Internacionales

Ernesto Guevara toma partido por la causa paraguaya

Por Lois Pérez Leira. 

La Guerra del Chaco, fue uno de los acontecimientos históricos que marcó a la familia Guevara y al propio Ernestito, cuando recién cumplía los cuatro años de edad. 

La familia había tenido un contacto directo con el Paraguay y su pueblo, durante la residencia en Caraguatay, Misiones. En la explotación yerbatera de los Guevara, una parte importante de los peones rurales, eran de origen paraguayo, incluso el personal de servicio.

Las cercanías con el Paraguay, la expansión del idioma y de la cultura  guaraní, tenía una importante presencia social. Los pueblos originarios de la Provincia de Misiones y los del Paraguay, provenían de los mismos orígenes indígenas, los tupis guaraníes. Estos pueblos se trasladaron desde el norte del Brasil, hasta incluso la provincia de Corrientes, en la República Argentina.

La guerra entre Paraguay y Bolivia, se libró desde el 9 de septiembre del año 1932  hasta el 12 de junio de 1935 y buscaba  el control del Chaco Boreal. Fue la guerra más importante en Sudamérica durante el siglo XX. En los 3 años de duración, Bolivia movilizó 250 000 soldados y Paraguay 120 000, que se enfrentaron en combates en los que hubo gran cantidad de bajas (60 000 bolivianos y 30 000 paraguayos),  y miles de heridos, mutilados y desaparecidos. Los distintos tipos de enfermedades tanto físicas como psicológicas, la característica hostil del teatro de operaciones y la falta de agua y buena alimentación produjeron el mayor porcentaje de bajas y afectaron la salud de los soldados sobrevivientes.

Don Ernesto Guevara Linch nos cuenta en su libro de memorias “Mi Hijo el Che”: “En nuestra casa se hablaba continuamente de política, lo hacíamos Celia y yo con los amigos que frecuentaban nuestro hogar. Por aquel entonces, Latinoamérica estaba conmovida por causa de la guerra desatada entre Paraguay y Bolivia. Este último país, alentado por las compañías petroleras norteamericanas, y ensoberbecidas por tener un ejército entrenado por el general Kundt –uno de los jefes alemanes que luchóo en la guerra europea de 1914-  invadió con un pretexto cualquiera, el Chaco paraguayo con el propósito de anexionárselo. El proyecto de este jefe no era descabellado y muy poco faltó para que se cumpliera.” 

El famoso y legendario general Kund nació en Neustrelitz (Mecklenburgo, Alemania) el 28 de febrero de 1869. De familia de militares, se graduó como subteniente en 1889. En 1902 integró como capitán el alto estado mayor alemán. En 1908 llegó por primera vez a Bolivia. En 1911 comandó una misión para reestructurar el ejército boliviano. Combatió en la primera guerra mundial en Polonia y Galizia donde fue herido y luego condecorado. Volvió a Bolivia en 1921 ya como general. Adoptó la nacionalidad boliviana y  realizó una labor reestructuradora. En 1923 fue nombrado ministro de Guerra por Bautista Saavedra. En 1930 dejó Bolivia a la caída de Siles. Convocado por clamor popular retornó a fines de 1932 a los 63 años, para hacerse cargo del ejército en campaña en el Chaco. Condujo la guerra hasta diciembre de 1933. El fracaso de su conducción lo obligó a renunciar y abandonar el país para siempre. Kundt murió en Lugano (Suiza) el 30 de Agosto de 1939 a los 70 años.

“El  mundo se indignó -continua relatando Don Guevara Linch- ante el avance prepotente del ejército boliviano y yo me indigné aún más, porque, como había vivido en el territorio argentino de Misiones, tenía muchos amigos paraguayos y había aprendido a comprender a este pueblo. Mi indignación llegó a un punto tal que consideré seriamente tomar las armas a favor de Paraguay. Ernesto entonces, a pesar de ser muy pequeño, seguía con vivo interés las alternativas de esta guerra que tanto  apasionaba a sus padres.”

