Elecciones locales atípicas en España: “Hay síntomas de una pérdida de la cualidad democrática”
Por Yarisley Urrutia.
La implicación de Pedro Sánchez y sus ministros en Cataluña, las declaraciones del expresidente Aznar o los carteles de Unidas Podemos son expresión de la clave nacional de los comicios. Las supuestas tramas de compra de votos y el tono rudo de la campaña integran un contexto de “pérdida de la cualidad democrática del país”, según los politólogos.
La campaña electoral de las elecciones regionales y municipales toca a su fin. El 28 de mayo se renovarán en España los mandatos en las alcaldías de las ciudades y en los gobiernos autonómicos de las regiones. Sin embargo, los temas objeto de discusión política no se han circunscrito exactamente al ámbito local.
El debate ha sido de tono duro y a menudo concerniente a la acción de Gobierno del Gabinete de Pedro Sánchez, cuyos miembros han viajado profusamente a Cataluña para participar en diversos actos electorales. Tanto Sánchez como la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, han participado en sendos mítines de cierre de campaña en Barcelona, ciudad donde hasta tres partidos (En Comú Podem, PSOE y los independentistas de Junts) pugnan a priori por la victoria. El Gobierno central desea traducir en votos su apuesta por limar tensiones en la sociedad catalana.
“Cuatro años después, la batalla electoral de Barcelona se libra sobre la base de la idea del Gobierno catalán de que se necesita una colaboración con el Gobierno de España”, explica a Sputnik Toni Aira, profesor de Comunicación Institucional de la UPF Barcelona School of Management (UPF-BSM).
Aira asegura que el factor de confrontación independentista ha quedado relegado a “un segundo plano”, circunstancia que “favorece” a formaciones políticas como la que lidera la actual alcaldesa Ada Colau (En Comú Podem) y los socialistas del PSC. “Pero también a perfiles más moderados de Junts, como su candidato Xavier Trias, de ahí que estas tres formaciones estén destacadas en las encuestas”, señala.
Clave nacional y tono abrupto
En general, ha sido notoria la preponderancia de los temas nacionales en detrimento de los locales, especialmente en los discursos de los partidos opositores de derecha. “La furia política con la que se ha empleado la derecha unificada de PP y Vox, una especie de ‘batalla final’, tiene mucho que ver con el proyecto que tienen de echar al Gobierno de coalición que para ellos es el mal absoluto”, declara a Sputnik el politólogo Manuel Monereo, exdiputado por Unidas Podemos.
A su juicio, la campaña se ha caracterizado por un marco que califica de “primera vuelta” de las elecciones generales del próximo mes de diciembre. “La izquierda tratará de ampliar los espacios que se abstuvieron en las anteriores elecciones, pero para las derechas se trata sí o sí de echar al Gobierno de coalición”, asegura Monereo, una idea que es compartida por Aira que define la cita electoral como “un primer round” de las elecciones generales.
“El PP y el PSOE tratan de marcar terreno al contrario y crear el clima camino a esos comicios. Y creo que el PP necesita marcar su perfil frente a Vox para acabar de arrasar con el voto de Ciudadanos. Por eso tiene un discurso más derechista y de confrontación con el PSOE”. –Toni Aira (Politólogo)
“Lo que más asombra es la fiereza de las derechas, su esfuerzo sistemático por acorralar al Gobierno tema por tema”, afirma Monereo a tiempo de lamentar la “ausencia de un debate real de país” que ha dejado al margen las grandes cuestiones.
“Han desaparecido temas decisivos del debate como el de la financiación autonómica, el de la España vaciada y las diferencias entre territorios. Incluso ha desaparecido el debate del agua, tan importante ahora”. -Manuel Monereo (Politólogo)
Votos a 200 euros y ETA
Las noticias que centraron en los últimos días la atención mediática fueron las supuestas tramas en distintas partes del país de compra de votos por correo y fraude electoral.
Primero en Melilla, con un saldo de 10 detenidos, entre los que se encuentran dirigentes de la gobernante Coalición por Melilla, y luego en Mojácar (Almería), seguidas de varias localidades de Zamora, La Gomera, Murcia y Alicante, donde se acusa a miembros del PSOE y del PP de urdir la compra de votos a razón de entre 150 y 250 euros por elector, las maquinaciones han dejado entrever ciertas fisuras en la limpieza del sistema electoral. Los hechos, además, sumaron tensión a un clima ya de por sí tenso, donde PP y Vox denunciaron la supuesta influencia de la desaparecida organización terrorista ETA a raíz de la inclusión de algunos de sus exmiembros en las listas de la formación independentista vasca Bildu.
