Pujalte: Mujeres pioneras, resiliencia y determinación

Por Gabriela Orihuela

Cristina Infante Pujalte brindó por el éxito de su proyecto, por el trabajo arduo, por la vida, por el esfuerzo, por las mujeres, por Cuba. Cristina sabe que el camino no ha sido fácil y que, posiblemente, se presenten obstáculos aún mayores. El riesgo, el machismo, los sesgos y estereotipos de género pueden hacer mella en los sueños de un grupo cohesionado que no conoce la palabra impedimentos.

El proyecto, Pujalte, está integrado por mujeres y hombres que realizan actividades constructivas verticales con técnicas de cuerda y posicionamiento. «Tenía otras personas referentes y decidí iniciar mi propio grupo. Se ideó en medio de una pandemia sanitaria, en el año 2021. Para ese entonces muchas personas no pensaban que era posible formar una brigada, en su mayoría de mujeres, que realizara estas labores», declaró Cristina, la líder.

«Hacemos todo tipo de trabajos constructivos, ya  sea lo más simple hasta una reparación de gran envergadura, lo mismo en el piso que en altos utilizando las técnicas de alpinismo que, realmente, se llama trabajo vertical con técnicas de cuerda y posicionamiento».

A la economista Yarelvys Alcántara Zamora le cerraron, en diversas ocasiones, las puertas de algunos centros de trabajo por tener un niño pequeño y no contar con círculo infantil o alguna otra persona que lo cuide. «Cristina y Pujalte me abrieron las puertas. Le estaré eternamente agradecida».

Parece impensable esta realidad cubana, donde todos y todas tenemos derecho a un puesto laboral, pero son historias ciertas, contadas por distintas mujeres. A veces te inquieren, si eres muy joven, cuándo deseas tener tus hijos e hijas y, si ya eres madre o tutora, piensan más en el tiempo que puedes destinarle a la familia que en los méritos laborales. Yarelvys vivió esto en carne propia; conoce las disímiles vicisitudes que una madre sin redes de apoyo debe sortear. No obstante, hoy las tiene: a Cristina, a sus compañeras y a Pujalte.

Leydi Charón Ramón, otra joven madre trabajadora, escuchó en reiteradas ocasiones que no “podría con semejante labor”. «¡Las mujeres no pueden hacer esas cosas de construcción!», «eso es de hombres», le decían. Leydi reconoce que están equivocados: «no existen límites para lo que podemos hacer las mujeres. El machismo, los roles y estereotipos de género nos hacen mucho daño», señaló.

Precisamente, ese es otro de los grandes retos a los que se enfrenta la primera brigada compuesta en su mayoría por mujeres y liderada por otra mujer que construye empleando esta técnica: romper mitos. «Nos hemos encontrado con personas que todavía no nos creen capaces, que no apuestan por el empoderamiento femenino. Sé que nos queda un largo camino por recorrer», expresó la líder.

«Otras muchachas han realizado estas actividades, pero Pujalte es pionera en la formación de un grupo femenino», aseveró el profesor de la Escuela de Formación de Operandos de la construcción “Oscar Lucero Moya”, Héctor Pérez Jiménez.

«En dicho centro educativo aprendimos todo lo relacionado con la construcción; primero desde lo teórico y luego desde lo práctico. Nuestro maestro no nos dejará aventurarnos en labores tan complicadas sin una excelente preparación», comentó Ayri Montenegro Hernández.

«La  mirada está centrada en hacer más visible y confiable al proyecto; la meta es no dejar de crear, de continuar captando a mujeres y hombres que no tienen vínculo laboral y deseen realizar estas actividades.

La perspectiva es, también, lograr la incorporación de todo el gobierno de Playa a nuestro trabajo; además, pensamos vender nuestro producto a nivel internacional porque constituiría una forma de ayudar al municipio y a nuestro país», detalló Cristina que sueña en grande; lo hace y parece guiar a todo su grupo en ese pensamiento que hoy es colectivo. Aunque esas aspiraciones parezcan inalcanzables, qué no pueden hacer quienes emprenden.

Tomado de Revista Mujeres/ Imagen de portada de referencia: Getty Images