¿Una isla artificial en Montevideo? El ambicioso plan ‘MVD360’ aprobado por el Gobierno de Lacalle Pou
El pasado 9 de mayo, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, firmó una resolución mediante la cual acepta “la iniciativa privada presentada por la empresa Jirkel S.A., denominada ‘MVD360′”, considerada por el Ejecutivo como un proyecto “de sumo interés”.
“MVD360 se constituye como un proyecto de escala país, proponiendo un nuevo landmark para la región; y priorizando la ciudad de Montevideo como lugar de implantación”, dice la página web de la iniciativa, en la que solo hay cuatro párrafos de información.
El proyecto es la construcción de una isla artificial de 36 hectáreas, que se ubicaría sobre el Río de la Plata, a 450 metros de la rambla del barrio Punta Gorda de Montevideo, a la cual estaría unida por un puente, detalló Ignacio Muñoz, integrante del grupo impulsor del emprendimiento, al medio uruguayo El País.
Entre la poca información que hay en la web del proyecto, indican que para llevarlo a cabo se prevé una inversión privada de alrededor de 2.300 millones de dólares.
“El proyecto se constituye como un factor significativo en relación a su contribución con la dinamización de la economía del país, impactando en el entorno de cuatro puntos del PBI; generando aproximadamente 4.500 nuevos puestos de trabajo durante la totalidad del período de ejecución”, que se extendería por 14 años, cuatro de infraestructura y 10 de desarrollos inmobiliarios, mencionan.
¿Qué tendrá la isla?
“No hay registro de un desarrollo de esta magnitud en el país ni en la región”, dice un resumen ejecutivo del proyecto, hecho público por la firma Navigant Group LLC.
La resolución firmada por Lacalle Pou detalla que la isla tendrá “un puerto deportivo, emprendimientos inmobiliarios y zonas para uso público de esparcimiento y recreación”.
De acuerdo con una investigación de El Observador, el puerto deportivo del proyecto sería un espacio para 300 embarcaciones y, además, habrá 36 lotes inmobiliarios.
El portal local Brecha, por su parte, señala que en la isla artificial se edificarían al menos 36 torres.
El sociólogo Tejo Mattioli, citado por ese portal, señaló que este proyecto “es una más de las superinversiones que aparecen de la nada, y todo indica que esta, tal como apareció, desaparece”.
“Esa gente no son inversionistas, sino que lo que buscan son inversionistas. Ellos consiguen el permiso del Estado uruguayo para construir esta locura, pero no tienen los 2.000 millones de dólares, y con el permiso se van a buscar quién puede invertir eso, porque tienen un Estado amigo que los banca. Es especulación inmobiliaria, de la más complicada que hay”, opinó.
Tomado de RT/ Imágenes: MVD360.