Hugo, su última alocución de testamento político
En el 70 Aniversario del mejor amigo de Cuba
Por Noel Domínguez* / Colaboración Especial
Resumen Latinoamericano
Como cualquier fecha es buena para enaltecer su memoria, recurro a esta que conmovió al Mundo con su triste y estoica despedida.
Se presentó aquella noche del 8 de Diciembre de 2012, a las 9 y 37 minutos de la noche caraqueña, frugal, gallardo, sereno, convincente como también lo hiciera mucho antes, aquel 4 de Febrero de 1992 casi 20 años atrás, asumiendo que personalmente organizó y ejecutó su Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 ( MBR-200) enfatizado con aquel memorable… “Por ahora”
coronar la victoria del 7 de octubre, la gran vic
Cuanto hubiéramos añorado que aquella premonitoria frase en este nuevo desafío, su último, fuera igualmente de esa noción de tiempo y no definitiva.
Pero desgraciadamente, no fue “POR AHORA sino “PARA SIEMPRE” aunque quiso mantenernos a todos los revolucionarios de los confines más diversos que lo seguíamos con máxima atención escondiendo lágrimas subyacentes, sosegados, optimistas. Hasta nos cantó aquella vieja canción de los soldados tanquistas de Venezuela… “Patria, Patria, Patria Querida” como solía hacerlo con llaneras, joropos y rancheras, incluso la recreó intentando brindar esperanza con su grave y aún potente voz…
“Al rumor de clarines guerrero, ocurre el blindado, ocurre veloz, con celosos dragones de acero que guardan la Patria, que el cielo nos dio, Patria, Patria, Patria querida tuyo es mi cielo, tuyo es mi sol, Patria, tuya es mi vida, tuya es mi alma, tuyo es mi amor. Tuya Patria, la Patria”
Fue realmente aquella una verdadera alocución de testamento político, pleno de dignidad, sabiduría y premoniciones, con la misma mesura y entereza que asumió su enfermedad, con la misma didáctica que atesoraba dejándonos a todos, su impronta fecunda e imperecedera.
… “ Y nos tocó a nosotros pues, terminando el siglo XX y comenzando el XXI, comenzó aquí una nueva era, me decía Fidel anteanoche despidiéndonos en La Habana, “Bueno Chávez esa llamarada…” la llamarada se hizo, se hizo continente, la llamarada, el fuego sagrado. Fue como una resurrección lo que hemos visto, lo que hemos vivido. Aquí había un continente dormido, un pueblo dormido como muerto y llegó el Lázaro colectivo y se levantó….”
Así de sencillo, casi que inició su último recuento con Fidel, acicate y paradigma, siempre presto en la mente y también en su elocuente discurso. Para continuar entrando en materia como un epitafio…
” En Venezuela se desató la última Revolución del siglo XX y la primera del siglo XXI, Revolución que -¿quién lo puede dudar?- ha tenido cuántos impactos en la América Latina, en el Caribe y más allá y más allá y seguirá teniendo impacto. Pues además de todas esas batallas se presentó una adicional, imprevista, repentina para mí y no para mí pues, para todos, para todos nosotros porque tengo la dicha de sentirme acompañado ¿eh? “
Convencido de siempre con el tema Unidad y el trabajo en equipo, que él constituyó a su alrededor, casi previendo lo que inevitablemente se avecinaba, apostillaba…
…” De no ser un solitario, de no ser un solitario y luego hemos estado enfrentando el problema de la salud con mucha mística, con mucha fe, con mucha esperanza, con mucha dedicación en lo individual, lo familiar, en lo colectivo como una gran familia. Hemos enfrentado además manipulaciones, hemos enfrentado ¿cómo se llama? ¿sí? ¡Miseria! Bueno, las miserias “Nada humano me es extraño…” dijo alguien, miserias, etcétera, pero por encima de todo con la frente en alto, con la dignidad incólume ¿eh?”.
E inevitablemente se consideró obligado a dar la infausta nueva:
…” Inmediatamente al terminar, o al coronar la victoria del 7 de octubre, la gran victoria del 7 de octubre, a los pocos días me repetí los exámenes, aquí, allá en La Habana, y todo salió bien, todo salió bien. Sin embargo alguna inflamación, algunos dolores, seguramente producto del esfuerzo de la campaña y del mismo tratamiento de la radioterapia, en una zona que es muy sensible, entonces le empezamos a prestar mucha atención a ello…. “ sin embargo por algunos otros síntomas decidimos, con el equipo médico, adelantar exámenes, adelantar una revisión, una nueva revisión exhaustiva, y bueno lamentablemente, así lo digo al país, en esa revisión exhaustiva surge la presencia, en la misma área afectada, de algunas células malignas nuevamente y se ha decidido, es necesario; es absolutamente necesario, es absolutamente imprescindible someterme a una nueva intervención quirúrgica. Y eso debe ocurrir en los próximos días”.
