Ucrania, un bumerán para la Unión Europea
Por Hedelberto López Blanch (*) / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
La política de extorsiones de la Unión Europea contra Rusia para tratar de debilitarla se ha convertido en un bumerán que está afectando la economía de varios países del bloque.
Europa ya tiene que afrontar las consecuencias de sus decisiones, al seguir fielmente los dictados emanados desde Estados Unidos, pues al imponer numerosas restricciones al gigante euroasiático, se han reducidas notablemente sus propias oportunidades para el desarrollo.
Al imponer un tope a los precios de los combustibles rusos, como exigió Washington, esa decisión le provocó a Europa una grave crisis de energía la cual obliga a esas naciones comprar más caros los energéticos y especialmente gas.
El director de la Fundación Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) en Bruselas, Paolo Raffone, enfatizó que de continuar la Unión Europea con la política de apoyo a Ucrania y aislar a Rusia, habrá un costo mayor para los gobiernos del viejo continente. No obstante, agregó, es poco probable que la UE dé marcha atrás en su rumbo político, ya que el bloque sucumbió a la presión de la Casa Blanca.
Como la economía europea y la política monetaria dependen Alemania si este país no crece, las noticias no son buenas para el resto de la Unión. Y es que la llamada locomotora europea está entrando en un peligroso declive.
La Oficina Alemana de Estadísticas informó que el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo por segundo trimestre consecutivo. En el primer trimestre de 2023 cayó 0,3 % y en el cuarto trimestre de 2022 se retrajo 0,5 %.
Una recesión, según lo establecido, se define comúnmente cuando ocurren dos trimestres sucesivos de crecimiento negativo del PIB. Con la alta tasa de inflación que padece este país, cayó el consumo de los habitantes y por ende toda la economía.
El gasto de los hogares descendió 1,2 % en el trimestre tras los ajustes por precios, estacionalidad y calendario, mientras el consumo público también disminuyó un 4,9 %.
Andreas Scheuerle, analista del banco DekaBank, declaró que “bajo el peso de la enorme inflación que llega al 7 %, el consumidor alemán ha caído de rodillas, arrastrando consigo a la totalidad de la economía”.
Resulta completamente obvio que para llegar a esa situación, una de las razones fundamentales ha sido el aumento masivo de los precios de la energía desde que el gobierno del canciller Olaf Scholz siguió a ciegas las órdenes de Washington de no adquirir el gas procedente de Rusia con el objetivo de debilitar al gigante euroasiático.
Europa Occidental ha tenido que comprar el gas que produce Estados Unidos en sus yacimientos con la técnica de fracking, mucho más costosos.
En ese afán de controlar y amordazar a la Unión Europea y sobre todo a Alemania, (para eliminar a un posible contrincante) el presidente Joe Biden autorizó la voladura de los gasoductos Nord Stream 1 (en operaciones desde 2010) y el Nord Stream 2 (concluido en 2021) según una investigación realizada por el destacado periodista estadounidense Seymour Hersh quien publicó un reportaje al respecto el pasado 8 de febrero.
No hay dudas de que, además de Rusia, los grandes perdedores por esa deplorable acción han sido Alemania y varias naciones europeas.
Como consecuencia directa por la falta de suministros energéticos rusos más baratos, Alemania entró en un periodo de dificultades industriales que repercute en la economía general y en la vida de las personas.
Ya se habla de una desindustrialización de su economía pues varias empresas apuntan por trasladarse a otros países para tratar de aminorar el temporal. Por ejemplo, el gigante químico alemán BASF reveló sus planes de instalar su producción en China, tras los elevados costos energéticos.
Al parecer, seguir los agresivos consejos de la Casa Blanca contra Rusia no les ha dado el resultado esperado a los europeos.
(*) Periodista cubano. Escribe para el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones. Es el autor de “La Emigración cubana en Estados Unidos”, “Historias Secretas de Médicos Cubanos en África” y “Miami, dinero sucio”, entre otros.
Foto de portada: Europarl.
