Internacionales

Algunos croatas fascistas y asesinos en la Argentina del siglo XX

Por José Ernesto Schulman.

El último partido oficial entre Argentina y Croacia fue en el mundial de Moscú (2018).  Ganó Croacia tres a cero pero esa no fue la noticia; “la noticia” fue que los jugadores croatas cantaron en el vestuario himnos y cantos fascistas, de vindicación “Es que un video publicado por el jugador croata Dejan Lovren muestra las celebraciones del equipo después del 3 a 0 contra el equipo albiceleste.

En la grabación se ve a varios jugadores cantando «Bojna Cavoglave», un tema de la banda Thompson, célebre por hacer apología del régimen fascista croata de la Ustacha durante la Segunda Guerra Mundial. La canción contiene la frase «Za dom spremni» («Por la patria, listos!»), eslogan de campaña y saludo habitual de la Ustacha, nacida en 1929 como una sociedad secreta y convertida después en un movimiento fascista.

El canto de los vestuarios no es un caso aislado en el equipo croata. Después de que la selección balcánica sellara su clasificación para el Mundial de 2014, el central Josip Simunic gritó la misma frase en un micrófono, secundado por hinchas enardecidos en el estadio.

La Fifa suspendió a Simunic por diez partidos, incluido el Mundial. Y en 2015 la Uefa castigó a la federación croata con una multa de 50 mil euros y un partido sin público durante las eliminatorias para la Europa por insultos racistas de sus aficionados. En ese encuentro a puerta cerrada tuvo lugar el siguiente escándalo, por una esvástica dibujada en el césped.”

La Ustacha organizó destacamentos armados y peleó contra la Unión Soviética y el ejército guerrillero del Mariscal Tito (luego fundador de Yugoeslavia); al finalizar la segunda guerra mundial recibió ayuda de la Cia y el Vaticano para escapar a los juicios y,  muchos, refugiarse en Argentina.  Por su experiencia en torturas y su ideología anticomunista fueron bien recibidos en los cuerpos especiales  y uno de ellos, El más importante, y el más “oculto” por la historia oficial del terrorismo de Estado fue Ante Pavelić dictador del “estado independiente de Croacia, líder y miembro fundador del grupo Movimiento Revolucionario de Levantamiento Croata, Ustacha en la década de 1930 y más adelante «Caudillo» del Estado Independiente de Croacia. Llegó en noviembre de 1948 de la mano de su “amigo” Monseñor D Andrea quien le facilitó documentos falsos y le ayudó a instalar un gobierno en el exilio (contra el nuevo gobierno yugoeslavo de Tito) Por eso, el “gobierno croata” instalado en el exilio argentino tenía una composición muy parecida al que había manejado a sangre y fuego esa región de los Balcanes durante la guerra. A Pavelić lo secundaba otro criminal de guerra, Vjekoslav Vrancic, y en los lugares clave se encontraban el ex jefe de la Fuerza Aérea, Vladimir Kratch; el de la policía secreta, Gorg Vrantich; el excomandante del ejército, general Josip Tomlianovich; y el ex jefe de la policía del Estado, Radomil Vergovitch. En la lista de los llegados a la capital argentina también resaltaban Dinko Sakic y Anton Elez, jefes del campo de concentración y exterminio de Janosevac, que cumplieron un papel central en la fuga de Pavelić.

Estos criminales de guerra se incorporaron formal o informalmente a la Sección Especial de Lucha contra el Comunismo que desde 1930 constituyó como un espacio continuo de acumulación de información, seguimientos, secuestros, torturas y asesinatos de comunistas  y revolucionarios peronistas.  Su impacto en una fuerzas armadas que hasta hacía pocos años esperaban ansiosas el triunfo de Hitler en la Guerra no es difícil de imaginar.

De hecho, dos veces el gobierno argentino negó el pedido de extradición del gobierno yugoeslavo para juzgarlo por sus crímenes de guerra, la primera bajo gobierno peronista y la segunda bajo el gobierno gorila surgido del 55; huyó en 1957 luego de un intento de ejecución por parte de grupos revolucionarios yugoeslavos.

El otro descendiente de croatas entre nosotros fue nada menos que Ivan Ivanisevich, medico personal de Perón en los 40 y Ministro de Educación. Fue embajador en Estados Unidos entre 1946 y 1948. Posteriormente fue ministro de Educación en dos oportunidades: entre 1948 y 1950, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, y entre agosto de 1974 y agosto de 1975, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón. Su segunda gestión fue bautizada con el nombre de Misión Ivanissevich y juzgada en el proceso de lucha contra la impunidad del genocidio y los genocidas.

Termino esta breve ayuda memoria recodando que en la Universidad del Sur, Bahía Blanca, como parte de la Misión Ivanissevich, el rector era Remus Tetu, también fascista pero de origen rumano; quien asumió con pasión el rol de perseguir y asesinar estudiantes.  Su propia guardia armada, en los pasillos de la Universidad asesinaron a un estudiante a cara descubierta, se llamaba Watu Cilleruelo y era el tres de abril de 1975 y estoy seguro que desde donde esté, con el Negrito García y los treinta mil estarán hoy alentando al equipo del Diego y el Messi.

La imagen es del Campo de Exterminio creado por Ustacha en Croacia, esta es la sección de niños.

Tomado de Crónicas del Nuevo Siglo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *