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El mito del Cártel de los Soles sigue alimentando la maquinaria de guerra de EE.UU.

Por Raúl Antonio Capote* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

La etiqueta «Cártel de los Soles» ha resonado en los últimos años en los discursos de altos funcionarios estadounidenses como la encarnación del mal en Venezuela: un supuesto narcoestado dirigido desde el Palacio de Miraflores.

Sin embargo, el origen de este concepto es mucho más turbio y menos formal de lo que la narrativa oficial sugiere, y ahora enfrenta acusaciones de haber sido, desde sus inicios, una operación de inteligencia destinada a crear un pretexto para la intervención.

La génesis del término se remonta a 1993, cuando dos generales venezolanos fueron investigados por narcotráfico. La prensa y la DEA comenzaron a referirse al «Cartel del Sol», un nombre derivado del emblema que los generales venezolanos lucen en sus galones, un sol a diferencia de las estrellas utilizadas en otros países.

Expertos como Phil Gunson, del International Crisis Group, y los analistas de InSight Crime, sostienen que nunca existió una estructura criminal formal al estilo de los cárteles colombianos, sino un sistema de corrupción donde individuos se beneficiaban del tráfico de drogas, en un periodo anterior al gobierno de Hugo Chávez.

Las explosivas declaraciones de un mercenario

En octubre de 2025, la narrativa sobre el «Cártel de los Soles» dio un vuelco inesperado. Jordan Goudreau, el exmercenario estadounidense líder de la fallida «Operación Gedeón» –un intento de invasión y golpe de Estado en Venezuela en 2020–, realizó una serie de entrevistas con el medio The Grayzone.

Goudreau, quien enfrenta cargos federales en EE.UU. por tráfico de armas, aseguró poseer documentos del FBI que respaldan su afirmación más contundente: que la CIA creó el «Cártel de los Soles» en la década de 1990.
«Esto no es ningún secreto; es la verdad. […] Lo hemos sabido desde hace bastante tiempo», declaró Goudreau, afirmando que la comunidad de inteligencia estadounidense ha estado involucrada durante décadas en operaciones vinculadas al narcotráfico.

Según su testimonio, el cártel no fue una evolución orgánica de la corrupción, sino una operación encubierta de la CIA diseñada para establecer un flujo de ingresos ilegales que pudiera financiar futuros intentos de cambio de régimen en Venezuela.

De la narrativa a la acción: sanciones y despliegue militar

La construcción del relato del «narcoestado» venezolano, encarnado por el «mítico Cártel de los Soles» –como lo calificó el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia–, tiene profundas implicaciones geopolíticas. Esta narrativa ha servido como catalizador para justificar un endurecimiento extremo de las sanciones económicas y, más recientemente, una intervención militar directa.

Desde agosto de 2025, Estados Unidos ha desplegado una significativa flota naval en el Caribe sur, que incluye más de 4.500 efectivos, cruceros, destructores y cazas F-35.

Bajo el pretexto de combatir el narcotráfico y el terrorismo, ha realizado al menos seis ataques contra embarcaciones, resultando en la muerte de al menos 27 personas.

La justificación legal para estas acciones letales se basa en una opinión clasificada del Departamento de Justicia que declara a EE.UU. en un «conflicto armado no internacional» con grupos armados no estatales, una postura respaldada por el Comando Sur y defendida en el Congreso.

Paralelamente, la administración Trump ha duplicado la recompensa por el arresto del presidente Nicolás Maduro, acusándolo de liderar una organización de la que, según señala Nebenzia, ni siquiera el informe del Departamento de Estado de marzo pasado hace mención.

Una cortina de humo con un objetivo estratégico

Para el gobierno venezolano, la verdadera intención de Washington es forzar un cambio político para apoderarse de los vastos recursos naturales del país. Maduro ha ratificado que Venezuela está libre de cultivos de coca, una afirmación que coincide con los datos de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, que no considera al país un centro de narcotráfico y señala que el 87% de la cocaína llega a EE.UU. por la ruta del Pacífico.

En este contexto, la narrativa del Cártel de los Soles se revela como una poderosa herramienta en una guerra de información más amplia. Sirve para aislar diplomáticamente a Venezuela, cortar sus flujos financieros y, en última instancia, crear un clima de emergencia que legitime acciones militares cada vez más agresivas.

Como bien resume Goudreau, los actuales esfuerzos de Washington se enmarcan en la lógica geopolítica de la Doctrina Monroe, diseñada para impedir que potencias como Rusia o China ganen influencia estratégica en el Caribe.

El «Cártel de los Soles», una creación de la inteligencia estadounidense, es hoy el casus belli de una guerra económica y militar por el control de un país soberano.

Fuentes: RT, NBC, AFP, sitio del U.S. Departamento de Justicia

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

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