palestino rechazó cualquier tutela extranjera sobre Gaza y señaló a la ocupación israelí como la causa raíz de la violencia.

Amenazas directas contra Irán

El otro eje contundente de la reunión fue las amenazas hacia Irán. Trump advirtió que atacaría nuevamente al país si determina que intenta reconstruir su programa de investigación nuclear, llegando a afirmar: «Los vamos a destruir«, esta amenaza se produce en un escenario de escalada previa.

En junio, Estados Unidos bombardeó tres instalaciones nucleares iraníes con fines pacíficos, un ataque que causó más de 1.000 muertos, incluyendo decenas de altos cargos militares y científicos.

Este episodio formó parte de lo que Teherán denomina la «guerra de los 12 días«, un conflicto de amplias dimensiones que antecedió a las actuales tensiones.