El expresidente José María Aznar, durante un encuentro con empresarios organizado por el Círculo Empresarial de Málaga, ha llegado a afirmar que España es “prácticamente el único país del mundo” dirigido por un Gobierno apoyado “por personas que quieren destruirlo”, en referencia a los apoyos parlamentarios del Ejecutivo de Pedro Sánchez entre los partidos nacionalistas e independentistas del País Vasco y Cataluña.
La mención a ETA y a los traslados de sus presos a cárceles del País Vasco ha sido un tema recurrente para formaciones como PP y Vox, aspecto en el que confluyen. “Hay mucho de teatro en las diferencias entre PP y Vox, explica Monereo, porque su núcleo duro ideológico, su proyecto real de clase, las unifica”. En su opinión, las diferencias atañen a las formas: “Claras y bunkerizadas en el caso de Vox, más suaves en el partido de Feijóo”.
“Como metáfora: si antes se decía que el PP tenía un programa oculto, ahora hay que decir que el programa oculto del PP es Vox”. –Manuel Monereo (Politólogo)
¿Menor calidad democrática?
Cabe preguntarse si los escándalos de compra de votos y el tono abrupto del debate con referencias a ETA son cuestiones anecdóticas o, por el contrario, expresión de algo más profundo. En opinión de Toni Aira es probable que no se hayan destapado aún más supuestas tramas de fraude electoral “porque no se sabe el alcance y a quién puede acabar salpicando”.
Y la tensión del debate no es anecdótica, según los politólogos consultados. “En España hace tiempo que se vive un ambiente de polarización como se vio durante el procés en Cataluña, cuando se tensaron muchas costuras del debate político en España”, asume Aira. “Como ya ocurrió en la época de Zapatero, añade Monereo, estamos viviendo un nuevo intento por parte de las derechas de una revancha social, neofranquista contra la izquierda cultural y sus valores. Los poderes fácticos tienen dos opciones: o aguantar con este Gobierno o enfrentarse a él, y no tanto porque haga políticas de izquierdas como por no hacer las políticas de derechas que debería hacer”.
“Hay una tendencia a buscar la diferencia máxima en ofertas políticas en clave de campaña permanente y eso en tiempo de campaña explícita se agudiza”, recuerda Aira, “Y recurrir a ETA para crear debate político, demuestra muy poco miramiento por hechos que deberían quedar ya fuera del debate”.
“Todo esto son síntomas de una pérdida de la cualidad democrática del sistema, no solo de calidad”, asegura Manuel Monereo al estimar que en general la democracia está “en retroceso” en toda la UE. “No es casualidad que el eje geopolítico europeo francoalemán esté transitando a otro que pasa por Washington, Londres, Varsovia y Kiev”, indica.
“No hay ninguna casualidad: Europa se va al Este, se militariza y se convierte cada vez más en un proyecto autoritario y reaccionario. Y en este sentido, la campaña electoral en España se está haciendo como si no existiera la guerra, como si la UE no estuviera cambiando, como si el próximo Gobierno no tuviera que enfrentarse a políticas de austeridad. Es decir, una campaña centrada en debates cainitas y con muy poca trascendencia en lo fundamental. Y el debate real de la izquierda está desapareciendo”. –Manuel Monereo (Politólogo)
Carteles polémicos
El partido Unidas Podemos (UP) comenzó la campaña, viéndose excluido de los anuncios electorales en Televisión Española, la cadena pública. En Madrid, para apoyar a sus candidatos a regir el consistorio de la capital y el Gobierno regional, el partido diseñó carteles inusuales.
Uno hacía alusión al hermano de la actual presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, implicado en el cobro de comisiones por la compra de mascarillas quirúrgicas durante la pandemia, otro recordaba que el supuesto trato de favor del actual alcalde, José Luis Martínez Almeida, para con las clases acaudaladas no tendrá continuación.
Un tercer cartel aludía al empresario Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, en tanto que oligarca que mueve los hilos de la política en Madrid. El cartel reproduce la colleja que propinó Pérez a Martínez Almeida durante la celebración de la Euroliga conquistada por el equipo de baloncesto del Real Madrid, acto que vendría a escenificar la supuesta sumisión de los poderes públicos a los intereses empresariales de Pérez.
Y en medio de este clima, el exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos Pablo Iglesias aseguró en un mitin el día 25 que el Partido Popular llegó a proponer un pacto a su partido para no hablar durante la campaña del hermano de Díaz Ayuso a cambio de un mejor trato mediático a UP.
¿Puede todo esto explicar en parte la dureza de la campaña de UP? “Sin lugar a dudas”, admite Monereo al aseverar que “las derechas juegan siempre a denigrar a esta izquierda porque sueñan con un PSOE más servil y dependiente de la derecha como en otras etapas”, y concluye que una izquierda debilitada obrará que “el conflicto social no llegue al Gobierno” y el PSOE acabe escorándose a posiciones más próximas a la derecha.
Tomado de Sputnik / Foto de portada: AFP.