Cuba y el bombardeo 11-J
Se cumplen dos años de los sucesos del 11 de julio de 2021 en Cuba, las protestas contra el Gobierno producto de la crisis económica y social en la Isla -a su vez, consecuencia de la falta de ingresos por turismo, de 243 nuevas sanciones de Estados Unidos y de un pico pandémico- y de una intensa operación de redes sociales que llegó al cerebro de ciertos sectores de población en Cuba.
Pero quienes salieron a la calle, ¿protestaban contra su verdugo, contra el artífice de la política de asfixia económica al país, contra el Gobierno de EEUU? No, lanzaron su ira y su desesperación contra el “sistema”, contra el Gobierno Revolucionario. Claro que la mayoría del pueblo reaccionó pronto en defensa de su soberanía y también se lanzó a la calle en todo el país. Es el caso de Betty Pairol, abogada cubana cuya imagen ha sido, una y otra vez, manipulada, utilizada en los medios de comunicación como “símbolo de la protesta” del 11-J, cuando realmente su protesta era de signo contrario: salió a hacer frente a los violentos y a defender al legítimo gobierno de su país.
Hablamos también de la infame moción anticubana aprobada, a iniciativa de las derechas, en el Europarlamento este 12 de julio, que pretende acabar con el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación Unión Europea-Cuba.
Además, de la medida del Gobierno de EEUU que, ahora, exige visa de entrada a su país a toda persona que, con anterioridad, haya visitado Cuba, dado que la Isla fue declarada por Washington como “patrocinador del terrorismo”. Por tanto, ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europea, por ejemplo, que antes solo debía rellenar un sencillo formulario digital llamado ESTA, de haber hecho turismo en Cuba, para poder viajar a EEUU, ahora deben pasar por la rueda burocrática de las solicitudes de visado. Algo que afecta, de igual modo, a las cubanas y cubanos residentes en el exterior con doble nacionalidad.
¿Y qué dicen los medios proyanquis de temática cubana? ¿Defienden a la emigración cubana frente a una violación de su derecho a viajar con libertad? Nada. Es la sumisión bovina de unos medios ante el amo que sostiene su presupuesto con subvenciones millonarias.
También volveremos a analizar la utilización política, vergonzosa y teatral, de quienes roban aeronaves para emigrar, desde Cuba, a EEUU. Ahora les ha tocado a quienes emigraron en un ala delta: les acaban de conceder el asilo político en Miami, porque “corrían el riesgo de ser castigados severamente por las autoridades castristas”. Claro, serían castigados por los tribunales de Cuba, y de cualquier país del mundo: por piratería aérea, por violar el espacio aéreo de dos países y por robar un medio de obtención de divisas (era un ala delta para el turismo) en un país bloqueado. Unos angelitos, vaya.
Y acabaremos hablando del submarino nuclear de Estados Unidos en la Base Naval de Guantánamo, territorio robado a la soberanía de Cuba. Otra muestra más de la prepotencia y la provocación cínica del Gobierno imperialista de Washington.
Tomado de Cubainformación / Foto de portada: Manifestación en Washington DC/ Europa Press /Archivo.