Caimanera: Lo que fue y lo que intentaron que fuera
Una inusual manifestación anoche de unas decenas de personas en el poblado guantanamero de Caimanera, iniciado por un incidente con un reducido grupo en estado de embriaguez, se convirtió en la gran noticia de la cohorte de medios de la contrarrevolución y sus mentores. El pueblo está en la calle y Cuba va explotar, era el mensaje que se multiplicaba velozmente por toda la maquinaria de fango.
Los canales de Miami se pusieron en transmisiones especiales de inmediato para sacarle rédito al show y dinero a los televidentes, sobre todo a los que han vuelto a hacer las maletas como hace 60 años. Algunos de ellos salieron a las calles miameras con entusiasmo renovado, para después regresar a las casas con la frustración de siempre.
No faltó el que desde la comodidad de su cuenta de Twitter se ufanó en urgir desde la Florida por una invasión militar a Cuba.
Los odiadores en las redes, en Miami y en Madrid, se pasaron la noche transmitiendo en vivo una y otra vez las mismas imágenes e inventando alzamientos en Camagüey, Holguín, Marianao y dondequiera que se les ocurriera, para intentar dar la imagen de un país sublevado y alentar de paso a los incautos que se lo creyeran.
Los mismos cuatro o cinco de siempre, desde el que aspira a alcalde de Miami-Dade hasta el que ha convertido la música “política” en redituable negocio, o la O-Diosa que aspira a hacer lo mismo, aunque su talento no le de siquiera para llenar un teatro en New Jersey.
Es el mismo esquema que han engrasado en los últimos años y puesto en práctica cada vez que ocurre cualquier incidente. La “calentadera” en redes es su especialidad, por la que les pagan. Es elemento importante en la doctrina de las guerras híbridas que han proyectado contra Cuba.
Una de las maquinarias principales de la articulación anticubana titulaba “Multitudinaria manifestación en Caimanera” . Es la misma publicación digital que después de las sí multitudinarias marchas y los actos del 5 de mayo afirmaba “Baja participación….” y mostraba imágenes escogidas sin dar magnitud de lo sucedido ese día.
Apenas quedarían en ridículo estos agoreros del desastre si compararan las escenas de anoche (con más curiosos que protagonistas), con las que tuvieron lugar en ese propio poblado de Caimera en apoyo a la Revolución, en la mañana del 5 de mayo.
El show se les acabó pronto. Poco a poco comenzaron a salir en las redes las imágenes de pobladores y periodistas que daban fe del retorno a la calma en Caimanera. Un pueblo revolucionario mayoritariamente, la primera trinchera antimperialista.
Todavía este domingo, la maquinaria de fango y los medios de la derecha en la región trataban de sacar partido del hecho. Aunque sus propios mentores le van quitando protagonismo a la noticia. Mientras en Caimanera se durmió en paz y hoy domingo ha transcurrido el día como de costumbre, en Texas un asesino acaba de ultimar a ocho personas en un supermercado, en el crimen masivo 199 en lo que va de año en ese país, mientras allí mismo un hombre realizaba un ataque al parecer deliberado con su auto y atropellaba a 7 inmigrantes venezolanos que encontraron la muerte.
Incidentes puntuales como los de Caimanera, alentados por la contrarrevolución, en un escenario económico ciertamente difícil y con apagones latentes, pueden darse. Cualquier malentendido o reclamo insatisfecho puede generar un hecho, que tratará de ser capitalizado por los enemigos de la Revolución. Para quienes la defendemos, lo primero es la claridad de principios y la capacidad de reaccionar frente a la campaña de mentiras. El mundo real, por el que tenemos que luchar y trabajar, está allá afuera, en nuestras calles, escuelas y centros de trabajo, no en las redes sociales, tan necesarias como manipuladoras. No dejarse nunca confundir.
Tomado de Cubadebate / Foto de portada: Venceremos.
