Mujeres en tiempos de Covid 19 y la necesidad de un libro
Aunque hemos ido poco a poco, como país y como humanidad toda, saliendo adelante tras los difíciles años de pandemia global, esos 24 primeros meses en que se propagó la COVID-19 dejaron una profunda huella en las familias cubanas.
Diversos testimonios literarios, audiovisuales e hipermediales recogen las vivencias de las poblaciones más afectadas. Muchas veces la mirada se ha puesto sobre los ancianos y los niños, para quienes el encierro y las medidas de aislamiento supusieron retos muy difíciles de superar. En cambio, el libro del que hablaremos hoy — y que se presentó hace ya unos meses — , hace énfasis en las vivencias de mujeres cubanas durante esta difícil y compleja etapa.
Según el testimonio de especialistas, la convivencia obligatoria a causa de la pandemia y la incapacidad de algunas personas para manejar la ira o controlar las emociones en los hombres, pudo incrementar las relaciones violentas en el ámbito doméstico. Sobe todo, si se tratase de personas que ya vivían en situaciones de violencia antes de iniciar la cuarentena.
El libro Conversando entre nosotras. Las mujeres en tiempos de COVID-19, de la investigadora Irma María Bernal Collazo, recoge las voces de 56 mujeres cubanas procedentes de todo el país, con edades, profesiones u oficios, credos religiosos, orientación sexual y color de la piel diferentes.
Las historias de mujeres conocidas y otras menos conocidas de nuestra sociedad hablan de la resistencia femenina durante las crisis y cómo enfrentar los roles tradicionales y no tradicionales en el ámbito laboral. En palabras de su autora:
«Cada día demostramos que somos dueñas de nuestro futuro, hacedoras de nuestros proyectos y capaces de asumir los roles que nos propongamos con plena autonomía, como sujetos sociales que somos».
Irma María Bernal es licenciada en Estudios Socioculturales, máster en Educación a Distancia y en Filosofía, Sociedad y Religión. Ha publicado artículos en la revista Estudios del Desarrollo Social: Cuba y América Latina, de FLACSO, y el boletín Compartir, del Centro Oscar Arnulfo Romero. Durante la pandemia emprendió este proyecto editorial gracias al cual conversó vía telefónica con estas mujeres de esferas tan disímiles del desarrollo social de Cuba, como los servicios, la producción, las ciencias, la cultura, el deporte, la política, la agricultura, la defensa, entre otras.
«Hemos conversado como amigas. En nuestras charlas hubo espacio para hacerlo sobre cualquier tema, de forma diáfana, sin tapujos, ni hipocresías», confirmó Bernal en el texto que introduce los relatos.
«El machismo fue otro tema debatido, y aunque se reconoce que en Cuba se han producido muchos cambios, aún no existe suficiente claridad sobre este tema como problemática social. Por supuesto, también conversamos sobre la violencia contra la mujer. Si bien la conversación sobre este tópico no conectó de igual forma a todas las mujeres, las voces que hablaron legitimaron la experiencia con rigurosidad en sus contenidos», agregó.
Por su parte, Gabriel Coderch Díaz, director del Centro Oscar Arnulfo Romero, concluye que estas experiencias de vida«abarcan múltiples temas, entre ellos infancia, adolescencia, desempeño laboral, violencia de género, machismo, acosos, aborto, religión, nuevo Código de las Familias y cómo la COVID-19 ha incidido en cada una de ellas. El denominador común, sin lugar a dudas es la resiliencia de las mujeres cubanas, cuyo diario quehacer contribuye a la construcción de una sociedad inclusiva y plena de equidad».
Magda González Grau, directora de televisión y cine; Yanet Baños Bonilla, bombera en el servicio militar voluntario femenino; Melissa Blanco Déniz, periodista y única mujer narradora de pelota en Cuba; Yenisleidy Turiño Gutiérrez, trovadora; Lidia Soca Medina, escritora, fotógrafa y sobrina-tataranieta de José Martí; Carmen Ana Almodóvar Muñoz, profesora, historiadora y promotora cultural; Margarita Pachecho González, oficial del Ministerio del Interior; Herminia Sánchez Quintana, actriz y fundadora de Teatro Escambray… la lista continúa hasta reunir más de 50 testimonios que reflejan con mucha honestidad la realidad de las mujeres cubanas hoy.
El libro concluye con un epílogo y un apartado titulado Pinceladas posteriores; breves líneas que dan cuenta de qué ha ocurrido desde que tuvieron lugar las conversaciones telefónicas hasta que el libro pudo publicarse finalmente.
Irma y su libro se empeñan en mostrar las realidades de las mujeres cubanas durante los difíciles meses de la pandemia, a la vez que revaloriza su rol activo en nuestra sociedad: «Siempre he escuchado: detrás de un gran hombre hay una mujer, bueno, en ocasiones, una gran mujer, y me pregunto: ¿por qué no al lado, o junto a? ¿Por qué siempre detrás? Caramba, detrás no se ve, queda invisibilizada. Nuestra Mariana Grajales no estaba detrás de su hijo Antonio o detrás de José. Ella, la Madre de la Patria, estaba junto a sus hijos, a su lado».
Tomado de Alma Máter