Lo que no te están diciendo los medios estadounidenses de las protestas en Cuba
Las autoridades estadounidenses y los medios de comunicación han dado una amplia cobertura periodística a las protestas que se dieron en el Oriente de Cuba a consecuencia del deterioro de las condiciones que según los cubanos es producto de las propias políticas de los Estados Unidos.
El 17 de marzo personas en Santiago, una ciudad del este de Cuba, tomaron las calles para protestar por el aumento de los apagones y la escasez de alimentos que habían estado experimentando. Las protestas ocurren cuando las carencias generadas por el bloqueo de Estados Unidos han empeorado la situación en toda la Isla. En vez de levantar el cerco económico o sacar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, el gobierno estadounidense y los medios han vuelto a manipular las protestas espontaneas para lanzar “una nueva ofensiva mediática contrarrevolucionaria”, afirman los activistas de la solidaridad US-Cuba.
“Si Biden quiere defender al pueblo cubano, si el gobierno de Estados Unidos se preocupa en realidad por el pueblo cubano, pondría fin de manera inmediata al bloqueo”, expresó el Director Ejecutivo del Fórum de los Pueblos, Manolo De Los Santos. “De hecho, de un plumazo, podrían sacar inmediatamente a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, la cual impide a la isla acceder a servicios financieros alrededor del mundo y comerciar libremente”.
Inmediatamente después de conocer de las protestas en Santiago, la Embajada de E.E. U.U. en La Habana posteo en X: «Instamos al gobierno cubano a respetar los derechos humanos de los manifestantes y abordar las necesidades legítimas del pueblo cubano».
De hecho, el gobierno respondió inmediatamente a las manifestaciones. Beatriz Jhonson Urrutia, la máxima autoridad de la provincial, junto a otros delegados se presentaron en las calles para dialogar con los protestantes y escuchar sus demandas.
La respuesta de las autoridades cubanas contrasta marcadamente con el “respeto a los derechos humanos de… los manifestantes” que se ve en Estados Unidos. Durante los últimos seis meses, cientos de miles de personas se han estado movilizando en ciudades y pueblos de todo el país para exigir un alto el fuego en Gaza, y los líderes nacionales y locales han reprimido, ignorado y ridiculizado a los manifestantes y sus demandas.
El subsecretario de Estado de E.E. U.U. para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, escribió en X: “El gobierno cubano no podrá satisfacer las necesidades de su pueblo hasta que adopte la democracia y el Estado de derecho y respete los derechos de los ciudadanos cubanos”.
María Elvira Salazar, congresista de ultraderecha, que en marzo del 2023 intentó codificar la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, escribió en X sobre las protestas de Santiago: “Son 65 años de socialismo; de represión, prisión, muerte y exilio; de apagones, enfermedad y hambre. ¡Cuba quire ser libre!”.
Guerra Mediática
Mientras tanto, medios de comunicación internacionales han sido veloces en capitalizar las protestas de Santiago para impulsar su narrativa de Cuba de larga duración. Por ejemplo, en su reporte de las protestas, el medio regional de derecha basificado en Argentina Infobae se refirió a Miguel Díaz-Canel como “dictador”, y llamó al gobierno “régimen” y “dictadura castrista”. También hace reiteradas referencias a declaraciones del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en Madrid, que recibe financiación del Fondo Nacional para la Democracia (NED), una fundación financiada por el gobierno de Estados Unidos. Si bien el artículo se centra principalmente en acusaciones sin fundamento de acciones represivas llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad cubanas, se reserva una línea al final del artículo para mencionar las verdaderas razones por las que los cubanos enfrentan condiciones materiales desafiantes: “La pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y los errores endógenos en la política económica y monetaria han intensificado los problemas estructurales del sistema cubano en los últimos tres años”.
Esta narrativa general se repite en otros medios de comunicación de la región como Telemundo, propiedad de NBC, que también se refirió a la revolución cubana como cuando “los hermanos Castro tomaron el poder en 1959”. El artículo de Telemundo decía: ‘Las protestas, que son una rareza en una Cuba donde el poder suele sofocar rápidamente cualquier protesta pública, son las mayores desde el 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos de la isla salieron a las calles al grito de ‘iQueremos libertad!’»
Cuba y América Latina rechazan intentos de intromisión de EE.UU.
Para muchos, tanto dentro como fuera de la isla, la respuesta de los funcionarios estadounidenses y los medios corporativos a la protesta del 17 de marzo representa un claro intento de convertir en armas los verdaderos desafíos materiales que enfrentan los cubanos debido al endurecimiento del bloqueo para impulsar un cambio de régimen. De hecho, como muchos señalan, este es precisamente un objetivo del bloqueo.
ALBA-TCP, plataforma regional latinoamericana y caribeña de cooperación económica y política, emitió un comunicado el 18 de marzo en respuesta a las declaraciones de funcionarios estadounidenses, para “ratificar nuestra fuerte solidaridad con el gobierno y el pueblo cubano”. “Los países miembros del ALBA-TCP… apoyamos su legítima denuncia contra las campañas enemigas, y reconocemos sus incansables esfuerzos para superar todas las dificultades, consecuencia del brutal e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos, que desde el Memorando de Lester Mallory ha estado causando privaciones al pueblo cubano para justificar la intervención externa”. La plataforma regional declaró que “rechaza categóricamente la hostilidad permanente, la incitación a la subversión y la injerencia de Estados Unidos contra [Cuba]”.
La Cancillería de Cuba emitió un comunicado el 18 de marzo informando que el Viceministro Carlos Fernández de Cossío había citado al Encargado de Negocios de Estados Unidos, Benjamín Ziff, para trasladarle el “firme rechazo a las injerencias y mensajes calumniosos del gobierno de Estados Unidos y su embajada en Cuba en cuanto a los asuntos internos de la realidad cubana”.
En el comunicado el ministerio declaró: “Si el gobierno de Estados Unidos tuviera una preocupación mínima y honesta por el bienestar de la población cubana, eliminaría a Cuba de la lista arbitraria de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo; pondría fin a la persecución del abastecimiento de combustibles que el país necesita importar; dejaría de perseguir todas las transacciones financieras de Cuba en el mundo; pondría fin a la ruda persecución contra los programas de cooperación médica de Cuba en el mundo; dejaría de intimidar a empresarios, visitantes, artistas y cualquier persona que sienta el interés y el derecho de interactuar con el pueblo cubano”.
Tomado de Peoples Dispatch / Foto de portada: Aris Arias Batalla/ Facebook