«El trabajo en equipo es lo que decide»
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La doctora Yanet Pupo Estupiñán no esconde su origen campesino. Se enorgullece de haber mantenido impecable el uniforme escolar mientras venció, a pie, largos tramos desde su casa en el barrio La Escondida, del consejo popular de El Purial, hasta llegar a la escuela primaria donde estudió.
El respeto que personas allegadas le transmitieron por la tierra, se le refleja en la voz, dulce y convincente, con la que traslada esperanza a padres angustiados que desean saber su criterio de médico sobre los hijos ingresados en la sala de cuidados intensivos del hospital provincial pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja.
Con 27 años de edad es diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y recientemente fue nominada candidata para ocupar otra vez un escaño en el Parlamento, el que considera un órgano dinámico, con debates profundos, alejado de formalismos y rutinas.
«Integré el Parlamento siendo estudiante de Medicina. La primera vez que intervine lo hice con algo de timidez, pero convencida de que estaba exponiendo intereses de muchas personas. Fui ganando confianza en la medida en que me atendieron y comprendí que tiene enorme peso hablar en nombre de otros. Me enorgullezco de ser parte del grupo que, en el proceso de construcción colectiva de la Constitución de la República, defendió los derechos y deberes de los jóvenes».
La decisión de superarse se concretó al vencer la residencia en Medicina Intensiva y Emergencias Médicas Pediátricas, lo que ha estado acompañado de la disposición a enfrentar tareas diversas.
«Una fue el enfrentamiento a la COVID-19. Tuvimos días dedicados a hacer pesquisas a las personas, casa a casa, al tiempo que compartía diferentes experiencias de trabajo con los futuros médicos. La labor más ardua la desarrollamos en comunidades vulnerables por la acumulación de problemas espirituales y materiales sin solucionar, entre ellas El Paraíso y La Yabita, en el municipio de Holguín, y Áreas Verdes, en Playa Blanca, en el territorio de Freyre».
Describe su formación, la que agradece a profesores altamente calificados: «Me desempeñé como alumna ayudante en la Sala de Terapia Intermedia durante toda la etapa de estudiante. Ahí me enamoré del intensivismo pediátrico, especialidad que requiere de mucha disciplina y alto grado de minuciosidad para alcanzar objetivos terapéuticos en pacientes en estado crítico o grave. Yo me exijo mucho, pero el trabajo en equipo es lo que decide».
Tomado de Granma