Aventurándose a preparar su relevo, con urgencia, pero ratificando su sempiterno llamado a la unidad nacional
….”Si en algo debo insistir en este nuevo escenario, en esta nueva batalla, en este nuevo trance —diría un llanero por allá— bueno es en fortalecer la unidad nacional, la unidad de todas las fuerzas populares, la unidad de todas las fuerzas revolucionarias, la unidad de toda la Fuerza Armada, mis queridos soldados, camaradas, compañeros; la unidad del Ejército, mi Ejército, mi amado Ejército. El Ejército, la Marina, mi amada Marina. Digo porque los adversarios, los enemigos del país no descasan ni descansarán en la intriga, en tratar de dividir, y sobre todo aprovechando circunstancias como estas, pues. Entonces, ¿cuál es nuestra respuesta? Unidad, unidad y más unidad. ¡Esa debe ser nuestra divisa! Mi amada Fuerza Aérea, mi amada Guardia Nacional, mí amada Milicia. ¡La unidad, la unidad, la unidad! Pero yo quiero decir algo, quiero decir algo, aunque suene duro, pero yo quiero y debo decirlo, debo decirlo. Si como dice la Constitución, cómo es que dice, si se presentara alguna circunstancia sobrevenida, así dice la Constitución, que a mí me inhabilite, óigaseme bien, para continuar al frente de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, bien sea para terminar, en los pocos días que quedan… ¿Cuánto?, ¿un mes? Hoy es… Sí, un mes, un mes. Y sobre todo para asumir el nuevo período para el cual fui electo por ustedes, por la gran mayoría de ustedes, si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que —en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales— ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón. Es uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para continuar, si es que yo no pudiera —Dios sabe lo que hace—, si es que yo no pudiera, continuar con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, con su don de gente, con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo, al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destinos de esta Patria…. yo creo que lo más importante, lo que desde mi alma, desde mi corazón me dicta la conciencia, lo más importante, o de lo más importante que yo vine aquí, haciendo el esfuerzo del viaje, para retornar mañana, una vez se me conceda el permiso, ha sido esto, Nicolás, de lo más importante, de lo más importante. Y en cualquier circunstancias nosotros debemos garantizar la marcha de la Revolución Bolivariana, la marcha victoriosa de esta Revolución, construyendo la democracia nueva, que aquí está ordenada por el pueblo en Constituyente; construyendo la vía venezolana al socialismo, con amplia participación, en amplias libertades, que se están demostrando una vez más en esta campaña electoral para gobernadores, con candidaturas por aquí y candidaturas por allá. Libertades. En plenas libertades…”
Fidel se lo había dicho en una reflexión… “ni a ti ni a mi nos va a pasar eso, nosotros moriremos acompañados del calor de nuestros pueblos”.
Por ello avizorando el ya inmediato futuro, hizo una parábola y volvió siempre a Bolivar, a su Bolivar:
“recuerdo en este momento aquella frase de Simón Bolívar, el Padre Bolívar cuando en los últimos días de su batalla física en este mundo, le decía a Urdaneta, al General Urdaneta: “Yo no tengo patria a la cual seguir haciendo el sacrificio…” ¿ve? Y lo echaron y lo vilipendiaron y lo vejaron. “Mis enemigos me quitaron la Patria…” dijo. Hoy ¡ah! Gracias a Dios, Padre Bolívar, cuán distinta es la situación para todos nosotros hombres y mujeres. Hoy sí tenemos Patria y es la tuya Bolívar, es la que tú comenzaste a labrar, a labrar junto a millones de hombres y mujeres hace 200 años y antes habían comenzado también a labrarla… allá está la Espada de Bolívar, a ver si la pueden traer ¿eh? La Espada de Bolívar, la espada del Perú, la que le dieron a Bolívar en el Perú en 1824, bueno, delante de esa espada juramos ¿eh? Delante de esa espada juramos, delante de esta bandera juramos, delante de Dios, delante de nuestro Pueblo…”.
Y con la triste despedida que se presagiaba, concluyó:
“Estaremos muy pendientes y pido todo el apoyo, todo el apoyo del Pueblo y de todas las corrientes y de todos los sectores de la vida nacional, de los patriotas de Venezuela, civiles, militares, hombres, mujeres ¿eh? En estas circunstancias, todo el apoyo, bueno, en primer lugar para el Gobierno Revolucionario en esta coyuntura, continuar arreciando la marcha rumbo a lo que ya está ahí en el horizonte, la gran victoria del 16 ¿no es? 16 de diciembre, las gobernaciones de todo el país y el apoyo, la unidad ante las decisiones que tengamos que ir tomando en los próximos días, en las próximas semanas, en los próximos meses. Sea como sea y con esto termino, hoy tenemos Patria, que nadie se equivoque. Hoy tenemos Pueblo, que nadie se equivoque.
Hoy tenemos la Patria más viva que nunca, ardiendo en llama sagrada, en fuego sagrado. Sólo me resta decirles, con las buenas noches a las diez y diez minutos de esta noche del sábado ¡Hasta la victoria siempre!.
A un año de esta aleccionadora alocución y ya sin él, su pueblo acudió masivamente casi por un millón, desfilando ante su féretro, aquel luctuoso 5 de marzo. Después aunque, increíblemente, por estrecho margen, ofreció la victoria para logar la continuidad de la obra a quien él designó.
Quedan por delante nuevos desafíos que se pondrán nuevamente a prueba este próximo 28 de Julio, pero indudablemente todavía hay mucho por hacer, y necesitamos de su conducción y liderazgo.
(*) Periodista de Prensa Latina y Escritor
Foto: VTV / Archivo