Culturales

Un libro recomendado: “Nosotras en libertad”

Por Berta Horen *.

 

En los primeros años de la dictadura cívico militar eclesiástica (1976-1983), nos concentraron a casi todas las presas políticas del país en la cárcel de Villa Devoto. Llegamos a ser entre 1200 y 1400, la mayoría nacidas entre 1945 y 1955, aunque también hubo compañeras de 14, 15 años y alguna de más de 80 años. Fuimos y somos diversas, la mayoría militantes de organizaciones políticas y político-militares. Otras sin ninguna participación política. Como parte del campo popular sufrimos experiencias de torturas, años de encarcelamiento, muerte y desaparición de familiares y amigos, separación de nuestros hijos e hijas. En las detenciones sufrimos vejaciones por nuestra condición de mujeres, algunas compañeras fueron objeto de violaciones.  Fue muy difícil ponerlo en palabras. Todo fue denunciado en los juicios por delitos de lesa humanidad.

De acá van a salir locas o muertas” fue la frase que reiteradamente repetía el Jefe de Seguridad del penal y al que nosotras respondíamos con organización, solidaridad y unidad, más allá de las diferencias políticas, culturales, etarias y del lugar de origen. Aunque hubo fisuras, la mayoría nos conteníamos, hablábamos mucho y discutíamos todo. También compartíamos yerba, puchos, leche, saberes, absolutamente todo. Era evidente que el objetivo de los represores era borrar identidades, anularnos como sujetos e imponernos un tiempo improductivo. Al tiempo vacío lo convertimos en tiempo productivo, en tiempo creativo. Como estrategia de preservación y resistencia hacíamos todo lo que estaba prohibido. La solidaridad y la unidad frente al enemigo fue nuestra principal herramienta de resistencia.

Siempre decimos que las “setentistas” no nacimos de un repollo. Fuimos herederas de la resistencia peronista y de los debates de los años 60, de la revolución cubana de 1959 que se convirtió en un símbolo de la lucha de todos los pueblos latinoamericanos que se plantearon la lucha armada como única posibilidad de cambio. El clima de época estuvo marcado por los movimientos y las guerras de liberación nacional, Argelia y Vietnam, los movimientos juveniles como el Mayo francés, el hippismo y, en EEUU, las movilizaciones antirracistas y en contra de la guerra de Vietnam.

A fines de la década del 60, en Argentina, se profundiza un proceso de radicalización política y cultural en la juventud. No sólo fue cuestionado el autoritarismo militar, sino también todo tipo de autoridad, la de la familia, la escuela, los valores imperantes. La liberación sexual fue un emblema. La píldora anticonceptiva colaboró para ello. Los varones se dejaron el pelo largo, las chicas usábamos minifalda y minishort. Aunque nosotras no hacíamos eje en el feminismo, en los hechos cortamos con muchos de los mandatos de la sociedad patriarcal que seguía resistiendo los logros de los movimientos feministas del siglo XX pero, sobre todo, los del peronismo y de Evita sobre la participación política de la mujer.  La mayoría de nosotras teníamos muy claro que, sin justicia social no hay feminismo posible y que, por lo tanto, era necesario luchar para transformar las desigualdades en derechos. Hoy podemos decir que éramos y somos feministas populares, democráticas y nacionales, ya que no separamos la lucha por la emancipación de las mujeres de la lucha por la soberanía política, la independencia económica y la justicia social. Muchas compañeras son integrantes activas del movimiento  “Ni una Menos” y de otras expresiones actuales del feminismo.

Ya en libertad mantuvimos lazos afectivos muy fuertes, aunque cada una se dedicó a armar una familia o reconstruir la que había tenido, buscar trabajo, terminar estudios, insertarse social y políticamente. Uno de los aspectos más relevantes fue la participación como testigos y querellantes en los Juicios por Delitos de Lesa Humanidad, por memoria, verdad y justicia.

En momentos críticos del país surgía alguna propuesta de trabajo conjunto. A fines de la década del 90, la continuidad de nuestra acción colectiva se puso de manifiesto en la obra “Nosotras presas políticas”, libro elaborado con el aporte de 112 ex presas políticas y que fue publicado en 2006, que recupera las experiencias vividas en la cárcel y las prácticas de resistencia consensuadas para enfrentar las políticas de aniquilamiento.

A pocos meses de iniciada la pandemia, en cuarentena y sin vacunas, empezamos a concretar Nosotras en Libertad. Pensamos en un libro que se caracterice por la diversidad y la transversalidad en lo territorial, lo social y lo político y que expresara, con la propia voz, en relatos en primera persona, que “No nos han vencido”. Lo pensamos para favorecer el diálogo y fomentar el intercambio y la reflexión con las nuevas generaciones, en función del debate político actual. Queríamos algo que sea lindo, que no se venda, que cualquiera pueda leer, de acceso libre y gratuito, un libro web, autofinanciado.

Tres de nosotras convocamos a unas 20 de diferentes regiones del país para que a su vez inviten a escribir a todas las que quisieran hacerlo. Siempre a distancia, por teléfono, wasap, correo electrónico. Reuniones por meet o zoom. El libro reúne relatos, fotos, canciones, videos y películas que reflejan experiencias de vida y transformación de mujeres militantes que interpelan el sentido común que impone la lógica neoliberal. Una característica que se repite en los distintos relatos es el carácter grupal de las experiencias y la apuesta a la creatividad como forma de recuperar aprendizajes de las prácticas de la militancia “setentista” para recrearlas en contextos diferentes.

El libro pretende ser una herramienta que permita el diálogo intergeneracional y por ende, la posibilidad que los y las jóvenes recuperen de la experiencia setentista valores y prácticas que puedan ser recreadas hoy como continuidad de un proyecto social y político, con formas nuevas.

A su vez, el hecho de que nosotras, mujeres cuyo promedio de edad supera los 70 años hayamos realizado este libro, expresa la necesidad de trascender y generar un legado a las nuevas generaciones. Por ese motivo incorporamos un apartado que desarrolla el proceso histórico, desde mediados de los años 40 del siglo pasado hasta nuestros días, desde la perspectiva histórica del campo nacional y popular que confronta las visiones hegemónicas impuestas por el neoliberalismo.

El libro en papel es una colección de siete tomos, un libro con textos que nos invitan a emprender el viaje, que nos cuenta quiénes somos, qué hicimos juntas. Los restantes contienen relatos de cinco regiones del país y uno de otros países del mundo.


¿Dónde conseguir el libro web “NOSOTRAS EN LIBERTAD”?

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(*) Una de las tres coordinadoras de Nosotras en Libertad, junto a Beatriz Horrac y Silvia Asaro.  Fue militante de la Juventud Peronista y estuvo detenida desde abril de 1975 hasta octubre de 1982, en la cárcel de Olmos, donde concentraron a las detenidas de provincia de Buenos Aires y en la cárcel de Villa Devoto desde septiembre de 1976. Después de recobrar la libertad se graduó en la carrera de sociología y fue docente de la Universidad de Buenos Aires.

 

Tomado de NODAL / Foto de portada: Syara Salado Massip / Resumen Latinoamericano.

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