Rusia rutas comerciales contra “sanciones”
Por Hedelberto López Blanch* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
Las múltiples “sanciones”, mejor dicho extorsiones, que han impuesto Estados Unidos y los países occidentales contra Rusia, todas violatorias del derecho internacional han motivado que se creen o pongan en funcionamiento, rutas alternativas para el comercio mundial.
Rusia se ha convertido en el país más “sancionado” del mundo con más de 24 000 medidas restrictivas activas, que afectan a particulares, empresas de comercio, productivas y financieras, buques, aviación y a todas las esferas que se le ocurra a Washington y a la Unión Europea con el único fin de destruir al gigante euroasiático.
Una de las vías alternativas es el corredor Internacional de Transporte Norte-Sur, que con una extensión de 7 200 kilómetros va desde San Petersburgo, en Rusia, hasta Bombay en la India, y transita por el Caucazo, el mar Caspio, Irán, Azerbaiján, Kazajastán (Turkmenistán se unió en julio de este año) e incluye pasos marítimos, ferroviarios y terrestres que ahorran 35 días con comparación con la ruta por el Canal de Suez.
Por esta vía se reducen los costos en un 30%, para 2025 se duplicará el comercio y en 2030 se triplicará.
La Irán Shipping Lines grupo de línea naviera de la República Islámica de Irán destinó 300 buques para el transporte de mercancías a través de este corredor.
En medio de los crecientes desafíos geopolíticos que ha impuesto Occidente, resulta de suma importancia este corredor que hace más viable el comercio entre Rusia, India y Eurasia.
En estos últimos años se ha impulsado el desarrollo de las infraestructuras, incluida la creación de nuevos puestos de control fronterizos, terminales de consolidación de carga y una interacción más estrecha entre las aduanas y otros reguladores de los distintos Estados.
En 2000 se tomaron las bases para la creación de esta vía de tránsito durante un acuerdo intergubernamental pactado entre Rusia, Irán e India que posteriormente fue acuñado por otras diez naciones: Azerbaiyán, Belarús, Bulgaria, Armenia, Kazajastán, Kirguistán, Omán, Tayikistán, Turquía y Ucrania, pero al enfriarse las relaciones diplomáticas entre algunos de esos países el proyecto sufrió retrasos, hasta que Moscú, Teherán y Nueva Delhi decidieron impulsarlo.
El otro corredor que permite conectar Europa y Asia más rápido que por el Canal de Suez, es la Ruta Marítima del Norte, cuyo desarrollo está en manos de Moscú y Beijing.
Con una extensión de 5 600 kilómetros, parte de la frontera entre los mares de Barents y Kara terminando en el estrecho de Bering. Aunque está cubierta de nieve y hielo la mayor parte del año, los buques rompehielos rusos aseguran el paso por esta ruta, que ofrece un importante ahorro de combustible y tiempo en comparación con otras vías.
Atomflot, filial de la empresa rusa Rosatom, que es la operadora del puerto de Múrmansk, informó que en 2012 se transportaron 3,8 millones de toneladas de carga por esa vía, mientras que en 2022 el volumen aumentó a 34,1 millones de toneladas.
Se espera que este año la capacidad de la ruta alcance los 36 millones de toneladas y se prevé que aumente hasta los 80 millones de toneladas en 2024, con la puesta en servicio del rompehielos Yakutia, de 60 megavatios.
usia tiene cerca de 30 rompehielos nucleares, entre estos el Yakutia que cuenta con 173 metros de eslora por 34 de manga y 51 metros de altura, que le permiten navegar entre grandes concentraciones de hielo.
Desde hace unos años, la Ruta Marítima del Norte es una arteria de transporte utilizada activamente por Rusia no sólo para dar servicio a sus territorios del norte y Extremo Oriente sino también para transportar algunas mercancías hacia y desde China.
Esa vía resulta sumamente favorable para las dos naciones pues el trayecto de San Petersburgo a Shanghái dura 28 días, mientras que la navegación por el Canal de Suez lleva unos 50 días.
Según Viacheslav Ruksha, subdirector general de la empresa estatal de energía nuclear Rosatom y director de la Dirección de la Ruta Marítima del Norte, las empresas rusas proporcionan suficiente tráfico de carga al suministrar gas natural licuado y petróleo a través de esa vía y confía en que en 2030 se superará el objetivo de transportar 150 millones de toneladas de carga.
Ya es hora de que Estados Unidos, la Unión Europea y otras naciones occidentales comprendan que al gigante ruso no se le podrá derrotar con extorsiones comerciales-financieras.
(*) Periodista cubano. Escribe para el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones. Es el autor de “La Emigración cubana en Estados Unidos”, “Historias Secretas de Médicos Cubanos en África” y “Miami, dinero sucio”, entre otros.
Ilustración de portada: Adán Iglesias Toledo.