Víctor Jara canta su última canción gracias a inteligencia artificial y la memoria histórica del pueblo de Chile
Este 2023, se cumplen 50 años desde el golpe de estado en Chile (1973), donde Víctor Jara fue detenido, torturado y asesinado por agentes de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
El próximo 16 de septiembre suman cinco décadas del hallazgo del cuerpo del cantautor revolucionario, encontrado en las inmediaciones del Cementerio Metropolitano por unos pobladores, junto a otros cinco cadáveres.
Su música nos habla de un trabajador que logró retratar a su pueblo y sus problemas dejándonos un legado musical de gran belleza y fuerza poética.
La militancia de Víctor Jara también estuvo marcada por la concepción estratégica del Partido Comunista, que en momentos claves en la historia de Chile, impuso la ilusión de conciliación entre las clases, frente a la dictadura brutal que se avecinaba, que marcó a su generación y las siguientes.
Antes de su muerte, Víctor logra escribir su última canción: “Somos Cinco Mil”, una que nunca pudo interpretar hasta hoy. Gracias al músico @Fedezeppelin y el músico, compositor y productor Francisco Penas, pudieron darle vida a la última canción de Víctor Jara con la ayuda de la inteligencia artificial y logramos captar la esencia de su voz para transmitirle al mundo lo que él no pudo.
“Somos cinco mil”, la última canción de Víctor Jara
Somos cinco mil aquí
en esta pequeña parte la ciudad.
Somos cinco mil.
¿Cuántos somos en total
en las ciudades y en todo el país?
Sólo aquí,
diez mil manos que siembran
y hacen andar las fábricas.
Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura.
Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.
Uno muerto, un golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse
todos los temores,
uno saltando al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra un muro
pero todos con la mirada fija en la muerte.
¡Qué espanto produce el rostro del fascismo!
Llevan a cabo sus planes con precisión artera
sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es un acto de heroísmo.
¿Es este el mundo que creaste, Dios mío?
¿Para esto tus siete días de asombro y de trabajo?
En estas cuatro murallas sólo existe un número
que no progresa.
Que lentamente querrá más la muerte.
Pero de pronto me golpea la consciencia
y veo esta marea sin latido
y veo el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona
llena de dulzura.
¿Y México, Cuba y el mundo?
¡Qué griten esta ignominia!
Somos diez mil manos
menos que no producen.
¿Cuántos somos en toda la patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas.
Así golpeará nuestro puño nuevamente.