¿Reformas democráticas en Cuba?
El asalto de bolsonaristas a las sedes de los tres poderes en Brasil; la destitución del presidente de Perú; la violencia golpista en Bolivia desde el departamento de Santa Cruz; la sentencia judicial que inhabilita a la vicepresidenta argentina…
Son muestras de la fragilidad del modelo de democracia implantado en América Latina, que jamás ha sido verdadero poder del pueblo.
Un modelo que, nos repiten, da la oportunidad a la izquierda de llegar al poder y llevar a cabo sus programas de reducción de desigualdades.
Algo que se ha demostrado, claramente, como falso. Mecanismos legales, presiones políticas, trampas judiciales, conspiraciones militares, amenazas económicas y continuas campañas mediáticas, lo impiden una y otra vez.
Este modelo fallido y poco democrático es, curiosamente, el que se trata de imponer a Cuba. Un país donde procesos de verdadera discusión popular han reunido a millones de personas, para debatir profundas reformas económicas, la Constitución o importantes leyes, como el Código de las Familias.
Donde las personas más humildes son electas para gobernar las asambleas municipales y provinciales, o llegar al parlamento.
¿Cuba necesita “cambios” en su modelo político? Sí. Aquellos que sirvan para aumentar la participación y el control popular desde cada barrio, centro de trabajo o comunidad.
Esos son los “cambios democráticos” que necesita Cuba, no el regreso a un modelo fracasado. Estas son las verdaderas “reformas” para la Democracia Cubana…. Socialista.
Tomado de Cubainformación/ Foto de portada: Periódico 26.