Los primeros dos años de su vida Ernestito o “Tete” como le había puesto su madraza gallega Carmen Arias -durante su estancia en la selva misionera- se crió escuchando los arrorrós en gallego que le cantaba Carmen para dormirlo, y el idioma guaraní que utilizaban las mayoría de los peones y los niños que vivían en la zona. Algo parecido le paso al propio General San Martín, durante su niñez en Yapeyú, provincia de Corrientes. Ernestito fue un niño crecido en el caldo del internacionalismo.

Por aquel entonces los Guevara habían contratado también a una joven de 15 años paraguaya que ayudaba a Carmen en la atención a Tete.

Ante el nacimiento de su primera hija, la familia Guevara decide regresar a  Buenos Aires para  que el parto de Celia, se realice en mejores condiciones. Por distintos motivos comerciales, derivados de algunos problemas surgidos  en el pequeño astillero que tenía en sociedad regresan de Misiones. Don Ernesto  con su familia, se radican en Buenos Aires y luego en San Isidro, donde se le declara el asma a Ernestito. Durante la etapa en que vivieron en Buenos Aires nuevamente contratan a una niñera paraguaya. Era la época en que residían en Guise y Santa Fe. Esta joven paraguayita complementaba la labor que realizaba la “gallega” Carmen Arias, que era la persona de confianza de la familia.

Luego deciden radicarse en 1930 en Alta Gracia (Córdoba).  En esta zona montañosa, tan propicia para la salud de Ernestito, es cuando se producen los acontecimientos de la Guerra del Chaco.

Don Ernesto seguía por la radio y los periódicos los acontecimientos. Algunas veces conectaba por onda corta las radios paraguayas. Para tener más información de los hechos seguía los acontecimientos por el diario  Crítica, donde  se informaba día a día  de todo lo que estaba sucediendo.

Por aquel entonces Benito Mussolini imponía el fascismo en Italia y Adolfo Hitler estaba en plena ascensión política en Alemania. Las fuerzas de izquierda comenzaban a realizar campañas internacionales contra el avance fascista en el mundo y los peligros que esto significaba. Don Ernesto simpatizante del Partido Socialista que lideraba el senador Alfredo Palacios, igual que éste, estaba claramente posicionado contra esta nueva ideología  reaccionaria.

Por aquel entonces se había declarado la Segunda República Española, acontecimiento que fue celebrado en la casa de los Guevara y entre sus amistades progresistas. Especialmente por su cuñado Cayetano Córdova Iturvuru, destacado periodista y dirigente del Partido Comunista argentino.

Mientras en el hogar se realizaban apasionados debates, Don Ernesto recuerda que Ernestito escuchaba con atención todo lo relativo a  la guerra y en el mapa, pinchando banderitas, seguía los movimientos militares.: “Cuando salía con sus amigos en tropel a jugar a la guerra, se trataba entonces  de la guerra paraguayo-boliviana.

En esta contienda nosotros no podíamos estar sino del lado paraguayo. El General Kundt representaba la odiosa casta militar nazi y el general Estigarribia, jefe de las fuerzas paraguayas, había combatido contra Alemania en el año 1914 como oficial del ejército francés. Este apasionamiento de mi mujer y mío, necesariamente tuvo que influir en el niño Ernesto y en todos sus amigos. El Paraguay se defendía contra una invasión que no había provocado, y en muy inferiores condiciones numéricas y de armamento. Todo el mundo sabía que detrás de Bolivia estaba el imperialismo yanqui. Esta desigualdad en la lucha fue un factor desencadenante para Ernesto y su barra, despertando en ellos una profunda simpatía por los más débiles. La invasión boliviana era, sin duda alguna, una muestra de cómo los países imperialistas provocaban y desataban contiendas en donde ellos le convenían, conforme a sus intereses.

La guerra terminó con la aplastante derrota del ejército boliviano infligida por el pueblo paraguayo en armas. Aquella vez nuestras esperanzas se vieron colmadas por el éxito y los niños también se alegraron.” Recordaba  Don Ernesto.

Luego estallaría la Guerra Civil Española y los Guevara actuaron activamente en la solidaridad con la España Republicana. Ya por entonces, Ernestito era un niño más consciente y acompañaba a su padre a las reuniones y actos. Posteriormente llegó la segunda guerra mundial y se posesionaron junto a los países aliados. Todos estos acontecimientos llevaron a los Guevara a tener una activa militancia antifascista e interpretaron el naciente peronismo, dentro de estos planteamientos ideológicos.

