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“Nadie lo tachará de censura”: ¿Qué hay detrás de la detención del jefe de Telegram?

El objetivo principal de los ataques contra Telegram, cuya culminación fue el arresto de su jefe, Pável Dúrov, empresario de origen ruso, es poner la plataforma bajo un control total para promover el contenido apoyado y revisado por los reguladores europeos, opina el politólogo y periodista ruso Gueorgui Bovt.

La Ley de Servicios Digitales
Según explica Bovt, la Unión Europea siempre ha tenido muchos cuestionamientos sobre el contenido publicado en Telegram, que recientemente se han retomado tras la aplicación de la Ley de Servicios Digitales (DSA, según sus siglas en inglés) que entró en vigor en febrero de este año. La nueva normativa estaría destinada a “mejorar la moderación de contenido” y, por lo tanto, los proveedores de servicios digitales y de redes sociales que se consideren “significativas”, son responsables del cualquier contenido que se publique en sus plataformas.

Si bien la ley no implica responsabilidad personal o penal, los operadores, como entidades jurídicas responsables, pueden recibir una multa de hasta el 6 % del volumen de su facturación anual por violar las reglas. El politólogo destaca que para que una plataforma en línea sea considerada “de muy gran tamaño”, hay que superar un límite de 45 millones usuarios establecido por la UE.

No obstante, según los informes de Telegram, su servicio de mensajería solamente cuenta con unos 41 millones de usuarios activos al mes dentro de la UE, lo que no supera a las cifras indicadas por las autoridades del bloque. Bajo esa línea, el analista sostiene que la DSA no se puede aplicar a esta red social. La propia Comisión Europea elaboró una lista con 19 plataformas en línea y motores de búsqueda “de muy gran tamaño” que incluye Amazon, Facebook*, Instagram* y Google, mientras Telegram no fue reconocido oficialmente como uno de ellos.

“Nadie lo calificará de censura”
Bovt añade que la principal razón de los intentos de bloquear u obstaculizar el funcionamiento del servicio de mensajería en Europa no es el deseo de destruir la plataforma, sino la aspiración de ponerla bajo un control total de las autoridades del bloque con el fin de asegurarse de que el contenido publicado allí sea “correcto”. “Correcto, según el punto de vista de los reguladores europeos. Pero nadie, por supuesto, lo calificará de censura. La censura es algo perteneciente a los regímenes autoritarios, mientras que en la Europa democrática es la lucha contra el ‘contenido ilícito’ e información falsa”, concluyó.

 

La plataforma que “menos colabora”

Algunos de los países de la UE ya han creado obstáculos para Telegram, intentando obligar a la empresa, que se posiciona como defensora de los derechos de los usuarios a la privacidad y la libertad de expresión, a cooperar con las fuerzas de seguridad en la moderación de contenidos, y alegando su negligencia para evitar la publicación de contenido ilícito.

En mayo de este año, Bélgica aprobó la revisión de la red social de Dúrov por parte del Instituto Belga de Servicios Postales y Telecomunicaciones, que se convirtió en una autoridad de control. “Telegram es la plataforma que menos colabora con los gobiernos y, en comparación con otras aplicaciones, es posible hacer [allí] muchas cosas”, sostuvo en ese entonces Mathias Vermeulen, representante de una empresa belga que se centra en la regulación de servicios digitales.

A su vez, en marzo, la Audiencia Nacional de España ordenó a los operadores móviles bloquear de forma cautelar la aplicación de mensajería en todo el país como respuesta a la denuncia presentada por varias compañías por, supuestamente, alojar ilegalmente contenido audiovisual protegido por derechos de autor. Sin embargo, el bloqueo apenas duró unos días y luego fue cancelado al considerar que la suspensión sería una medida “excesiva y desproporcional”.

Finalmente, el periodista ruso recordó que, como un 70 % de los internautas de ex repúblicas soviéticas recurren a Telegram para estar al tanto de las noticias relacionadas con el conflicto entre Rusia y Ucrania, las autoridades de Kiev se quejaron varias veces a la UE de que la plataforma se usa en las operaciones de sabotaje e inteligencia en su contra. Por consiguiente, en respuesta a que Telegram rechazó eliminar y bloquear el contenido relacionado con el conflicto, los políticos del país lanzaron varias propuestas infructuosas para imponer nuevas restricciones en cuanto al uso de la red social. 

Fuente: RT

Foto: Getty images

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