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Derechista Rodrigo Paz es investido como nuevo presidente de Bolivia

El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, jura este sábado su cargo con las prioridades declaradas de hacer frente a la crisis económica que vive el país andino y algunos cambios ya anunciados en la administración del Estado y el manejo de la política exterior, como el viraje hacia EE.UU. tras casi dos décadas de tiranteces entre Washington y el gobierno progresista del Movimiento al Socialismo (MAS).

En cuanto a la economía, Paz recibe un país con una crisis económica que, según expertos, inició cuando comenzó a declinar la producción de gas natural, que fue el sustento de la economía boliviana hasta hace unos años, de un volumen histórico de 61 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) en 2014 a un promedio de 29 MMmcd en lo que va de este año.

Por esto, el país dejó de percibir ingresos por la venta del hidrocarburos, con un valor histórico de 6.113 millones de dólares en exportaciones alcanzado en 2013, frente a 788,5 millones registrados entre enero y agosto de este año.

Desde 2023, esa crisis empezó a reflejarse en la falta de dólares y un desabastecimiento de diésel y gasolina que se volvió crónico en los últimos meses, lo que derivó en el encarecimiento de productos básicos, con una inflación de 18,33 % acumulada en los primeros nueve meses del año que supera el 7,5 % proyectado para todo 2025.

De acuerdo a su agenda para afrontar estos problemas, Paz se reunió recientemente con representantes de organismos multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, con el que consolidó un acuerdo financiero por 3.100 millones de dólares, lo cual podría tener un efecto a futuro en el crecimiento de la deuda externa, a fin de palear con fondos inmediatos las problemáticas actuales.

Política Exterior
En cuanto a la diplomacia, en su reciente viaje a Washington, Paz se reunió con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, lo que fue destacado por la Oficina de Paz como el inicio de una «nueva etapa» en la relación bilateral entre ambos países.

Paz también ha asegurado que no buscará tener una relación con aquellos países en la región que a su consideración «no tienen democracia» de acuerdo a los patrones establecidos de la hegemonía norteamericana y excluyó así de su investidura a los Gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Dichas posturas contrarias al propio sentir del pueblo andino, conllevó a ser suspendido de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), que impulso programas de ayuda económica y sociales de impacto en la nación sudamericana.

Dichos virajes también podrían estar condicionados por las ayudas solicitadas a organismos internacionales como el BID y el FMI y el interés de lograr el respaldo pleno de Estados Unidos en su mandato.

Gobernabilidad
Hacia lo interno, los cambios que proponga el próximo Gobierno boliviano que requieran de aprobación en el Legislativo se tendrán que consensuar con los otros cuatro partidos con representación parlamentaria, incluida la alianza Libre del expresidente Jorge Tuto Quiroga (2001-2002), el contendiente de Paz en la segunda vuelta.

El Partido Demócrata Cristiano (PDC) de Paz ostenta la mayor representación en ambas cámaras, pero no alcanza a la mayoría absoluta, ni a los dos tercios, por lo que deberá alcanzar acuerdos con Libre, las alianzas APB-Súmate, Popular y Unidad.

Unidad, liderada por el excandidato y empresario Samuel Doria Medina, ya apoyó a Paz de cara a la segunda vuelta, mientras que Quiroga señaló que hará oposición «constructiva» y ofreció al mandatario electo la «gobernabilidad» necesaria en el Parlamento para que tenga en las presidencias del Senado y la Cámara de Diputados a nombres de su confianza.

El acto de toma de posesión cuenta con la presencia de los jefes de Estado de Argentina (Javier Milei), Paraguay (Santiago Peña), Uruguay (Yamandú Orsi), Ecuador (Daniel Noboa) y Chile (Gabriel Boric), quienes arribaron al país como parte de la delegación oficial.

Con su triunfo Rodrigo Paz abre las puertas de la Presidencia a la derecha política, que regresa al poder tras dos décadas del proceso de cambio liderado por el Movimiento al Socialismo (MAS), con las presidencias de Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce Catacora (2020-2025), lo cual fue propiciado en gran parte debido a las diferencias internas de la izquierda boliviana de cara a los comicios.

Ante este nuevo escenario, movimientos sociales e indígenas del país se preparan para iniciar una nueva etapa de resistencia en defensa de los logros sociales alcanzados y de la soberanía nacional.

Fuente: teleSUR

Foto: EFE

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