Milei inaugura la nueva era de las relaciones carnales
El presidente electo viajará antes de asumir el mandato. Además, confirmó a la economista ultraliberal Diana Mondino en Cancillería e invitó a Jair Bolsonaro el 10 de diciembre para la ceremonia a la que podría sumarse Bukele. Lula da Silva deseó éxito al nuevo gobierno aunque el Palacio Planalto sostiene que antes de iniciar conversaciones espera disculpas de Milei. Desconfianza de Rusia y China.
El día después del balotaje que lo trasformó en presidente electo, el ultraderechista Javier Milei comenzó a sentar las bases de su futuro encuadramiento internacional. Confirmó como canciller a Diana Mondino, la economista del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA), integrante del directorio de grandes empresas –Pampa Energía, Standard & Poor’s y Loma Negra– y una de las espadas más polémicas en campaña: de la privatización de la obra pública a la venta de órganos y Malvinas.
Milei también anunció que viajará antes de asumir a Estados Unidos y a Israel e invitó personalmente a la asunción del 10 de diciembre a Jair Messias Bolsonaro. El presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, deseó “buena suerte y éxito” al nuevo gobierno electo y afirmó que “siempre” estará “disponible para trabajar” junto a los argentinos, aunque desde el Palacio Planalto sostienen que antes de iniciar conversaciones esperan las disculpas de Milei con Lula, al quién llamó “comunista rabioso” y “ladrón”. China y Rusia también saludaron pero también piden señales.
El mandatario electo develó durante una entrevista radial que Mondino ya trabaja con un equipo “en la agenda internacional”, desde el piso 21 del Hotel Libertador, búnker político. Ella misma publicó en X una imagen con Milei, su colaborador Nicolás Posse y un adelanto: “Trabajando para achicar el Estado y eliminar impuestos”. La ahora futura canciller deberá renunciar a su banca de diputada electa para asumir en el Palacio San Martín, y ayer tuvo como primera misión reunir los saludos internacionales dirigidos al líder de ultraderecha. Saludaron el secretario de Estado de EE.UU, Antony Blinken; el exmandatario Donald Trump; el colombiano Gustavo Petro; la peruana Dina Boluarte; el chileno Gabriel Boric; el paraguayo Santiago Peña y el ecuatoriano Guillermo Lasso, entre otros. Se sumó la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva: “Felicitaciones al presidente electo Javier Milei –dijo–. Esperamos trabajar estrechamente con él y su administración en el próximo período”. Desde el Reino Unido, eje del conflicto con Malvinas, llegaron saludos y la advertencia de que ese es un tema cerrado (ver aparte).
Bolsonaro
Milei, en tanto, se reservó contactos personales. Bolsonaro se encargó de difundir en sus redes una conversación con él y su hijo y diputado, Eduardo Bolsonaro. En el saludo, el presidente electo invitó al exmandatario de Brasil a la transición. “Aceptamos la invitación de Milei y estaremos en Buenos Aires para su toma de posesión”, expresó y aprovechó las redes para agitar la interna con Lula: remarcó que el presidente de Brasil y su archienemigo “intentó interferir en las elecciones a favor de Massa, candidato del Foro del SP (Sau Pablo), pero no lo consiguió”.
Durante la madrugada, Milei recibió, además, un llamada del uruguayo Luis Lacalle Pou desde China. Lo felicitó y lo invitó a su país tras la toma del mando. “Fue muy divertido porque a las cuatro y media de la mañana, por ejemplo, hablé con el presidente Lacalle Pou –dijo Milei–. Estaba en la Muralla China”. Y completó: “Estuvimos hablando, fue una charla verdaderamente formidable”. Las distintas posiciones de la región sobre el triunfo también tentaron al libertario de invitar al salvadoreño Nayib Bukele, quien se burló del colombiano Petro porque lamentó la victoria: “Ahora dilo sin llorar”, le espetó. Muy diferente es la relación con Lula, presidente del principal socio comercial de la Argentina. “De lo que conozco al presidente Lula, veo difícil que vaya a la asunción, porque se sintió personalmente ofendido, pero el Estado brasileño estará representado”, dijo su asesor en Asuntos Internacionales, Celso Amorim, al diario O Globo.
Rusia, China y los Brics
Otro eje en disputa es China y Rusia. Milei había dicho que no mantendría relaciones comerciales ni con Brasil ni con China ni con la Federación Rusa “por comunistas”. Desde Beijing y Moscú enviaron sus saludos protocolares, pero existe preocupación. China sostuvo que quiere “trabajar con la Argentina para proseguir la amistad” y para una “cooperación donde todos ganan”, explicó la portavoz de Relaciones Exteriores, Mao Ning, según reseñó AFP. “China siempre dio mucha importancia al desarrollo de las relaciones entre China y la Argentina, en una perspectiva estratégica y de largo plazo”, insistió la funcionaria del gigante asiáticos que también dio su bienvenida a los Brics, otro punto crítico para los libertarios. “El Brics es también una plataforma abierta y damos la bienvenida a cualquier país interesado en convertirse en miembro de la familia Brics”, dijo Mao. Por su parte, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que Rusia ha prestado “atención a las numerosas declaraciones del señor Milei durante la campaña electoral, pero principalmente nos guiaremos y juzgaremos por lo que diga después de la toma de posesión”, según publicó la agencia rusa de noticias Tass. “En particular, estamos esperando aclaraciones sobre muchas cuestiones que afectarán nuestras relaciones bilaterales”, sumó.
En tanto, Milei organizó su primer tour para ratificar el alineamiento internacional distinto. Detalló que viajará a EE.UU. y a Israel en lo que queda de noviembre y diciembre. Aun así, prefirió darle otra impronta a su periplo: “El viaje tiene una connotación más espiritual que otra cosa”, argumentó y concluyó: “Ya lo estuve organizando con el embajador de Israel en Argentina. Va a ser uno de estos días”.
Tomado de Página 12