Canadá confirma primer caso de rabia humana en más de 50 años
Autoridades de Salud de la provincia canadiense de Ontario confirmaron hoy un caso doméstico de rabia humana, el primero detectado desde 1967. En un comunicado, la Unidad de Salud del Condado de Brant indicó que se cree que la persona estuvo expuesta a la enfermedad mientras se encontraba en el área de Gowganda, en la región de Timiskaming.
La rabia es una infección viral que causa inflamación del cerebro y la médula espinal. Generalmente se transmite a los humanos a través de la saliva o las mucosas de un animal infectado, como un murciélago, un zorrillo, un zorro o un mapache.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Una vez que el virus infecta el sistema nervioso central y aparecen los síntomas clínicos, la rabia es mortal en el 100 por ciento de los casos”.
Según Public Health Ontario, el último caso confirmado de rabia humana doméstica en la provincia se registró en 1967.
A nivel nacional, sólo se han conocido 26 casos de la enfermedad en humanos desde que comenzaron a notificarse en 1924.
“Nuestros más sinceros pensamientos están con esta persona y sus seres queridos durante este momento difícil”, dijo la doctora Rebecca Comley, directora médica de salud del condado, en un comunicado.
“La rabia, aunque rara, es un virus grave en humanos. Si tiene contacto directo con algún animal que se sabe que es portador de rabia, debe buscar atención médica inmediata”, agregó.
El director médico de salud de Ontario, Kieran Moore, también emitió un comunicado donde señala que “se sospecha que la enfermedad se adquirió por contacto directo con un murciélago en Ontario”.
La OMS dice que el período de incubación de la rabia suele ser de dos a tres meses, pero puede variar según la carga viral.
Los síntomas iniciales pueden incluir fiebre, dolor, hormigueo inusual o inexplicable, sensación de pinchazo o ardor en el lugar de la herida. Una vez que el virus comienza a trasladarse al sistema nervioso central, se desarrolla una inflamación progresiva y mortal del cerebro y la médula espinal.
Fuente: Prensa Latina
Foto: Simon Dawson/PA