Venezuela cuestiona credibilidad de informe de Alto Comisionado de DD.HH. de ONU
El canciller venezolano, Yván Gil, cuestionó la falta de credibilidad del reporte que sobre Venezuela presentó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, a quien acusó de haber elaborado “un informe repleto de falacias que se suma a los ataques contra nuestro país” desde los EE.UU. para desestabilizar, aislar internacionalmente a la nación bolivariana y agredirla militarmente. Además de señalar sus falsedades, Venezuela afirmó que el informe está alineado con los intereses de una potencia que ambiciona quedarse con sus recursos naturales.
A través de su cuenta de Telegram, el Canciller venezolano declaró que existe un “preocupante distanciamiento del sistema de la ONU respecto a la auténtica defensa de los DD.HH.”, actitud que no solo debilita la credibilidad del organismo internacional sino que además pone en entredicho su compromiso con la justicia y la igualdad en el contexto global.
Manifestó que es un deber moral rechazar de forma enérgica la conducta del Alto Comisionado contra Venezuela mientras ignora el asalto estadounidense a un buque con petróleo venezolano. Denunció que este doble rasero se ajusta más a los intereses de las potencias que hacen depender su financiación de favores políticos, lo cual pone en peligro los principios esenciales establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.
El comisionado de alto rango, Alexander Yánez, quien es el representante permanente de Venezuela en ese organismo, afirmó este martes durante su intervención en el foro de Ginebra, Suiza, que la “clave fundamental para defensa de los Derechos Humanos es la credibilidad”.
De igual manera, dijo que lo que se expuso en la reunión de ayer “niega en amplio sentido la idea de independencia y objetividad que todo funcionario que aspira a defender la causa de los Derechos Humanos debe tener«.
Agregó que el informe está fundado en “fuentes sesgadas parcializadas o inventadas”, y exige un categórico rechazo al evidenciar, a lo menos, “un grave problema de supervisión y contrastación, o a lo más, un alineamiento con una potencia que condicionan financiamiento por favores”.
Para Yánez ello no resulta casual, sino que obedece «a la llamada política de máxima presión aplicada por Estados Unidos para forzar un cambio de régimen político» en Venezuela tras desestabilizarla y aislarla políticamente, propósitos que consideró fracasados. Vinculó estas intenciones con el despliegue militar de EE.UU. en el Caribe.
El funcionario advirtió, además, que países del Consejo de DD.HH. y la Oficina del Alto Comisionado fueron “utilizados como caja de resonancia para esa operación de cambio de régimen”.
Tomado de teleSUR.

