Abdel-Aal: Nuestro pueblo quiere el fin de la ocupación, no una absolución internacional
El periódico ¨LHumanité¨, portavoz de la corriente izquierdista francesa, realizó una entrevista con el compañero Marwan Abdel- Aal en un diálogo político y analítico, sobre la realidad de la trayectoria política de la conferencia de revivir la solución de dos Estados, en la que, consideró Abdel- Aal que la llamada conferencia de «solución de dos Estados» no es una iniciativa de la paz, sino una reposición de ilusión y espejismo política, ya la realidad la dejó atrás.
La conferencia en su formato y en el tiempo en que se realizó, es como un funeral oficial de una solución que ya no existe, y solo está en declaraciones diplomáticas. Lo que se presenta hoy bajo el título «La solución de dos Estados» no es un proyecto para la liberación, sino, más bien una gestión permanente de una tragedia colonial.
Al preguntarle sobre las decisiones que se tomó, ¿se aplicarían estas decisiones?, respondió: Europa, incluida Francia, ahora puede reconocer teóricamente un Estado palestino, pero en realidad financia proyectos de coexistencia con la ocupación, y la guerra sionista ha estado financiada, Europa es la madre de la bomba nuclear y evita cualquier medida real contra las colonias ilegales, bloqueo o la detención del genocidio.
Los palestinos no necesitan más palabras/ declaraciones, sino una acción política clara: reconocimiento del Estado soberano e independiente, poner fin a la ocupación y el fin de las asociaciones coloniales occidentales con el régimen de ocupación y del apartheid israelí.
La verdadera solución comienza en cambiar el equilibrio de fuerzas en el terreno, nuestro pueblo quiere poner fin a la ocupación, y no una descarga como si fueran inocentes para liberarse de culpas de responsabilidad internacional.
Marwan afirmó que la mayoría de los palestinos, especialmente la nueva generación, han considerado esta solución como trampa política. ¿Cómo podemos hablar sobre «dos Estados» y hay proyectos de genocidio, limpieza étnica, anexión y expansión, y hay más de 700 mil colonos en Cisjordania? ¿Dónde estaría el Estado, en presencia de un muro que separa a las familias y puntos de control dirigidos según el estado de ánimo de los soldados de la ocupación?
No exigimos una Entidad formal bajo la soberanía «israelí», sino lo que queremos es una verdadera liberación, el derecho de retorno y una justicia histórica.
La mayoría de los palestinos, en la patria y la diáspora, la han visto y la consideran como una ilusión, ¿cómo podemos hablar de «dos Estados»? La cuestión ya pasó del reconocimiento simbólico a la pregunta sobre la justicia, el derecho de retorno y la eliminación del régimen racista del apartheid.
La Organización para la Liberación de Palestina, OLP, es el producto de una experiencia nacional y la base de la acción nacional palestina, su responsabilidad comienza a partir de esta base.
En respuesta a la pregunta del periódico: ¿cuál es la alternativa? Él dijo: La alternativa es el desmantelamiento del régimen colonial de sus raíces, la alternativa no es una receta preparada, sino una larga trayectoria de liberación. Pero comienza por reconocer que «Israel» no es un Estado «democrático» sino un régimen colonial, como sucedió en Sudáfrica.
¡No rechazamos la «solución de dos Estados» porque somos radicales! Más bien, porque ya no es viable, no tendrá vida.
La alternativa es un Estado democrático sobre toda la tierra, con igualdad entre los seres humanos sin discriminación religiosa o étnica. O al menos, un marco libertador que abra la puerta a todas las opciones, lejos de la lógica de «paz a cambio de sumisión».
Marwan Abdel- Aal añadió que: Palestina hoy es un espejo del mundo: entre el derecho internacional y el poder de las armas, entre la víctima y la propaganda. Estar con Palestina es una prueba para la conciencia humana, y no solo una posición política.
No queremos que el sistema colonial use la solución de dos Estados para blanquear su página o su falla de postura e inacción, y esto requiere un papel de la izquierda, que deben liberarse de la presión de los medios imperiales dominantes o del miedo al chantaje moral.
Estamos esperando que la izquierda restaure su lenguaje radical: decir que lo que está sucediendo en Palestina no es un conflicto, sino un colonialismo de asentamientos de colonos y un genocidio sistemático. Y apoyar – defender la verdad sin falsa igualdad entre el asesino y la víctima. No hay neutralidad con el genocidio.
Y concluyó: no pedimos solidaridad emocional, sino más bien un compromiso político y moral. Palestina hoy no es solo causa de un pueblo asesinado, sino una causa global en la que toda nuestra humanidad está en prueba.
Si Palestina cae, los estándares internacionales y la justicia caerán consigo. Desde París hasta Gaza, la batalla es una: contra el fascismo y el nuevo racismo, y contra la memoria colonial que aún no se ha eliminado.
Tomado de Hadfnews (Revista y Portal de Noticias Al-Hadaf)

