Culturales

Bailarines extranjeros aprenden del Ballet Nacional de Cuba

Por Raúl Menchaca.

Unos 150 bailarines cubanos y extranjeros asisten al Taller Internacional de Verano que durante tres semanas ofrecen las principales figuras del Ballet Nacional de Cuba (BNC).

La Cátedra de Danza del BNC, cuya directora general es Viengsay Valdés, ofrece clases de ballet y de las diversas disciplinas que integran la práctica escénica, un conocimiento trasmitido por experimentados bailarines, maîtres y profesores de reconocido prestigio internacional.

En la sede de la compañía, una hermosa casona del céntrico barrio habanero del Vedado, una veintena de bailarines y estudiantes reciben orientaciones del solista del BNC, Darío Hernández, y de la exbailarina y pedagoga Mercedes Beltrán.

Apoyados en una vasta experiencia, los profesores enseñan pasos y corrigen las posturas a un grupo de jóvenes, entre los que hay mexicanos, colombianos, bolivianos, estadounidenses y cubanos.

Beltrán, quien es la directora de la Cátedra de Danza del BNC, explicó a Xinhua que han diseñado un programa de entrenamiento que incluye todas las disciplinas que integran la práctica escénica como herramienta para el desarrollo del futuro profesional.

La llamada Escuela Cubana de Ballet, fundada en 1948 por el bailarín y coreógrafo Fernando Alonso, recoge lo mejor de otras escuelas, como la italiana, la rusa, la francesa y la británica.

“Somos una escuela nueva, la más nueva de todas las escuelas internacionales, pero tenemos unos resultados excelentes que se han visto en la calidad de los bailarines, sobre todo en el virtuosismo masculino”, dijo la profesora, quien acumula unos 40 años como pedagoga.

La exbailarina explicó que esa amalgama de experiencias “la llevamos a la idiosincrasia del cubano, a la característica, a la manera de ser del cubano, pero sirve para el biotipo físico del latinoamericano”.

Beltrán consideró que ese es el motivo de la aceptación internacional de los talleres, que se imparten cada verano desde hace 25 años y a los que concurren muchos latinoamericanos, aunque también algunos europeos, sobre todo españoles.

Entre los alumnos sobresale la mexicana Mariana Almeida, una muchacha de 25 años que desde hace una década practica el ballet clásico, pero que al mismo tiempo está a punto de graduarse como ingeniera en Biotecnología en la Universidad Autónoma de Yucatán (México).

Esta es la segunda vez que Almeida participa en un taller de verano del BNC, una estancia en Cuba que aprecia mucho por lo que le ha aportado más allá de las clases de ballet.

“Cada vez que he tenido oportunidad de venir siento que me llevo muchísimo aprendizaje de todo tipo. No solo de danza, sino de vida”, aseguró la joven, quien bailó en el Ballet Moderno de Yucatán.

Ahora, la joven mexicana se empeña para estar entre los bailarines que tomarán parte en la gala que cerrará el taller el próximo 6 de agosto.

Pero sea como sea, Almeida se quedará los próximos seis meses en La Habana para asistir a un programa profesional para extranjeros, un curso más profundo desarrollado por la compañía cubana para perfeccionar la técnica de los bailarines de cara a futuras audiciones o simplemente para venideras actuaciones.

La gran concurrencia a los talleres de verano, así como al programa profesional, confirman el prestigio de la Escuela Cubana de Ballet, representada en cada escenario por el BNC, una compañía de excelencia mundial. 

Tomado de Xinhua /Foto de portada: Joaquín Hernández.

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