Don Ernesto forma parte de una organización antifascista denominada Acción Argentina que tenía como tarea luchar contra la penetración nazi en América latina, el propio Ernestito se afilió a esta organización,  y mostraba a sus amigos, con mucho orgullo, el carnet de las juventudes. Esta fue la primera organización que Ernesto Guevara integró en la Argentina.

Años más tarde, en su segundo viaje por América latina,  Ernesto conoció en Guatemala a Ñico López, joven martiano integrante del movimiento 26 de Julio. Será este cubano quien bautizará a Ernesto Guevara con el apodo de Che. Sin saberlo, Ñico le pondrá un nombre de origen guaraní. Che deriva de la palabra guaraní che, que puede ser pronombre personal (yo) o posesivo (mi) de primera persona singular. En el guaraní hablado en el Noreste argentino, «che» se pronuncia /tʃe/ (che) y no /ʃe/ (she); /ʃe/ se pronuncia en Paraguay.

El propio Ernesto Guevara en una charla que da en La Habana hablando de América latina el 18 de mayo de 1962 recordará aquella cruel guerra: “A veces nuestros países han sido campos de guerra provocados por monopolios de diferentes nacionalidades que se disputaban esferas de influencia; la guerra del Chaco es uno de los ejemplos de lucha por el petróleo entre la Shell de los grupos ingleses y alemanes y la Standard Oil. Fue una guerra muy cruenta donde Bolivia y Paraguay estuvieron durante cuatro años perdiendo lo mejor de su juventud en la selva del Chaco.”

Luego, en el mismo auditorio, analizará la influencia de la revolución cubana en América latina y realiza una pantallazo de cada uno de los países. Al llegar a la situación del  Paraguay señalará:

“Paraguay es un país donde ahora hay guerrillas, es un país muy pobre, tiene un millón y medio de habitantes más o menos, con un territorio mucho más grande que Cuba, con selvas muy grandes, que tiene apenas algún ganado y algunos productos agrícolas. Es un país de enfermedades endémicas terribles como la lepra, que está extendida en proporciones enormes, donde no hay prácticamente sanidad, donde la civilización está apenas ceñida a tres o cuatro ciudades relativamente grandes. En aquellos montes ha habido varias experiencias guerrilleras, las más importantes y las más serias desde el punto de vista ideológico, han sido orientadas por un frente popular revolucionario con la participación en algunos casos importantes, del Partido Comunista paraguayo. Sus guerrillas han sido derrotadas sistemáticamente, nosotros creemos que han habido errores tácticos en la conducción de la lucha revolucionaria, que tiene una serie de leyes que no se pueden violar, pero sin embargo se siguen produciendo alzamientos.

Actualmente hay gentes que están, por imperio de las circunstancias, alzadas en los montes, debido a que si se entregaran serían muertos y están lejos de las fronteras. Paraguay es un país ideal para la guerra de guerrillas, muy rico en cuanto a la agricultura, de grandes condiciones naturales, no hay elevaciones pronunciadas, pero hay montes y ríos muy grandes y zonas de operaciones muy difíciles para los ejércitos regulares y zonas muy fáciles para la lucha con la ayuda de la población campesina. Hay allí una dictadura de extrema derecha que anteriormente estaba muy influenciada por la oligarquía argentina, era una semicolonia de la Argentina pero que hoy ha pasado a la dependencia directa de los Estados Unidos con las últimas penetraciones de capital norteamericano; mantiene una dictadura bestial donde están todos los gérmenes de una lucha popular que puede realizarse intensamente a corto plazo.”

Ahora el significado de “Che” en guaraní, argentino, en chino, en inglés o en gallego es símbolo de lucha universal contra el capitalismo.
 
Bibliografía Consultada:

-Ernesto Guevara Lincha. Mi Hijo el Che, Editorial arte y cultura de La Habana, 1988. 

-Ernesto Guevara de la Serna, conferencia

-“La influencia de la Revolución cubana en la América Latina.”

Tomado de El Periódico.

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